Telegrama remitido por Nicolás Rodríguez Boti al Ministro de Fomento.
Trascurridos once meses desde la solicitud de la Dirección General de Obras Publicas de 6 de febrero de 1930, el 8 de enero de 1931 el Ingeniero Francisco Ruiz Fernández emitió el primer informe técnico del Anteproyecto del Pantano del Pasillo, elevado a la superioridad por la Sociedad el 15 de diciembre de 1909, veintiún años atrás. En este informe el técnico redactor dejaba clara constancia de la paupérrima circunstancia en la que se encontraba la población.
A la izquierda, Nicolás Rodríguez Boti, alcalde de Alhama durante la dictadura de Primo de Rivera. A la derecha, Santiago Capella Romero, farmacéutico de profesión y concejal por el Partido Republicano Radical. Col. particular familia López López-Gay y familia Rodríguez Vázquez.
"La necesidad de la obra que se pretende, queda patentizada al recorrer la que fue hermosa vega de Alhama, como lo atestiguan los vestigios que hoy quedan, convertidos en la actualidad en un enorme erial...
Es triste constatar por otra parte la enorme emigración que se deja sentir y que se acentúa de día en día; entendemos que de no variar las circunstancias por que atraviesa hoy el pueblo de Alhama, no transcurrirá mucho tiempo sin que quede reducido exclusivamente a albergue de viejos e inútiles, pues el resto de sus habitantes se verán obligados a seguir la senda que otros les trazaron para buscar lo que su tierra nativa les niega."
Después de poner de manifiesto en varias ocasiones las nada halagüeñas perspectivas de futuro, el informe concluía con la consideración por parte del redactor de que la obra proyectada era "altamente beneficiosa para los intereses generales de la región", estimando que podía concederse a la Sociedad la autorización para la construcción de la presa, pero condicionando el comienzo de los trabajos a la presentación de un nuevo presupuesto con precios actualizados respecto a los estimados en 1908 por el autor del proyecto, que ya fuera solicitado el 29 de septiembre de 1930 mediante oficio remitido al presidente de la Sociedad y de manera particular a José Cebada. Con esta nueva valoración de las obras sería fijado el auxilio con que el Estado contribuiría a la obra, atendiendo a lo dispuesto en la Ley de 7 de julio de 1911.