Del paso de los agustinos da testimonio una imagencita reciente de San Agustín venerada en el templo parroquial. El corazón que porta, es el mismo que puede contemplarse en los clavos de las puertas de la Capilla.
tas de la Capilla. El Obispo de Hipona es cuanto queda de la feria que se celebraba en su honor durante ocho días en agosto, la más grande de la provincia y que los frailes mimaron durante siglos.
Ya que no puede hablarse de un hijo sin aludir a su madre, es obligado hablar de la amantísima madre de San Agustín: Santa Mónica. Ambos iniciaron la aventura de la vida comunitaria y no faltan en ninguna casa agustina. Con motivo de la bendición de su nueva imagen en Alhama apareció una oración trasmitida oralmente de la Santa que, por su arcaísmo, había que situar al menos dos siglos atrás. Además pudo comprobarse que provenía de huecijeros.
Otras devociones propias del Convento, perdidas ya en el pueblo, son: a Ntra. Sra. de Regla, primera titular de la Capilla y estrechamente ligada a la Orden Agustina en España; a Ntra. Sra. del Rosario, también presente en Alhama; san Amador, obispo de Auxerre del s. V; san Cecilio, primer obispo legendario de Granada; el Santo Cristo de Cabrilla o de Burgos, devoción genuinamente agustina y a san Nicolás de Tolentino, primer santo de la Orden que murió en el s. XIV. La devoción que en Alhama se tributaba a santo Tomás de Villanueva, arzobispo agustino, debe conectarse también con la influencia ejercida desde este Convento.
Fray Luis de León durante su destierro permaneció una temporada en la comunidad del Andarax.
No debemos olvidar tampoco, aunque sea un episodio menos edificante, la figura legendaria del Pá Palomo. Habitual en nuestro vocabulario, especialmente como denigración de los huecijeros, parece ser que se trataba de un fraile muy conocido no por su amor a los asuntos de Dios, sino a los asuntos femeninos. No pocas batallas de pedradas infantiles han librado huecijeros contra alhameños al ser acusados como descendientes de este singular religioso. Como siempre, el fallo de la minoría tiene más eco que la virtud de la mayoría.
Aunque ausente de la memoria común no quiero dejar de mencionar un dato aportado por José Hemando Salvador en su historia huecijera. Al rememorar las glorias conventuales no duda en afirmar que Fray Luis de León durante su destierro permaneció una temporada en la comunidad del Andarax.
«Por su amor y rendimiento que tuviera su alma presa se llamó a doña Teresa la Loca del Sacramento ¡Su alma volaba en pos de la luz y la alegría, en pos de la Eucaristía: que es locura de un Dios! »
(José María Pemán)
Me parece que, con inexplicable frecuencia, ha pasado desapercibido una y otra vez el nombre de doña Teresa Enríquez de Alvarado, fundadora del Convento y I Señora de la Taha de Marchena. Oculta por la sombra omnímoda de su poderoso esposo, don Gutierre de Cárdenas", o desdeñada por ciertos historiadores que, en vez de cumplir con su misión científica, prefieren continuar la injustificada leyenda negra que rodea al personaje junto a toda la Corte de los Reyes Católicos.
Constituye esta noble dama un personaje de primera relevancia dentro del brillante grupo de mujeres que, en torno a la gloriosa reina doña Isabel, desarrollaron impresionantes trayectorias con aires nuevos en la religión, la política y la cultura de la Iglesia y la España de finales del s. XV.