se advirtieran graves deficiencias. Suspendidas las obras en 1728 el prior Fray Pedro de la Fuente decidió interponer un pleito contra Simón López de Rojas, al que culpaba de dichas deficiencias en la fábrica del edificio y al que reclamada una indemnización económica por la perdida de materiales y demás daños derivados.
El pleito se inicio el 6 de marzo de 1729 en la Real Chancillería de Granada, y en él, se puso de manifiesto que los fallos procedían de un mal fraguado de las mezclas y que estos eran reparables, admitiendo una corrección del proyecto.
El templo actual difiere en gran medida del proyectado por Simón López de Rojas y probablemente sea obra de Gaspar Cayón, aunque en ningún momento aparece confirmado en toda la documentación aportada durante el pleito. Lo que si se certifica es que la decisión de alargar el templo por los pies
hasta incorporar la torre al mismo, se tomó con ocasión de una visita del propio Gaspar Cayón, quién además también recomendó engrosar los cimientos con una zarpa de hormigón.
La construcción del templo actual debió aprovechar la cimentación anterior con las debidas correcciones y el correspondiente engrose de los muros, pero en el resto difiere bastante del mismo, produciéndose un mayor empleo de la piedra. Mantiene la estructura de planta de cruz latina, pero de una sola nave, cubierta por una bóveda de medio cañón con arcos fajones y lunetos, y con capillas-hornacinas a los lados, separadas por contrafuertes cruciformes.
Sobre estas capillas se desarrollan tribunas comunicadas entre sí por atajos y con el coro alto, ubicado a los pies de la iglesia sobre arco carpanel. Las tribunas desembocan en el crucero con balconcillos sobre repisas, molduras y antepechos.
El alzado se organiza adosando gruesas pilastras toscanas de fuste liso a los contrafuertes, entre los cuales se dan la superposición de arcos de medio punto. Estas pilastras simulan soportar un entablamento que recorre todo el templo, formado por un estrecho arquitrabe, friso liso decorado con motivos pintados y una cornisa con destellotes.
El transepto se cubre con bóvedas de medio cañón en sentido transversal y el crucero con una bóveda de media naranja sobre pechinas.
La bóveda esta horadada por cuatro óculos ovalados, que llevan en su arranque un fuerte anillo y ocho postillones en la superficie del intradós.
El templo actual difiere en gran medida del proyectado por Simón López de Rojas y probablemente sea obra de Gaspar Cayón, aunque en ningún momento aparece confirmado en toda la documentación aportada durante el pleito.
La portada lateral, al parecer denominada como "Puerta de Gracia", era de mayor riqueza y fue labrada por el maestro cantero Juan del Castillo.
La capilla mayor de planta poligonal presenta una bóveda de cinco paños con profundos lunetos.
En cuanto a las portadas, la de los pies es muy sencilla, con vano adintelado rodeado de un ancho marco de cantería sobre pequeños y moldurados plintos, con acanaladuras en su parte superior y amplia molduración en la que destaca el motivo sogueado central.
La portada lateral, al parecer denominada como "Puerta de Gracia" era de mayor riqueza fue labrada por el maestro cantero Juan del Castillo, donde un arco de medio punto de rosca moldurada está jalonado por sendas medias columnas toscanas con retropilastras montadas sobre plintos. Sobre ellas corre un entablamento que soporta sobre los extremos el arranque de un frontón roto y curvado, así como plintos con bolas, y en la parte central se sitúa una hornacina con una venera bordeada por una cornisa cóncavo-convexa rematada por un jarrón central y dos pináculos sobre plintos en los extremos.
Por su parte, la construcción del campanario hexagonal realizado en ladrillo sobre la torre del siglo XVI incorporada a la iglesia, también se realizó en el mismo momento