Las características geológicas y las elevadas pendientes de las laderas vertientes, unidas a la escasa vegetación existente en la Sierra de Gádor tras años de explotación incesante por la miner&iacuate;a, el negocio del esparto y las actividades propias para el desarrollo de la vida de la población de la zona, motivaron que en el proyecto se recomendara afrontar, en el futuro, la repoblación de la parte alta de la cuenca, así como la construcción de estructuras de corrección hidrológica, a modo de diques transversales construidos en los cauces, para que una vez aterrados redujeran la pendiente longitudinal de los mismos y, en consecuencia, la capacidad de erosiva y de arrastre de los torrentes. Además, también se planteaba la conveniencia de actuar sobre las faldas de las laderas con la construcción de muros de mampostería en seco (balates).
El vaso del pantano se situaba en la denominada Hoya de Gatuna, anfiteatro natural en el que confluían los barrancos de los Álamos (barranco de Rincón de Esteban en la actualidad), de los Charcones (barranco de Juan Pérez en la actualidad) y el de los Yesillos, al que se unía el de la Cañada de la Trinidad. Se encuentra constituido casi en su totalidad por afloramientos de pizarras arcilloso-talcosas y cloríticas, que le confieren unas muy buenas condiciones de impermeabilidad, estando dominada su parte oriental por calizas triásicas marmóreas muy compactas, siendo en esta zona donde estaba prevista la construcción del cuerpo de la presa.
La superficie de la lámina de agua una vez alcanzado el nivel máximo de llenado del embalse era de 82.980 m2 y la capacidad máxima de almacenamiento del pantano se evaluó en 603.970 m3, estimada suficiente para los intereses de la sociedad según el balance de entradas-salidas del proyecto.
La ubicación seleccionada para el cuerpo de la presa se situaba a la entrada de la angostura de roca caliza del Pasillo, justo al pie de la cara sur del Cerro de los Pollos (Cerro de Casado en la toponimia actual), en la que la cerrada tiene una altura de 20 m. y unos anchos de 8 m. en su base y 20 m. en su parte más elevada.
Las características geológico-geotécnicas de la cerrada la convierten en un emplazamiento idóneo para la construcción de la obra de fábrica, ya que tanto la cimentación como los estribos laterales de apoyo habrían descansado sobre "calizas duras y compactas, casi marmóreas".
Como ocurre en la mayoría de las ocasiones, la altura máxima de la presa estaba condicionada por la topografía del estrechamiento del barranco, siendo su máxima elevación sobre el fondo de 23 m. y el nivel máximo de llenado de 22 m. Con la altura proyectada, de haber sido ejecutada, en la actualidad estaría catalogada bajo la categoría de gran presa, por tener una elevación mayor de 20 m., según la clasificación de la ICOLD (Internacional Comisión of Large Dams).
Las primeras presas españolas que se conservan son del periodo de la dominación romana de la península. Desde entonces y hasta la segunda mitad del siglo XIX, se siguieron construyendo con más o menos pericia y dificultades, según las épocas y circunstancias, constatándose fuertes diferencias regionales, en unos siglos en los que ...
Arriba, recreación de la presa vista desde aguas arriba. A la derecha, zona caliza prevista para el apoyo del estribo izquierdo de la presa. Fotos del autor.