De esta forma se lograba aumentar la cuenca receptora hasta una superficie de 5.000 ha.
La falta de observaciones pluviométricas adecuadas y de aforos de los distintos cauces, daban "un carácter muy aleatorio a todas las deducciones y a todos los cálculos" hidrológicos sobre el pantano. Es significativo que los únicos datos pluviométricos con los que contaba el Observatorio Astronómico y Meteorológico de Madrid referentes a la provincia de Almería eran las observaciones hechas en la capital durante los años 1884, 1885 y 1886, siendo la estación más próxima con series temporales adecuadas la de Cartagena. Dada la inconsistencia de los datos pluviométricos oficiales con los que se contaba, que solo permitían una correlación proporcional entre las precipitaciones de Cartagena y Almería basada en tres años de comparación, José Cebada efectuó la determinación de los recursos de los que dispondría el pantano y su distribución anual a partir de las mediciones de la cantidad de agua caída mes a mes durante los años 1904 (261 mm), 1905 (151,2 mm) y 1906 (332,92 mm) efectuadas por un particular.
"Afortunadamente, el distinguido Ingeniero Jefe de Minas de la Provincia de Almería, D. Bemabé Gómez, hace por iniciativa particular suya, digna de todo encomio, que se avalora más, aliado del abandono en que incurren los centros docentes de Almería, y algún otro organismo del Estado, observaciones meteorológicas y especialmente pluviométricas, de toda confianza. '
Una vez obtenidas la superficie de la cuenca vertiente y la cantidad de precipitación anual a efectos de cálculo, era necesaria la determinación de la cantidad de agua que llegaría de manera efectiva al vaso del pantano, es decir aquella que no se perdía por infiltración en el terreno o por evaporación. Analizados distintos coeficientes de escorrentía de la época, como los propuestos por Vignon, Bazin, Mary, Minard, Pareto o la Comisión del Mapa Geológico de España,el proyectista decidió adoptar el fijado por Llauradó, que defendía la posibilidad de aprovechar únicamente un 30% de la cantidad total de agua precipitada, tratándose además del valor más conservador de todos los estudiados. Una vez aplicado este coeficiente de aprovechamiento se obtuvieron para cada uno de los años de referencia los volúmenes de agua que alimentarían al pantano.
Siempre valores superiores a los 2.207.100 m3 que se habían considerado necesarios para el sostenimiento de las 904 ha. de regadío programadas.
"...¿no será más halagüeño para todos los interesados en esta obra, el encontrarse con más agua en el Pantano que la prevista por los cálculos, que no confiar en unas afirmaciones atrevidas que no tengan confirmación en la práctica?."