inmersos en la I Guerra Mundial y nos tenían de referencia por el seguimiento cercano que aquí se hacía. Fue la más grave -entre otras razones porque no se habían descubierto aún los antibióticos-, cuyo número de muertes a nivel mundial superó a las provocadas por el conflicto bélico referido. Después llegó la pandemia de 1957 o gripe asiática. Once años más tarde lo hizo la de Hong-Kong. La última fue la de 1977, también conocida como gripe rusa.
Aclararemos antes de continuar que las denominaciones que ha recibido esta nueva amenaza sanitaria han sido varias. Se ha hablado de nueva gripe -por ser distinta la composición del virus tras muchos años sin producirse cambios importantes- o gripe pandémica - por su rápida difusión a muchos países-, o gripe porcina, como se le denominó en un principio -por haber sido
transmitida del cerdo al hombre-, o gripe mejicana -por ser en este país donde se declararon los primeros casos que dieron la alarma-, o gripe H1N1 -por identificarse su envoltura microscópica de esta forma, que la diferencia de la de otros virus gripales- o gripe A -por ser de este tipo el virus identificado de los dos que generan la enfermedad en el hombre-, siendo ésta última la denominación que más ha prevalecido.
¿Qué ha ocurrido para que la gripe A despierte tanto interés mediático?. Pues que ha llovido sobre mojado, en el sentido de que ya, desde finales del siglo )(X, se esperaba una nueva pandemia y por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se pidió que todos los países se prepararan para ello. Saltó la alarma en el año 2003, con la identificación de un virus gripal en humanos procedente de las aves, el AH5N1, con...
Es un virus con una gravedad similar o incluso menor que el de la gripe estacional, que cursa sin presentar complicaciones en la mayoría de las ocasiones y que responde bien a los tratamientos convencionales.
...una alta mortalidad, localizado en países del sureste asiático, pero a la postre no generó una pandemia por la dificultad de transmisión interhumana. Llegó entonces a finales de abril de 2009 una nueva alarma, se había detectado un brote de gripe porcina en Méjico. Pronto se identificaba un nuevo virus, el AH1N1, acompañado de una inquietud social por su alta contagiosidad y revestido en un principio de una gran mortalidad. A pesar de todas las medidas de aislamiento y contención que se establecieron en todos los países, el virus se difundió rápidamente por el resto del mundo, lo que llevó a que la OMS el 11 de junio pasado declarara la primera pandemia del siglo XXI.
¿De donde provenía tanto temor que inicialmente acompañaba a este nuevo virus?. Sencillamente, de no saber en un principio cuál iba a ser el alcance de su gravedad y no se contaba entonces con ninguna vacuna específica para poder generar defensas contra la en-fermedad. Afortunadamente hoy, por la experiencia de los casos identificados ya en nuestro medio y por lo ocurrido en el hemisferio sur tras pasar su temporada de invierno con este nuevo virus, podemos afirmar que es un virus con una gravedad similar o incluso menor que el de la gripe estacional, que cursa sin presentar complicaciones en la mayoría de las ocasiones y que responde bien a los tratamientos convencionales. Ade-más, por suerte, pronto dispondremos de una nueva vacuna que nos protegerá contra él.
¿Qué está ocurriendo en esta nueva temporada gripal en el hemisferio norte?. Pues que, además de llevarse a cabo la campaña de vacunación de la gripe estacional a los grupos de riesgo a los que tradicionalmente se les indicaba, campaña que excepcionalmente se ha adelantado, se realizará una segunda campaña de vacunación para prevenir de la gripe causada por el nuevo virus.
En esta segunda campaña la vacunación irá dirigida a grupos de riesgo distintos, ya que se ha demostrado que este virus afecta más a niños y jóvenes sanos, embarazadas y otras personas con alguna patología que comprometa su salud o sus defensas, como enfermedades crónicas respiratorias, cardiovasculares, renales, diabetes, inmunodeficiencias u obesi-dad, además de los profesionales sanitarios y de servicios esenciales a la sociedad, para entre otras cosas asegurar la atención sanitaria en todo momento. También se está observando que la mayoría de los afectados de gripe de esta temporada lo son por el nuevo virus.
¿Qué síntomas produce este nuevo virus?. Son similares a los de la gripe estacional. Generalmente los síntomas presentados, que se inician de una forma brusca, son fiebre, tos, malestar general y dolores musculares, acompañados habitualmente de dolor de cabeza y mucosidad nasal. En menor medida pueden aparecer vómitos, diarrea y dificultad respiratoria.