colaboración con obras artísticas. Federico, como muchos de sus compañeros, cruzaba la línea del artista puro haciendo diversos encargos como ilustrador y como docente. Como ilustrador y desde 1941, ilustra diversos libros e historias con gran repercusión en la prensa.

En 1950 obtiene la segunda beca Guggenhein que lleva implícito un viaje a Europa para estudiar su pintura. Esta vez fue Italia el país elegido para disfrutar y completar su enseñanza sobre la pintura europea.

A su vuelta de Italia, en 1954, y promovido por el Intercambio de Educación Internacional del Departamento de Estado, fue enviado a América del Sur, para pronunciar un ciclo de conferencias sobre el "Arte Americano".

Lo más conocido de Federico Castellón son sus litografías, pues le dedicó mucho tiempo, a pesar de ello, no le impidió practicar otras técnicas: punta seca, carboncillos, acuarelas opacas, "pinturas resistentes", dibujos de tintas de colores, dibujos al pastel, al crayón, etc. También ilustraba libros y hay una buena cantidad que nos lo demuestran. En América, los grabados tenían gran éxito pero los artistas no lo entendían como verdadero arte puro. éste consistía en hacer óleos, esculturas y arquitec-turas. Castellón practicó, con bastante éxito, la pintura y la escultura, aunque ésta última la trabajó menos.

En cuanto al estilo, Federico se ilusionó mucho con el surrealismo, especialmente en los óleos, donde puede verse las influencias de Dalí. Las corrientes regionalistas están presentes en el arte de Castellón, sobre todo en las litografías, repre-sentadas con un neorrealismo propio americano.

El expresionismo es el otro estilo en el que el artista obtiene un gran éxito, tanto en las litografías como en los óleos. No podemos olvidar las in-fluencias de Picasso, Matisse, De Chirico, Dalí e incluso toques clásicos en algunas partes de su obra.

Federico no es hombre que le gusten los paisajes aislados, la mujer y la pareja es una de sus constantes. El erotismo viene expresado en su obra en todos los estilos, a veces con tendencia caricaturesca.

Castellón tomaba apuntes que aún se conser-van en cuadernos, donde se puede observar la evolución del artista y los estilos que va tocando.

En la década de los años sesenta y como consecuencia de su estancia en París, se observa una continua progresión hacia un camino más valiente en el arte, dejándose enredar en unos juegos creativos con aportaciones nuevas. En esta época, los aspectos esenciales de su estilo radican principalmente en la impresión que causa al espectador. él quería un arte libre sin adoctrinamientos académicos.