Se cruza el pueblo ascendiendo en dirección a la Plaza Nueva en busca de la zona de juegos de petanca, hasta que se toma, junto a ella, la acequia de Gatuna la cual seguiremos.
A partir de aquí la ruta no tiene pérdida alguna pues continuaremos por la acequia hasta llegar al Barranco del Pasillo.
En el primer tramo habrá que tener cuidado, sobre todo los más altos, con los alambres que encontraremos a nuestro paso, pues se encuentran a una altura algo peligrosa.
Justo al dejar el pueblo, a nuestras espaldas, pasaremos junto a una pequeña plantación de olivos, mientras a nuestra izquierda podemos observar la rambla de Alhama y al fondo frente a nosotros el paraje del Moralillo. Trascurridos unos minutos llegaremos a la conocida Balsa del Notario, donde en ocasiones se ven cabras montesas que posiblemente acuden en busca de agua.
La acequia va recorriendo la ladera Sureste del Cerro Milano por debajo de la tubería de conducción de agua, un claro ejemplo de infraestructura ligada al aprovechamiento de los recursos naturales de la zona.
Dadas las características del recorrido casi totalmente llano y de un bajo nivel de exigencia física, nuestra ruta se convierte en un agradable paseo.
El arreglo de la acequia, hace apenas un par de años, nos permite recorrerla con tranquilidad a la vez que observamos el paisaje y las diferentes especies vegetales que podemos encontrar a lo largo del recorrido, entre las que se cuentan espartos, adelfas, gamones, tomillos, matagallos, algunas alcaparras y con suerte, dependiendo de la época del año, alguna que otra orquídea.
Dadas las características del recorrido casi totalmente llano y de un bajo nivel de exigencia física, la ruta se convierte en un agradable paseo
Durante el regreso por la acequia podemos contemplar una bonita vista del pueblo con la Sierra de los Filabres al fondo y próximos a nuestra llegada, veremos a la derecha, la rambla de Alhama y Sierra Alhamilla.