El Eco de Alhama número 29                                                                                                                                                                        Historia

Retrato y firma de José Mazo Gálvez, alcalde de Alhama una vez proclamada la Segunda República. Además, como representante de la Sociedad del Pantano estuvo presente en el acto de confrontación de las obras que tuvo lugar desde el d&íacute;a 12 al 14 de agosto de 1930. Col particular familia Rodr&íacute;guez Marín.

Finalmente, la actuación no fue incluida en el Plan Nacional de Obras Hidráulicas de Lorenzo Pardo de 1933, a pesar de la clara potenciación que este plan supuso para el regad&íacute;o del arco mediterráneo. Es bastante factible vaticinar que si José Salmerón no hubiera abandonado a finales de diciembre de 1931 el Ministerio de Fomento, el Pantano del Pasillo, probablemente, hubiera sido incluido en el listado de obras de la cuenca sur de España.

Según el informe redactado por el Ingeniero de la División Hidráulica Salvador Pemas a comienzos de octubre de 1932, en esas fechas la Sociedad no hab&íacute;a remitido la información que le hab&íacute;a sido solicitada en 7 de marzo del mismo año.

"La División Hidráulica del Sur de España ha dado, pues, exacto cumplimiento hasta el presente, a todos los trámites de su incumbencia, correspondiendo ahora a los peticionarios del Pantano del Pasillo la realización de los que deben llenarse para cumplir lo ordenado por la Superioridad".

Se desconoce cuales fueron las motivaciones que hicieron que no se continuara con la tramitación del expediente, pero posiblemente el desánimo acumulado a lo largo de los años, unido a las múltiples objeciones puestas por el Ministerio de Fomento para el auxilio económico de la Sociedad, acabarán por hacer caer en el ostracismo la iniciativa.

A partir de entonces, y más aun considerando los efectos perniciosos derivados de la Guerra Civil que asoló el pa&íacute;s, la idea de la construcción de un Pantano en la Angostura del Pasillo fue cayendo en el olvido, cobrando cada vez más fuerza en la comarca la de la construcción de una gran presa que regulara los caudales del r&íacute;o Andarax en la zona de Canjáyar, que perdura hasta nuestros d&íacute;as, siendo definitivo el abandono del proyecto concebido a principios del siglo pasado por la Sociedad del Pantano del Pasillo a partir de la década de los cincuenta, cuando se logró la explotación de manera eficiente de los recursos subterráneos de la masa de agua del r&íacute;o Andarax. Tan solo la clara oposición de algunos pueblos ribereños del Andarax a la presa de Canjáyar, destacando la planteada por el Sindicato de Riegos de la vega de Almer&íacute;a y siete pueblos de su r&íacute;o, hizo que en algún momento se volviera a plantear la posibilidad de la ejecución del Pantano del Pasillo, como as&íacute; lo constata la redacción por parte de la Asesor&íacute;a Geológica de Obras Públicas en junio de 1943 del "Informe sobre las condiciones geológicas de un Embalse en el Barranco de los Pollos, en término de Alhama de Almer&íacute;a para mejora de riegos", atendiendo a un encargo de la Dirección General de Obras Hidráulicas. Este denominado barranco de los Pollos es el comúnmente conocido como Barranco del Pasillo.

Aunque a la postre no se ejecutara el pantano, ni las demás obras accesorias previstas inicialmente, es indudable que la actuación perduró durante décadas en el ideario de las gentes de la Hoya de Gatuna, acometiéndose pequeñas y medianas actuaciones hidráulicas que heredaron parte de la esencia del pensamiento

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