EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 27 ECONOMÍA
 

El camino de las

FUNDICIONES REALES

en Alhama de Almería y su entorno

 

Agustín Sánchez Hita

ETNÓLOGO

La Puente de Alhama

Las rutas temáticas del Patrimonio Histórico de La Alpujarra y Río Nacimiento.

Tras la elaboración, por parte de ADR Alpujarra - Sierra Nevada (Asociación para el Desarrollo Rural) del "Inventario de Patrimonio Histórico de La Alpujarra y Río Nacimiento" y la publicación, a modo de conclusiones, del libro homónimo que lleva por subtítulo: "Un recorrido por la historia, el paisaje y la antigua sociedad alpujarreña a través de su patrimonio", se ve necesaria la consecución de pasos efectivos en pos de la puesta en valor de los bienes culturales inventariados, a fin de favorecer la conservación y aprovechamiento de los mismos de forma sostenible.

Surge, así, el proyecto "Rutas Temáticas del Patrimonio Histórico", el cual, tras analizar y determinar los aspectos histórico-patrimoniales que mejor definen a cada uno de los diferentes conjuntos territoriales subcomarcales, pretende configurar distintos itinerarios para la visita de los elementos más destacables de los mismos.

En este sentido, se establecen las siguientes seis rutas en sus correspondientes ámbitos territoriales:

  • El Camino de Las Fundiciones Reales. Valle del Andarax.

  • La Arquitectura Tradicional en la Alpujarra Alta Granadina.

  • Ciudades Romanas y Musulmanas; Berja y Dalias.

  • Arqueología del Río Nacimiento.

  • El Patrimonio Histórico de La Alpujarra Media Granadina.

  • El Patrimonio Vitivinícola de la Sierra Contraviesa.

En una primera fase, debido a las lógicas limitaciones presupuestarias, se determina que las dos primeras rutas sean dotadas de guías de rute y paneles informativos en los principales núcleos de población de los municipios afectados, así como en alguno de los elementos más destacables, mientras que el resto de ellas se acompañan de polípticos, hasta la posible elaboración de la correspondiente guía.

Por otro lado, si bien el contenido de estas rutas gira en torno a los ejes temáticos citados, no es menos cierto que el paso por una localidad o paraje no puede ni debe dejar a un lado otros elementos patrimoniales, históricos, sociales o paisajísticos de interés, razón por la cual esos otros aspectos son también considerados en el correspondiente itinerario. En este sentido, las rutas temáticas pretenden no dejar de ser, por tanto, itinerarios relativamente integrales del patrimonio histórico.

Barriada de Alcora

El siglo XVIII marca un hito decisivo sobre la historia de esta actividad en nuestro entorno.

 

Barriada de Alcora
 

La Ruta "El Camino de las Fundiciones Reales"

Centramos el presente artículo en la ruta "El Camino de Las Fundiciones Reales", quizá la más completa de todas, la cual se articula sobre la base del eje temático de "La Minería y Metalurgia del Plomo en el Valle del Andarax y su Entorno". Para ello, nos serviremos de los contenidos de la correspondiente guía, los cuales aparecerán resumidos, y, especialmente, en relación con el paso de la ruta por Alhama de Almería y su ámbito cercano.

Esta ruta se constituye, por tanto, bajo el referente fundamental de la infraestructura del Camino. Sin embargo, con el fin de dar una visión más integral de la antigua actividad minera del plomo en la comarca, se han realizado extensiones geográficas, como es la correspondiente al tramo Alcolea-Laujar, o extensiones históricas, al alcanzar la propuesta a instalaciones ya propias del siglo XX.

Esta ruta se plantea, genéricamente, en una pretendida simulación de los flujos de salida del mineral por el Camino de las Fundiciones Reales, a fin de facilitar su comprensión. Sin embargo, posibles variables, como son: disponibilidad de tiempo, medio de desplazamiento a utilizar, limitaciones en la disponibilidad de alojamiento y restauración convencional en determinados tramos, limitaciones físicas de la persona o grupo, lugar de salida y finalización que se prefiera, etc., son condicionantes que pueden mover a quien realice el itinerario a plantearse opciones diferentes, perfectamente viables, para su desarrollo. Es, por tanto, el participante, en función de todas estas circunstancias, y considerando las distintas alternativas que se le ofrecen en estas páginas, quien debe confeccionar su itinerario definitivo, utilizando esta guía o los paneles de las poblaciones como un instrumento abierto orientativo.

En este sentido, la ruta está con figurada para realizarse en cuatro o cinco días en bicicleta o en una semana a pie, aproximadamente. Sin embargo, puede, obviamente, recortarse o prolongarse en el tiempo o en itinerario, o incluso hacerse en días no consecutivos. Por ejemplo en tres o cuatro fines de semana. Esta opción permite, además, la realización de las distintas alternativas de ruta presentadas.

Tanto si procedemos de la capital almeriense o dejamos allí nuestro vehículo, como si hacemos en el mismo nuestra aproximación al punto de partida de la ruta, es necesario que nos informemos previamente de los horarios de los autobuses, de las dos compañías, que recorren diariamente en ambos sentidos la carretera del valle del río Andarax, a fin de prever nuestro regreso.

El camino de las Fundiciones Reales

Con el Camino de las Fundiciones Reales se crea una interesante obra de ingeniería, construida para enlazar de forma efectiva el puerto de la capital almeriense con las explotaciones mineras y fundiciones de Sierra de Gádor.

Si bien la explotación del plomo en Sierra de Gádor se remonta a época prehistórica, continuando en la antigüedad y, en menor medida, en las edades Media y Moderna, el siglo XVIII marca un hito decisivo sobre la historia de esta actividad en nuestro entorno. Este impulso se debe, fundamentalmente, a las necesidades que de este metal presenta la Corona y a la consecuente creación de dos Fundiciones Reales: Alcora y Presidio de Andarax (hoy Fuente Victoria) que a su vez darían lugar a la construcción de un importante camino para su servicio.

Posteriormente, durante el siglo XIX, las decisiones políticas liberalizan la extracción y comercialización del plomo, hasta entonces férreamente intervenidas por e! Estado, dando lugar a una eclosión de minas y pequeñas fundiciones, algunos de cuyos restos han llegado a nosotros. Esta enorme producción encuentra uno de sus mejores aliados, precisamente, en el Camino de las Fundiciones Reales.

Finalmente, tras sucesivas crisis y abandonos, ya a mediados del siglo XX, se abre una última campaña de explotación sobre la base del reprocesamiento de las antiguas escombreras, con el fin de rentabilizar el plomo anteriormente desechado, explotando además un nuevo mineral de interés: la fluorita.

Fruto de todo este proceso histórico, nos ha sido legado un paisaje transformado y un sencillo pero interesante patrimonio, constituido por minas, fundiciones, lavaderos, puentes, etc., cuyo valor principal estriba en la percepción que podemos llegar a tener del esfuerzo que tantas generaciones dedicaron al aprovechamiento de las entrañas de este entorno alpujarreño.

Tal y como recoge el historiador Domingo Cuéllar en el n° 9 de El Eco de Alhama, hasta el siglo XVIII el lecho del río constituye e! camino que comunica los pueblos del medio Andarax, llegándose a través de él hasta la población de Canjáyar, no sin las dificultades consecuentes a las crecidas. Pequeños y empinados caminos de herradura salen desde el cauce para llegar hasta los distintos pueblos del valle, correspondiendo lógicamente los más dificultosos a los más alejados. Así lo recoge el geógrafo Tomás López en 1785: "las comunicaciones con Fondón son complicados caminos con fuertes cuestas en mal estado".

Con el Camino de las Fundiciones Reales se crea una interesante obra de ingeniería, construida para enlazar de forma efectiva el puerto de la capital almeriense con las explotaciones mineras y fundiciones de Sierra de Gádor. Los trabajos se desarrollan durante las últimas décadas del siglo XVIII, logrando una rápida salida al mar en un intrincado entorno.

La creciente importancia de la explotación del plomo como recurso estratégico y la consecuente creación de las fundiciones reales de Alcora y Presidio de Andarax determinan la necesidad de construcción de un camino carretero eficiente, que evite las irregularidades en el suministro causadas por la meteorología y reduzca de forma decisiva los costes de transporte.

La vía, conocida también como "Carretera Vieja", se construye en las últimas décadas del siglo XVIII quedando concluida en los primeros años del siglo XIX, habiendo costado casi dos millones y medio de reales, que se obtuvieron de las tasas por consumo de sal, entonces, al igual que el plomo, de monopolio real. Su trazado nace del entorno de la población de El Chuche, a donde ya llegaban los caminos carreteros, para a lo largo de la umbría de la sierra alcanzar la población de Presidio. El destino del material, antes de su embarque, eran los "Almacenes de la Renta del Plomo", sitos en el barrio de La Chanca de Almena, sobre el puerto.

Fundición de Alcora (Canjáyar)

Hoy en día, el camino de las Fundiciones Reales se presenta como un activo fundamental en este contexto.

Se crea así un camino carretero de nuevo trazado, al que se aplican todos los conocimientos técnicos de la época, con una menor cantidad de cuestas pronunciadas y una importante cantidad de obras de fábrica, entre las que destacan algunos puentes de gran interés arquitectónico y paisajístico.

El camino, de naturaleza plenamente minera, se traza por tanto por la ladera norte de Sierra de Gádor, donde se encontraban los criaderos de plomo y las correspondientes fundiciones, marginando a gran parte de los pueblos del valle que, en su economía agrícola, estaban anclados a la mucha mayor disponibilidad de agua superficial de la ladera nevadense. Esto da lugar a que, salvo en lo que respecta al Alto Andarax, lugar de destino final del Camino de las Fundiciones, que pasará a estar servido por una carretera moderna para la época, el resto de los pueblos no puedan beneficiarse de la nueva obra, viéndose obligados a continuar con la utilización de caminos de herradura y de los cauces de las ramblas.

La carretera minera recogía fundamentalmente el plomo ya fundido; sin embargo, también circulaba por el mismo, en cierta medida, el mineral en su aproximación a las fundiciones, el esparto y leña que actuaban de combustible, y los enseres que abastecían al enorme bullicio de mineros en que se convirtió la sierra en el siglo XIX. A esto había que sumar los flujos de comunicación normal con los pueblos del Alto Andarax (Laujar, Fondón, Fuente Victoria y Benecid), hasta la terminación de la carretera comarcal, muy avanzado ya el siglo XX.

Tras el "desestanco" el estado se desentiende prácticamente del Camino de las Fundiciones y son los arrieros los que tienen que "malmantenerlo", atravesando épocas de casi absoluto deterioro.

Las ventas que atendían a mine ros y arrieros en un ámbito alejado de los pueblos se fueron instalando a todo lo largo del camino, quedando algunas, como la de Cacín, todavía en pie. Una de ellas, la Venta "La Gallega" de Alcora, al localizarse en uno de los pocos espacios del camino que sin ser cabeza de municipio ha quedado con una mínima población, todavía sigue en funcionamiento.

El ir y venir de mineros y arrieros daba la impresión de una esforzada procesión (llegaron a juntarse en Sierra de Gádor hasta 8.000 caballerías) que contrasta con la sugestiva situación casi desértica actual, donde debido al hundimiento minero y a la construcción de la carretera de la solana del valle, el paso de personas o vehículos puede llegar a ser nulo en muchos días del año. Desde entonces, la antigua vía aparece en alguna cartografía con el sugerente nombre de "carretera abandonada", quedando como un resto arqueológico, vertebrador de una febril actividad histórica y de los profusos vestigios de la misma.

Es necesario tener en cuenta que algunas de estas infraestructuras históricas, como la Puente de Alhama o el Puente sobre el barranco de Cacín, evidentemente pueden considerarse como parte del listado de los monumentos de mayor valor de la comarca.

Hoy en día, en que se espera que el patrimonio cultural y medioambiental de nuestros pueblos juegue un papel importante en el desarrollo rural y en la lucha contra el éxodo poblacional, el Camino de las Fundiciones Reales se presenta como un activo fundamental en este contexto. Para ello es imprescindible entender esta obra, no como un vial más dentro del conjunto de los caminos rurales de la comarca, sino como una realidad patrimonial en sí misma. Esto supone una consideración que vaya más allá de la valoración individualizada de las infraestructuras específicas relacionadas con la misma, tomando las medidas necesarias para dotar a esta infraestructura, en su conjunto, de una consideración y tratamiento acordes con su valor, de forma que garanticen su pervivencia para las futuras generaciones.

Huelga decir que este bien cultural quedaría disminuido en su valor si no se procura la conservación, en la media de lo posible, de los vestigios a los que servía: fundiciones y minas, y especialmente, de los elementos singulares que forman parte del propio camino, como son los puentes y muros de sustentación. Para ello es necesario tener en cuenta que algunas de estas infraestructuras históricas, como la Puente de Alhama o el Puente sobre el barranco de Cacín, evidentemente pueden considerarse como parte del listado de los monumentos de mayor valor de la comarca.

La Ruta del Camino de las Fundiciones Reales en Alhama de Almería su entorno

Camino de las Fundiciones Reales

Recogemos a continuación una síntesis del tramo final de la ruta y sus variantes, el cual se recoge en la correspondiente guía.

Tramo VI: Instinción - Alhama de Almería

El Camino de las Fundiciones Reales, buscando la mayor efectividad, así como una comunicación lo más directa posible con las fábricas de plomo de Sierra de Gádor, se alejó aquí del camino tradicional de la rambla del río Andarax e, incluso, del camino medieval de herradura, el cual discurría a media ladera, en cota inferior, pasando por las poblaciones de Huécija y Alicún. La antigua carretera comarcal, ya en el siglo XX, se superpone en parte, en este tramo, al camino minero, trazado en el que se reitera la carretera actual, construida ya cuando terminaba la pasada centuria.

Nuestro recorrido intentará hacer compatible, en la medida de lo posible, los diversos aspectos de interés a tener en cuenta para este tramo: seguir, al menos en parte, el Camino de las Fundiciones, visitar los pueblos situados bajo el mismo y evitar la vía rápida de la nueva comarcal, cuando esto sea factible.

Por otra parte, la posibilidad de visitar los pueblos situados junto al río da lugar a que presentemos dos opciones en el itinerario: SUR (VI-A) y NORTE (VI-B) con tramos inicia! y final comunes a ambas.

Tramo VI (1ª Parte: común a !as dos opciones)

Tras visitar la Iglesia de Instinción, la cual conserva las interesantes armaduras originales del siglo XVI, donde llama la atención, igualmente, su gran torre construida como posible refugio para los "cristianos viejos", en caso de levantamiento morisco, tomaremos la carretera en dirección a levante.

Tras llegar a Íllar con su Fuente Principal, construida en el siglo XIX y situada junto a lo que fue su preciosa alberca y lavadero, y tras visitar su iglesia mudéjar, se nos abre la posibilidad de seguir dos itinerarios distintos, tal y como hemos citado anteriormente.

Bentarique e Illar desde Terque

Opción Sur. VI-A (Parte no común)

Esta opción se ajusta en mayor medida al Camino de las Fundiciones, siendo más corta, aunque menos completa en cuanto al conocimiento del conjunto del Andarax, al no pasar por los pueblos del fondo del valle: Bentarique y Terque.

La ruta sigue la nueva carretera comarcal hacia levante. Por este camino, podremos observar al norte, los fuertes contrastes existentes entre el río Andarax y el amplio paisaje ondulado del área subdesértica que bordea Sierra Nevada por el este. No obstante, iremos percibiendo, progresivamente, como el naranjal ocupa una parte importante del territorio, en un ascenso amparado por la apertura de nuevas vías de comercialización de las naranjas de zumo y mesa, en la zona.

Tras pasar junto a la caseta de los Peones Camineros, la cual constituye una buena representación del antiguo sistema de mantenimiento de los caminos principales, donde el personal vivía al pie de los mismos. Posteriormente, nos llamará la atención la existencia de un bunker de hormigón, situado a la izquierda de la carretera, sobre una pequeña elevación que recibe, el nombre de Cerro de la Ametralladora. Se trata de una de las defensas construidas durante la Guerra Civil, que protegía el paso a la capital almeriense por esta carretera.

Tras dos kilómetros de recorrido, sale a la izquierda una rampa ascendente de tierra que nos llevará a la población de Huécija, la cual ya divisamos al frente y bajo nuestra posición.

Opción Norte. VI-B

Camino de las Fundiciones Reales

Este itinerario, más completo y largo, nos permite visitar las poblaciones situadas junto al río: Bentarique y Terque, e incluso, si disponemos de tiempo, hacer una escapada a las propias del Bajo Nacimiento: Alhabia, Alsodux, Santa Cruz o Alboloduy.

Tras la 1a parte común, anteriormente citada, y la visita a Íllar, seguiremos, en descenso la carretera en dirección al río. Tras cruzar el primer barranco pasaremos junto a los curiosos Baños de La Posnilla. Aquí, si las circunstancias nos lo permitieran, podríamos refrescarnos en lo que constituyó uno de los principales centros de recreo y salud del entorno. Sus aguas, insertas en un cuidado paisaje agrícola que poco tiene que ver con el actual, atraían a vecinos y forasteros que encontraban en este espacio alivio a sus males, además de agradables relaciones y disfrute del agua.

Casa de los caballitos de Terque
Casa de Los Caballitos (Terque)

Desde las Posnilla descenderemos hasta el río para, tras pasar junto a la llamada Reserva Ornitológica, llegar a la población de Bentarique.

Este municipio, a pesar de su aparente desconexión territorial con Sierra de Gádor, tiene una importante pertenencia en la misma, llegando a contar en la misma con una Fundición Real, creada junto con la de Presidio en el siglo XVII, sí bien dejó de funcionar de forma temprana: entre 1770 y 1780.

En el núcleo y su entorno podemos visitar la plaza de San José, con la destacable Casa Grande, antiguo palacete neoclásico de finales del XVIII, que presenta adosada su capilla o ermita, construida en 1823. Igualmente interesante es la iglesia.

Una vez visitado Bentarique, siguiendo el río llegaremos a Terque, que, al igual que Bentarique, fue un municipio muy ligado a la antigua explotación del plomo en Sierra de Gádor, presentando, igualmente, una extensa pertenencia a la misma donde se desarrolló una febril actividad minera.

En Terque, al igual que en otras poblaciones de la zona, nos llamará la atención la profusión de sus construcciones decimonónicas, ligadas a importantes capitales acumulados en la explotación minera y de la uva de mesa. De entre ellas, destaca de forma singular la llamada Casa de los Caballitos, que recibe su nombre de las figuras de grifos que destacan en el perfil de su terraza.

Como resultado del trabajo de vecinos y ayuntamiento, la población de Terque presenta hoy dos museos. Uno etnográfico de carácter genérico, y otro centrado en las labores de la uva de mesa, un cultivo con variedad propia, la uva "del Barco" o "de Ohanes".

Tras la visita a Terque, el objetivo de nuestros pasos es recuperar la altitud media de nuestro itinerario, alcanzando la población de Huécija. En nuestro ascendente camino podremos desviarnos para visitar los restos de la Alcazaba de Marchena, antigua ciudad fortificada que nucleaba la demarcación medieval de la Taha del mismo nombre. Si bien los restos conservados de este conjunto amurallado son escasos, la importancia histórica del enclave es determinante, y el paisaje dominado espectacular. En este sentido, citaremos que esta fortaleza fue destruida por El Zagal, tío de Boabdil, en su lucha contra éste, antes de la caída de Granada.

Junto con restos de torreones y murallas ya casi desaparecidas, se conservan parte de los antiguos aljibes. Es fundamental recordar que, por razones de seguridad y conservación, no se debe penetrar en estos elementos ni pisar sobre ellos, especialmente sobre los restos de bóvedas.

Continuando nuestro camino entre parrales y antiguos cortijos uveros, con sus característicos porches con arquería, en los que se realizaban las labores de limpieza y envasado de la uva para su envío por barco, para, finalmente, llegar a Huécija.

Convento de los Augustinos (Huécija)
Convento de los Agustinos (Huécija)

Reunificación de opciones Norte y Sur

Entre las casas de arquitectura eclecticista de Huécija, antigua capital de! Señorío de Cárdenas, destaca la imponente torre defensiva del Convento de los Agustinos, así como la iglesia parroquial, esta de fábrica mudéjar.

Tras visitar esta población nos dirigiremos al muy vecino Alicún.

Aquí nos sorprenderá su gran balsa, antiguos baños termales de origen romano, situada junto a la plaza, que contrasta con la torre que portaba el reloj de la población hasta que éste fue trasladado a la iglesia.

Junto a estos elementos, la iglesia historicista así como el camarín de lo que fue el antiguo templo son los elementos patrimoniales de mayor interés.

Desde Alicún subiremos por el antiguo y empinado camino hasta volver a la carretera comarcal que nos llevará hasta

Alhama de Almería. Esta población, por sus dimensiones e historia, presenta múltiples opciones de visita. Su origen romano, ligado a las aguas termales, aspecto reforzado en época musulmana, junto con los importantes asentamientos prehistóricos del entorno y el provechoso negocio de la uva del barco, durante parte de los siglos XIX y XX, han dado lugar a un rico patrimonio histórico.

Uno de los elementos estrella de nuestro itinerario es La Puente de Alhama, la construcción de mayor entidad histórico-artística de todo el Camino de las Fundiciones Reales. Para visitarla, saldremos en dirección este desde Huerta Rosalía, parque que formó parte de la Casa de Nicolás Salmerón, natural de Alhama y presidente, que fue, de la Primera República Española.

LA PUENTE DE ALHAMA

La Puente de Alhamapor su cara sur

Sobre la rambla de Huéchar e integrado en la vía que ponía en comunicación la capital almeriense y La Alpujarra, como parte del Camino de las Fundiciones Reales, se localiza el puente con mayor entidad histórico-artística de la comarca. Se trata de una importante construcción de estilo neoclásico, de aproximadamente 26 m de altura, 45 m de longitud y unos 7 m de luz en el vano central.

Estructurado en dos cuerpos, el primero de ellos, directamente sobre el cauce, está conformado por un solo arco de medio punto, mientras el segundo está compuesto por tres arcos del mismo tipo, siendo el central de mayor tamaño que los laterales.

Uno de los elementos estrella de nuestro itinerario es La Puente de Alhama, la construcción de mayor entidad histórico-artística de todo el Camino de las Fundiciones Reales.

Las dovelas de los arcos y las pilas se corresponden con sillares, mientras que los rellenos son de mampostería. Destacan unas prominentes impostas, así como cuatro plintos contrafuertes rematados por bolas, situados en el interior del vano central del segundo cuerpo. El pretil, de mampostería, está separado por una doble hilada de ladrillo que actuaría como alero y sobre la que aparecen los desagües de la calzada, compuestos por pequeños vanos adintelados, también en ladrillo.

En uno de los frentes del puente se aprecia la inscripción: "SE RESTAURO ESTA OBRA EL DÍA 2 DE AGOSTO DE 1.807", suponiéndose que es entonces cuando recibe las connotaciones histórico-artísticas que lo identifican como neoclásico.

Impulsada por el Ayuntamiento de Alhama de Almería y la ADR Alpujarra - Sierra Nevada, la reciente restauración de La Puente ha constituido uno de los proyectos de mayor importancia de la comarca en lo que se refiere a la conservación del Patrimonio Histórico.

Aguas abajo de La Puente se localiza un dique de gran altura, construido en mampostería, con coronación de piedras ciclópeas y sillares con forma de media luna, presentando un refuerzo central convexo. En los laterales, aparecen restos de un posible dique anterior o contrafuerte. Se trata de una construcción posiblemente coetánea, creada para el control de la erosión remontante en el barranco, a fin de frenar la incisión que hubiera podido poner en peligro la estabilidad del puente.

Prolongación Alhama - Gádor

La Ruta, tal y como está estructurada en la correspondiente guía, finalizaría en Alhama tras la visita a La Puente. No obstante, a fin de facilitar una salida efectiva para llegar a Almería a senderistas y cicloturistas se propone la siguiente prolongación.

En este sentido, si bien la salida del Camino de las Fundiciones se podría considerar que se encontraba en el entorno de El Chuche, donde enlazaba con los caminos del río Andarax, la actual actividad de las canteras obliga a aquellos que quieran terminar la ruta en la capital almeriense a incorporarse a la carrera comarcal en el entorno del núcleo de Gádor.

De esta manera si tras visitar La Puente queremos seguir hacia el Bajo Andarax para acercarnos a Almería, continuaremos por el Camino de las Fundiciones para cruzar el barranco del Cuchillo por Fuente del Rey, donde se localizaba el llamado "Puente Mocho", ya desaparecido, cuyas cimentaciones se adjudican a época romana. Un nuevo puente, sito sobre la segunda cabecera del barranco del Algarrobo, nos da paso al cruce con la carretera de las "Minas de Gádor", en este caso como nombre propio de las antiguas explotaciones de Azufre del municipio del mismo nombre, donde terminaríamos nuestro itinerario.

Puente Barranco Algarrobo (Gádor)
Puente Barranco Algarrobo (Gádor)