EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 27 | MEDIO AMBIENTE |
Al pie de las Piedras del Conjuro se extiende la Cuesta de los Algarrobos cuyo nombre se debe a los árboles que flanquean su paso. Este camino, resto de una antigua cañada, aún conserva algunos magníficos ejemplares de algarrobo, testigos silenciosos y sólidos de los paisajes que otrora contemplara Nicolás Salmerón. Árboles centenarios sobre los que, en su día, probablemente recayera la mirada del ilustre pensador y que no sabemos cuantos secretos guardan de acontecimientos pasados. Con un breve paseo desde el pueblo podemos admirar estos extraordinarios seres: amplia copa que nos acoge; enormes troncos viejos, retorcidos, llenos de oquedades en las que se nos antoja habitan toda clase de duendes, hadas y demás personajes de cuento que poblaron nuestra imaginación infantil.
Son árboles de hasta 10 metros de altura de copa más o menos ovalada y tronco pardo y agrietado.
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Racimos de flores sobre ramas viejas. |
Estas semillas por su dureza y la homogeneidad en su forma y peso se utilizaron antiguamente como unidad de medida para pesar piedras preciosas y especias. |
Ceratonia deriva del griego keratós= cuerno, por el aspecto y la consistencia córnea de sus frutos, siendo la forma kerónia, a su paso por el árabe, la que originó la palabra algarrobo. De este vocablo proviene la voz árabe karats que a su vez originó la palabra quilate con la que se denominan en castellano las semillas de algarrobo. Estas semillas por su dureza y la homogeneidad en su forma y peso se utilizaron antiguamente como unidad de medida para pesar piedras preciosas y especias, dando nombre a la unidad de peso de los joyeros. El peso de una semilla de algarrobo es asombrosamente constante con una ligera variación que va de los 190 a los 205 mg, entrando cinco semillas en un gramo. Actualmente, el quilate equivale a 200 mg.
El tamaño, forma y dureza de las semillas las hace ideales para ser ensartadas como cuentas por lo que se han utilizado frecuentemente para fabricar entre otras cosas rosarios (recuerdo el rosario de mi abuela de cuentas de algarroba...)
Además de estos usos, de las semillas se obtiene una goma, llamada garrofín, muy utilizada como espesante en las industrias alimentaria y cosmética y como apresto de textiles. Esta sustancia también es usada en las dietas de adelgazamiento pues al ser ingerida confiere sensación de saciedad. Con las semillas tostadas se elabora un sucedáneo del café.
"El guardián del Conjuro". Algarrobo sobre el roquedo calizo que da paso al Paraje El Conjuro. |
Su madera es dura, densa y de grano fino por lo que es usada en ebanistería para tallados |
Son muchísimos los aprovechamientos que se obtienen de la algarroba. Es un fruto dulce que contiene un 40-50% de azúcares lo que lo hace muy nutritivo. Se ha utilizado como alimento para el ganado y en épocas de carestía para consumo humano. Moliendo las algarrobas se obtiene una harina con la que se elaboran sucedáneos del chocolate así como dulces y batidos.
Con el desuso de las caballerías, que se alimentaban de algarrobas, la importancia económica del algarrobo ha decrecido enormemente en a lo largo del siglo XX, quedando hoy como testimonio de su pasado glorioso.
Por su contenido en azúcares la algarroba es susceptible de ser fermentada y destilada, obteniéndose una especie de aguardiente de alta graduación. Las melazas de este fruto también se emplean para endulzar vinos.
Su madera es dura, densa y de grano fino por lo que es usada en ebanistería para tallados y en carretería. La corteza es rica es taninos y se utiliza para el curtido de pieles. Como planta medicinal se emplea por sus propiedades astringentes, el cocimiento de la corteza cura las diarreas. Por el contrario, las semillas molidas tienen propiedades laxantes.
La Cuesta de los Algarrobos. En primer plano un magnífico ejemplar de algarrobo. |
En Alhama las algarrobas se han utilizado básicamente como forraje para el ganado. No obstante, es conocido que las especies de la familia de las leguminosas se caracterizan por presentar una asociación en las raíces con ciertos microorganismos que les permiten fijar el nitrógeno atmosférico, lo que le confiere la capacidad de mejorar el suelo en donde se desarrollan. Además de esto, la descomposición de la hojarasca que cae al suelo que se encuentra bajo la influencia de su copa, produce una especie de tierra vegetal cuya excelentes cualidades para el cultivo de macetas conocen muchas alhameñas. Me cuenta mi amiga Marita "la joyera" que su madre la enviaba a por la tierra de un algarrobo cercano cuando arreglaba las macetas de su cortijo en Malaguilla.
En el lenguaje de las flores esta planta simboliza la elegancia. Las creencias populares le han atribuido en ocasiones propiedades mágicas: se ensartaban varias algarrobas en un cordón y se colgaban de las paredes para proteger las viviendas. Algunas personas llevaban vainas secas de algarroba para mantenerse con buena salud y asegurarse una vida larga.
Son muchas las historias y anécdotas que pueden contarse de estos árboles. Estas magníficas plantas son dignas de ser apreciadas no solo por sus cualidades biológicas o por sus aprovechamientos, además forman parte de nuestro más profundo acervo cultural. Los pocos algarrobos que quedan en los alrededores de Alhama son árboles centenarios, seres venerables que han visto crecer a muchas generaciones de alhameños por lo que merecen todo nuestro respeto y admiración.
BIBLIOGRAFÍA:
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