EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 20 ECOLOGÍA Y MEDIOAMBIENTE
 
 
Francisco Javier Canillas Fernández
NATURALISTA
De ruta por el sendero
"PINAR DE ALHAMA"

En esta ocasión vamos a hacer una nueva ruta por la Sierra, recorriendo buena parte del Municipio de Alhama a través de sus pinares y lo haremos disfrutando de las veredas tradicionales y de los paisajes de la Sierra de Gádor en plena naturaleza.

Se trata de una ruta muy deportiva por la distancia recorrida, los desniveles y el tiempo empleado, aunque para nosotros la práctica del senderismo no se limita a su faceta estrictamente deportiva, sino que nos permitirá conocer aspectos culturales y naturalistas de gran interés, como contemplar los vestigios de lo que fue la vida del hombre en la Sierra, con sus cortijos tradicionales, aljibes, minas, majás, corralizas, hoy día casi todo en ruinas, y conocer nuestras flora y fauna, tan ricas y de aspecto siempre cambiante a lo largo del ciclo anual.

Comenzamos en Alhama, desde las Escuelas bajamos la cuesta de las Peñicas, al llegar a una bifurcación bajamos por la derecha hasta alcanzar el cauce del Barranco del Moralillo, poblado de adelfas, taráis y cañaveral, cruzamos el barranco y subimos por la carretera asfaltada, al pasar la primera curva y a la izquierda, en un desmonte junto a la carretera se inicia la estrecha y empinada senda forestal que enseguida penetra en el pinar carrasco.

El pinar aquí presenta un aspecto achaparrado, con escasa talla, no solo por las escasas lluvias que recibe, sino por la pobreza de los suelos, llamados litosoles por reducirse prácticamente a la roca madre. El pino carrasco aparece aquí acompañado por otras plantas xerófilas, adaptadas a la aridez, como la rosa de la virgen (Fagonia cretica), rascavieja (Launaea lanifera), esparraguera (Asparagus stipularis), boja blanca (Artemisia barrelieri), boja negra (Salsola genistoides),

 

La senda sube ahora empinada hasta la Cañada de los Jollines, allí ya en el aljibe se toma un carril que sigue subiendo por una pronunciada pendiente sobre terreno de launas.

siempreviva (Sedum sediforme), espliego (Lavandula multifida), ajedrea (Satureja obovata), tomillo rojo (Thymus hyemalis), coronilla de rey (Globularia alypum) y muchas otras especies de la flora termomediterránea.

Tras pasar un breve collado, cruzamos el Barranco del Romeral, poblado como su nombre indica por numerosos y grandes romeros.

La senda sube un poco adentrándose en el pinar hasta alcanzar un cruce de caminos, el de la izquierda baja al Barranco de la Cutití, el de la derecha sube al Moralillo a través de la umbría del Sacromonte, nosotros seguiremos de frente, por la Solana de los Barranquillos para adentrarnos en el Barranco de los Cazadores.

En el cielo nos puede sorprender la silueta de algunas rapaces como el cernícalo, halcón, águila perdicera, azor, ratonero.

Por esta zona, de abundante atochar, encontramos arbustos interesantes como espino moruno (Rhamnus lycioides) y barrilla salada (Salsola webbii) en las zonas más expuestas al sol, y adelfilla (Bupleurum gibraltaricum) en rincones algo más húmedos.

Descenderemos hasta cruzar el Barranco de los Cazadores para seguir ahora por la umbría. Aquí el pinar está mucho más desarrollado, y si hacemos la ruta tras las lluvias otoñales, propuesta muy recomendable, podemos disfrutar con la visión de gran variedad de setas y hongos, verdes alfombras de musgos cubriendo la tierra, costras de líquenes blancos, anaranjados o negros sobre las rocas, la delicada y ramificada pinchuíta (Selaginella denticulata), pequeños helechos rupícolas, escondidos en las grietas y oquedades de la roca caliza y los ombligos de Venus, con sus redondas y turgentes hojas.

La senda sube ahora empinada hasta la Cañada de los Jollines, allí ya en el aljibe se toma un carril que sigue subiendo por una pronunciada pendiente sobre terreno de launas.

Aquí nos acompaña vegetación mesomediterránea: aladierno (Rhamnus alaternus), chupaeras o matagallos (Phlomis purpurea), palaínes (Genista cinerea), aulagas (Ulex parviflorus), lentisco (Pistacia lentiscus), estepa blanca (Cistus albidus), alguna pequeña encina (Quercus rotundifolia), etc.

Dejaremos un cruce a la derecha que va al cortijo del Cerro Montellina y luego el de Contrata a la izquierda, para seguir por el carril principal, paralelo al barranco, contemplando la exuberante vegetación arbustiva que crece en él, destacando adelfas, escaramujos, zarzas, y la malva alpujarreña Lavatera oblongifolia, incluso aún sobrevive por aquí algún ejemplar de álamo blanco, testigo superviviente de los incendios que asolaron la Sierra y que fueron acabando con las alamedas que antaño habitaban estos barrancos.

Seguimos subiendo por el carril hasta alcanzar la carretera de Alicún, en el paraje del Serbalillo, andamos escasos metros por esta carretera en dirección Norte para desviarnos enseguida por el carril de tierra del Chaparral, que sale a nuestra derecha bordeando el pinar hasta alcanzar el Llano del Paje, seguimos ahora descendiendo por el camino que baja al Moralillo y que sigue cerca del borde del pinar.

Esta es una buena zona para observar aves forestales, tenemos una buena muestra, y aunque su presencia es variable a lo largo del año, en primavera podemos observar pinzones, jilgueros, chamarizos, carboneros comunes y garrapinos, palomas torcaces, tórtolas europeas, mirlos, piquituertos, pito real, cuco, alcaudón común, etc.

 

 

En el cielo nos puede sorprender la silueta de algunas rapaces como el cernícalo, halcón, águila perdicera, azor, ratonero.

Hasta este punto habremos recorrido 13,5 kms con un desnivel acumulado de unos 540 metros, y un tiempo de marcha estimado de 4-5 horas.

Entre la flora primaveral tenemos bellísimas flores de orquídeas (Ophrys fusca, Ophrys lutea, Ophrys tentredinifera, Orchis colina), lirios (Iris filifolia), gladiolos (Gladiolus italicus), gamones (Asphodelus ramosus), etc.

El camino sale a un carril que por la derecha se adentra en El Chaparral, por la izquierda baja al Cortijo Don Emilio

junto al Barranco del Pasillo, mientras nosotros seguimos de frente bajando al Moralillo, durante el descenso pasaremos junto a la balsa y la fuente del Moralillo, que aparecerán a nuestra derecha según el sentido de la marcha, aquí podemos refrescarnos y reponer agua para seguir bajando entre cultivos y cortijos por el camino cementado, ignorando un cruce que sale a la derecha y

hasta alcanzar la carretera del Olivillo, la cual seguimos por la izquierda, cruzando el Barranco del Moralillo y alcanzando Alhama por el Barrio de las Cruces.

Hasta este punto habremos recorrido 13,5 Km, con un desnivel acumulado de unos 540 metros, y un tiempo de marcha estimado de 4-5 horas

Dificultad media. Cota mínima: 420 m. Cota máxima: 900 m.

Mapas: Hoja 1044 Alhama de Almería E 1:50.000, E 1:25.000, E 1:10.000.

Para más información o para realizar la ruta podéis poneros en contacto con el autor.

Algunas recomendaciones:

- Llevar agua, gorra, protección solar, botas para andar, ropa cómoda y de abrigo. Ir acompañados y llevar móvil.

- No fumar ni hacer fuego, debemos evitar los incendios, que tanto daño han hecho ya a nuestra Sierra.

- No abandonar residuos, nos volveremos a llevar todo lo que hayamos traído, sin ensuciar la belleza y pureza del campo.

- No arrancar plantas, nos las llevaremos en nuestra cámara de fotos; ni molestar a los animales, llevaremos prismáticos para observarlos mejor.

Bibliografía:

- Canillas, F. J.: "Senderismo por la Vereda de La Puente a Fuente del Rey". El Eco de Alhama. 2002.

- Canillas, F. J.: "Nuestros Árboles". El Eco de Alhama. 2004.

- Cañadas, D.: "GR 140 Sendero Almería". 2004.

- Kunkel, G.: "Flórula del Desierto Almeriense". 1987.