< ¿La infancia también la pasaste por allí?
- Hice la educación primaria en Lubrin hasta los diez años.
Después tuve la suerte que había dos o tres maestros que junto
con el cura montaron una academia para preparar el Bachillerato
a los alumnos a partir de los diez años. Había también en
algunos pueblos de la provincia, entre ellos Alhama.
< ¿Y como os examinabais?
- Cada año veníamos a Almería y nos examinábamos por libre.
Aquello era terrorífico. Imagínate en dos días examinarte
de once asignaturas y encima ¡oral! . Para un niño con once
años suponía algo durísimo.
< Los tiempos han cambiado.
- Desde luego. Cuando a los alumnos les digo ahora de poner
un examen al día siguiente y me dicen que no, pues ya tienen
uno puesto, pienso en la diferencia. Como todo tenía su parte
buena, pues aprendías a dominar el lenguaje y a soltarte y
superar los nervios.
Después mi hermano y yo nos vinimos a estudiar a Almería.
Vivíamos en una pensión ya que mi padre era funcionario y
por entonces los funcionarios no es que estuviesen muy bien
en cuanto al sueldo, por lo que hubo que descartar estar internos
en un colegio. Mi padre después de dos años en un pueblo de
Murcia (Villanueva de Segura), pidió traslado a Los Gallardos
donde vivía su madre y de este modo mi madre se vino a vivir
con nosotros a Almería. Desde el punto de vista económico
era más llevadero.
< Y por fin decides estudiar magisterio.
- Estudié Magisterio en Almería y lo terminé en Junio de
1962. Allí conocí a Loli la que después sería mi novia y mi
mujer. Ella empezó la carrera justo el año que yo terminé,
y debido a la enfermedad de un profesor suyo, me propusieron
sustituirle en las clases. De este modo nos conocimos.
< ¿De donde es Loli?
- Ella es de Almería. Pero en aquella época vivía en Cazorla
pues sus padres trabajaban allí, y estaba estudiando en casa
de su abuela.
< ¿Qué hiciste nada mas terminar?
- Para que tengáis una idea de cómo estaba el patio por entonces
os cuento lo que hice.
Se crearon unas "escuelas de temporada" que se llamaban,
dedicadas a dar clase en las cortijadas y pedanías de los
pueblos. Se instalaban dos o tres meses en cada lugar en habitaciones
que alquilaba cualquier familia del pueblo. Recuerdo que con
un "isocarro" cargamos cuatro mesas plegables y dieciséis
sillas y desde la Delegación me las llevé a la Estación de
autobuses y las subí a la baca de la alsina. Me fui a Lubrin
y desde allí un tío mío con unos mulos me subió las mesas
y sillas hasta una pedanía donde me destinaron llamada La
Fuemblanquilla a 17 km. El caso es que cuando volví a primero
de mes a Almería a cobrar me pagaron mil doscientas pesetas.
Gasté sólo el dinero del billete de vuelta al pueblo y un
paquete de celtas cortos. Cuando llegué me dijo la dueña de
la habitación que tenía que pagarle cuarenta pesetas por día,
así que por treinta días eran mil doscientas pesetas. Le dije
que tomase todo lo que tenía, que incluso faltaba un poco
que no me llegaba. Hice la maleta y me vine. Les dije que
para trabajar por la comida en mi casa ya la tenía. A la semana
la Inspectora me mandó llamar y me comentó que lo habían arreglado
de modo que cada niño pagara una peseta diaria y así podría
ahorrar quince pesetas al mes. No te pienses que te hablo
de la posguerra ni nada, sino del año 1962.
< .. Y esto ¿Cuánto duró?
- Acabé en Diciembre y le dije a mi padre que me tenía que
preparar unas oposiciones de lo que fuese. Me presenté a oposiciones
de Correos y las aprobé. Fueron en Enero y el destino me lo
daban en Junio. Mientras esperaba estos meses, estaba descansando
después de unos días duros de estudio preparando las oposiciones
a correos, recuerdo que una mañana del mes de febrero se acercó
mi padre a mi habitación temprano con una pluma en la mano
y me dice "Juanico, mira, resulta que te he cursado la solicitud
de la Oposiciones a Magisterio y son esta mañana. No pierdes
nada con presentarte". Yo me quedé de piedra. He de reconocer
que él tenía una ilusión muy grande de que fuese maestro.
Aprobé también las oposiciones a Magisterio y al llegar Junio
me encontré con las dos oposiciones aprobadas. Tuve que pedir
excedencia en magisterio pues ya me habían destinado a Ronda
por correos y allí estuve durante tres años. Cayetano Martínez,
que estuvo tantos años en Alhama se presentó junto conmigo
a estas oposiciones.
< ¿Qué fue de Loli por entonces?
- Loli tuvo su primer destino en El Margen de Oria, una cortijada
donde incluso ellas mismas se hacían el pan. Allí estuvo un
año y después la destinaron a Huechar. Allí nos casamos y
teníamos una casa donde solo venía los fines de semana a verla.
< ¿Cómo vuelves definitivamente a Magisterio?
- Estuve en correos hasta el años 1966 que me llegó la hora
de hacer el servicio Militar. Fue cuando decidí pasarme a
Magisterio porque de esta forma yo sólo haría Milicias Universitarias
durante el verano y el resto del año podía seguir trabajando.
Por entonces en este intervalo de tiempo a mi padre le dio
una parálisis y pasamos momentos duros en mi familia ya que
se tardó casi un año en tramitar la pensión y tuvimos que
ajustarnos económicamente.
< ¿Dónde fuiste a hacer las Milicias Universitarias?
- Me destinaron a las Milicias a León y recuerdo que cuando
terminé el primer verano, de paso por Madrid, pregunté en
correos por si había destino para Alhama, ya que Loli, que
ya era mi novia estaba en la escuela de Huechar. Me dijeron
que tan solo seis días antes Cayetano había tomado posesión
de la Estafeta de Alhama.
Cuando acabé las Milicias me dieron destino provisional durante
un año en la escuela de La Cañada. Después otro año en Gador
y por fin destino definitivo al año siguiente en Los Lobos
de Cuevas del Almanzora. Por entonces ya nos habíamos casado
y yo me venía los sábados a Huechar a ver a Loli y a mi niña
que estaba recién nacida.
< ¿Cómo fue entonces el venir a Alhama?
- En los Lobos estuve solo tres meses porque por entonces
se produjo una vacante en Alhama, no recuerdo si fue Doña
Micaela exactamente, por lo que solicité el cambio y me lo
concedieron ya que tenía a mi familia aquí. Empecé en enero
del curso 1968-69. Siempre tuve a niños grandes. Después cuando
quitaron la escuela de Huechar Loli también se vino al colegio
de Alhama.
< ¿Tus dos hijos nacieron aquí en Alhama?
- Si, los dos. Allí pasaron su niñez y su infancia hasta
que no hubo mas remedio que venirse a Almería a estudiar.
< ¿Cómo estaba el colegio en esos años?
- Tan solo estaba el colegio de arriba. Recuerdo que tan
solo le llevaba diez o doce años a la primera promoción que
tuve, pues yo tenía veinticinco años y ellos trece o catorce.
El director era Don Robustiano y recuerdo que compartí con
Doña Maria Luisa Anes durante un tiempo el Salón Parroquial
mientras construían el colegio nuevo de abajo. Cuando terminaron
las obras volvimos de nuevo al colegio.
Al poco tiempo se marcho Don Robustiano y me eligieron a
mí de director.
< ¿Siempre has estado de Director?
- No siempre, estuve al final unos tres o cuatro años sin
serlo. Entre otras razones yo pienso que los cargos deben
ser renovados después de algunos años. Puedes empezar a dejarte
llevar por la inercia y es bueno renovar con nuevas iniciativas.
< ¿Cómo se llevaba el cargo?
- Bien. Hubo un periodo de la dirección que fue muy conflictivo,
la época de la Transición Española. Los alumnos no se daban
mucha cuenta, pero yo tenía un claustro en esos momentos en
que te encontrabas gente de extrema derecha y gente que pertenecían
al partido comunista. Imagínate tratar con todos en el claustro
de profesores y poner a todos de acuerdo. La verdad es que
tuve siempre mucha suerte gracias a que todos pusieron de
su parte y las relaciones siempre fueron buenas.
Hay una anécdota de esa época que casi ningún alumno se enteró
y muy poca gente lo supo. En la época de la transición, gobierno
de Arias Navarro todavía, hubo un conato de huelga. Se presentó
en el colegio un señor al que yo conocía de vista pues había
venido alguna vez por aquí proponiéndonos que secundásemos
la huelga. Yo le atendí y después se lo comuniqué a todos
lo que había pasado, que se lo pensasen bien y que después
tomasen una decisión. Al día siguiente una pareja de la Guardia
Civil vino a buscarme al colegio y me tuvieron una mañana
entera en el cuartel, para disgusto sobre todo de mi familia.
Me preguntaron y propusieron que firmase una declaración hecha
por ellos de lo que había hablado con este hombre. Yo les
dije que no firmaba, que les haría yo una declaración de lo
que había hablado y así lo hice. Estuvieron varios días molestándome
diciendo que lo que había escrito no comprometía a nada, hasta
que por última vez les pedí una orden judicial para entrar
en el colegio, esto hizo que por fin no volvieran más a molestarme.
< Anécdotas como esta y otra índole me imagino que muchas.
- Muchísimas. Han sido veinticuatro años y unos meses lo
que he estado en Alhama de maestro ya te puedes imaginar.
La mejor edad de mi vida. Los veinticuatro años después de
casado.
< Hay una anécdota que siempre que hablamos de ti y te
recordamos cuando nos juntamos los amigos, antiguos alumnos
tuyos y que creo que a la mayoría se les viene a la memoria
el verte entrar, sentarte en la mesa, abrir la famosa "libretilla"
en la que llevabas tus temas, perfectos, con unos dibujos
geniales hechos a mano, y llamar al primero de la lista que
saliera a la pizarra. - "venga háblame de la Célula" - . El
alumno piensa que no se acuerda de nada y entonces Don Juan
Gallardo, con su cigarro en la mano comienza a expulsar el
humo haciendo ceros con la boca que pasan volando delante
de la cara del alumno, al que te puedes imaginar los que le
pasa por la cabeza. (Juan se ríe recordando).
- La verdad es que a esta "libretilla" yo le tenía mucho
cariño y sobre todo como has dicho al tema de "la célula",
pues tuve gran influencia de mi profesor José Maria Artero,
un gran amante de la biología. Esos dibujos eran los mismos
que él nos había enseñado. La verdad es que los medios también
eran distintos a los de ahora, con el video, los ordenadores,
Internet, etc. También pienso que antes había mas espíritu
de sacrificio que ahora. Recuerdo que hubo una época en la
que conseguimos algunas becas para algunos alumnos. Mandamos
un informe sobre quien pensábamos que debía obtenerlas, pero
no le hicieron caso y la verdad es que no estábamos totalmente
de acuerdo con el resultado. Y recuerdo que hablando con un
padre me decía que las becas debían dárselas a los que tenían
mejores notas; yo le contesté que no estaba de acuerdo pues
tenía alumnos que sacaban muy buenas notas porque tenían profesores
particulares que se podían costear y a su vez tenía alumnos
que probablemente sacaban notas algo menos buenas pero que
aprobaban los exámenes después de estar toda la noche regando
con su padre y venir a examinarse sin dormir apenas. Esa gente
merecía las becas a mi modo de entender. La nota de un examen
no lo es todo. Siempre hay algo más que mirar.
< Y por fin llega el momento de abandonar nuestro pueblo,
¿a que se debió?
- Como ya comenté antes, los niños se tuvieron que marchar
a estudiar a Almería y nos bajamos a vivir con ellos. Estuvimos
subiendo y bajando unos años. Pero llegó un momento en que
esto se hacía duro, el trafico, el reloj siempre. Decidimos
cambiarnos a Almería. Tuvimos creo que cuatro veces los papeles
de la solicitud de traslado rellenos y los rompimos. Fue muy
duro dar ese paso. Si la carretera hubiese estado como ahora
nosotros no nos vamos de Alhama.
Nos cambiamos al colegio Los Millares, cerca de la Delegación
donde también hemos estado estos años muy a gusto.
< La verdad es que hay que reconocer que el pueblo os
ha querido siempre mucho.
- El pueblo de Alhama siempre nos ha demostrado mucho cariño.
Una muestra muy importante fue cuando tuve mi Angina de Pecho.
Recuerdo que la persona que estaba en la cama de al lado preguntaba
a las enfermeras que si era alguien importante, pues no paraba
el teléfono de sonar ni las visitas. Gracias a Dios nunca
he tenido disgustos con nadie, en mis veinticuatro años.
< Hubo un homenaje que te hicieron a finales de los ochenta
- Si, cuando deje de ser Director el Ayuntamiento ofreció
una comida en el Hotel y me hicieron un pequeño homenaje.
Al igual que ahora cuando me he jubilado el colegio junto
con el Ayuntamiento organizaron otro homenaje el día dos de
Julio de 2005, que me emocionó muchísimo pues no me lo esperaba
y resultó algo impresionante. Allí me comunicaron que era
intención del Ayuntamiento el nombrarme Hijo Adoptivo de Alhama,
pero no se si se hará.
Yo te digo la verdad, cuando me dicen mis amigos he estado
en tu pueblo o esto ha pasado en tu pueblo, no se refieren
a Lubrin sino a Alhama. Yo nací en Lubrin. Uno es de donde
nace porque la naturaleza lo ha impuesto así, pero en Lubrin
he estado doce años de mi vida y en Alhama he estado veinticinco.
En Alhama me casé. En Alhama he criado a mis hijos. En Alhama
me he desarrollado profesionalmente y emocionalmente. Tengo
amigos entrañables. Yo, desde que murió mi abuela, en Lubrin
solo conozco a algunas personas mayores, en Alhama me conoce
casi todo el pueblo. Yo por supuesto no puedo renunciar a
mis raíces, pero emocionalmente me siento mas identificado
con Alhama.
< Y de ahora en adelante ¿Cómo va a ser el día a día de
Juan Gallardo?
- Ahora me encuentro raro todavía. Quiero retomar la guitarra
que la tengo muy abandonada. Estudiar ingles, que no tengo
ni idea. Leer y sobre todo viajar y tener mas tiempo para
visitar Alhama y los amigos. A Loli le quedan dos años para
jubilarse, yo con cuarenta y dos años de trabajo y ella con
cuarenta y uno.
Estoy seguro que conociendo a Juan
Gallardo sabrá sacar el máximo partido de esta nueva
etapa de su vida, que todos esperamos poder compartir
con él muchos años.
Después de realizada esta entrevista,
el Excmo. Ayuntamiento de Alhama de Almería
en Sesión Plenaria del viernes 14 de octubre
de 2005 decidió nombrar a Don Juan Gallardo
Gallardo, Hijo Adoptivo de Alhama de Almería. |
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