El autor, con un lenguaje sencillo y lleno de matizaciones realiza un recorrido biográfico del personaje desde su nacimiento, el día 10 de abril de 1837, hasta su muerte. Pone de manifiesto el devenir de toda una vida de intensa lucha por unos ideales de justicia y democracia.

Comienza con una breve referencia a Francisco Salmerón López, también alhameño -en Alhama le llamaban "Papa Frasquito"-, médico humanista y latinista y describe la niñez de don Nicolás, educado en un ambiente de rectitud y disciplina al cuidado de su hermana Rosalía, persona autoritaria y recelosa, por quedar huérfano de madre con apenas nueve meses de edad. Salmerón tuvo una niñez triste y cohibida, lo que le propició tener un carácter reconcentrado y huraño.

En 1844 y con sólo 9 años inicia el bachillerato en el recién inaugurado Instituto de Bachillerato de Almería, alojándose en casa de su hermana María, casada con Gaspar Molina Capel, también médico, nacido en Gádor.que era secretario del Instituto y profesor del mismo. Concluido el bachillerato Salmerón se traslada a Granada para estudiar Filosofía. Continuaría la carrera posteriormente en Madrid para en 1858 licenciarse en Filosofía y Letras. Poco después, en 1860 se licencia en Derecho por la Universidad de Salamanca. En 1864 gana por oposición la cátedra de Historia Universal en la Universidad de Oviedo, pero no tomaría posesión. En 1866 gana la cátedra de metafísica en la Universidad de Madrid.

Seguidamente, analiza el autor, la situación política anterior a la I República y la participación de Salmerón en la vida política del país.Ya desde su etapa de estudiante, don Nicolás colabora con el clandestino Partido Demócrata madrileño, hecho que provoca su encarcelamiento en la cárcel del Saladero y las reiteradas separaciones de su puesto de profesor.Tras la revolución de septiembre de 1868, recupera su cátedra e inicia su andadura política. En 1869 se presenta a diputado a Cortes por la provincia de Almería, pero no consigue la esperada acta. Dos años después, entonces por la circunscripción de Badajoz, consigue acta de diputado a Cortes. El I I de febrero de 1873 se proclama la I República. En este primer gobierno republicano, presidido por Estanislao Figueras, es nombrado ministro de Gracia y Justicia junto a su hermano Francisco, ministro de Ultramar.

Más tarde, asume la presidencia de la primera República Española durante los meses de julio a septiembre de 1873.Tras su dimisión, le sucede en el puesto Castelar, pasando a ocupar Salmerón desde el 9 de septiembre de ese mismo año la presidencia de las Cortes.

El día 2 de enero de 1874 se produce el golpe del General Pavía. Doce meses después, el 29 de diciembre de 1874, el general Martínez Campos proclama rey de España a Alfonso XII, hijo varón de Isabel II.

Fracasado el sistema republicano, Salmerón es encarcelado en Lugo. Posteriormente sufre el destierro y se traslada a París, donde permanecerá hasta 1885 para regresar de nuevo a su cátedra, que se le había devuelto en 1883.

Un aspecto novedoso que aparece en el texto es el que hace referencia al destino que le dio Salmerón al dinero cobrado por los atrasos recibidos al incorporarse a su cátedra. Compró una mina en Linares, una Dehesa y la casa que su hermano Francisco había construido en Alhama, en la Huerta Rosalía, después de fallecer éste.

Tras su retorno del exilio, funda el periódico La Justicia y el Partido Republicano Centrista. Participa, hasta su muerte, en todas las campañas electorales convocadas porque éstas fortalecían el cuerpo y el ánimo de Salmerón. En estos años, es elegido diputado por Madrid y por el Distrito de Gracia (Barcelona) al frente de una coalición republicana en 1893. Con entusiasmo preside la Unión Republicana en 1903 y el movimiento de la Solidaridad de Cataluña, en 1906, que Salmerón pretendía extender a toda España como arma poderosa para derrocar a la monarquía. Durante estos años pasa algunas vacaciones en Alhama.

En el verano de 1908, Salmerón se retira a un pueblecito francés de Billére, cerca de Pau, donde alquila un palacete llamado Ville des Elffes. Le acompañan su esposa, Doña Catalina, cinco de sus hijos y un nieto pequeño. Allí fallece el 20 de septiembre de 1908. Es enterrado en Madrid el 24 de septiembre de 1908 por expreso deseo de su familia. Tanto su pueblo natal, Alhama de Almería, como la ciudad de Barcelona reclamaron el honor de convertirse en su destino definitivo. Sus restos fueron trasladados al mausoleo que en la actualidad los acoge el 24 de octubre de 1915.