EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 15

HOMENAJE A DON NICOLÁS SALMERÓN Y ALONSO

 
Homenaje a la memoria de Nicolás Salmerón celebrado en Alhama de Almería por los republicanos almerienses con motivo del vigésimotercer aniversario de su muerte. 20 de septiembre de 1931 (Colección particular Elena Gil Martínez.Alhama)

DE RECUERDOS Y OLVIDOS. NICOLÁS SALMERÓN. HOMENAJES

 

María Carmen Amate Martínez

María Carmen Amate Martínez es licenciada en Historia. Bibliotecaria de la Biblioteca-Hemeroteca de la Diputación Provincial de Almería. Miembro de la Junta de Departamento de Historia, del Consejo Editorial del Instituto de Estudios Almerienses y miembro del Ateneo de Almería. Funda en 1996 la revista cultural "El Eco de Alhama" y la dirige desde esa fecha. Ha sido, además, coordinadora del Catálogo que se reseña y comisaria de la Exposición en homenaje a Nicolás Salmerón celebrado este año.

En este artículo la autora nos realiza un detallado recorrido a lo largo del siglo XX sobre los distintos homenajes que la figura de Salmerón ha recibido.

Una palabras del personaje pronunciadas durante un acto político en Almería, marcan el inicio de este texto, en cuanto que su contenido versa sobre como ha sido recordada la figura de don Nicolás con el transcurrir del pasado siglo... pedía Salmerón un recuerdo, no para el político, ni tampoco para el maestro sino para el pensador, para el filósofo... Salmerón ha sido recordado, además, como el digno hijo de Alhama la Seca.

Son varios los calificativos y los símiles que se exponen a lo largo de todo el artículo para glosar las distintas facetas de don Nicolás dignas de recordarse y de admirarse: perteneciente a una especial categoría moral e intelectual de hombres públicos,...un guerrero, un luchador, un ser honesto,...prototipo de político intelectual,...una persona honesta, noble y consecuente.

Su figura brilló con luz propia en la historia del siglo XIX y primeros años del XX para declinar, con el paso del tiempo, hacia un interesado olvido sólo rasgado por el deseo de los almerienses de recordar la figura de tan ilustre hijo de nuestra tierra. Su muerte, en 1908, provocó en el país una profunda conmoción. Almería lloró la muerte de su hijo más ilustre. Los titulares de prensa de la época nos ofrecen una visión fidedigna del dolor causado por su muerte. Las manifestaciones de dolor entre sus conciudadanos quedaron patentes en las numerosas muestras de pésame recibidas por la familia. Fueron multitud los telegramas recibidos desde los más alejados puntos de la geografía española. Éste fue el primer homenaje "espontáneo" que recibió Salmerón tras su muerte.

Con posterioridad, coincidiendo con la efemérides de su muerte, cada 20 de septiembre, se recordaba su figura a través de la prensa.Y no fue hasta I9I8, diez años después de su muerte, cuando, desde las filas de la Juventud de las Izquierdas de Almería, José Moneada Calvache, pintor, hijo de madre alhameña, promoviera desde Almería una velada-homenaje a Nicolás Salmerón, con el apoyo y colaboración de la familia y del Ayuntamiento de Alhama.

El siguiente homenaje a Salmerón se realizó al final de la Dictadura de Primo de Rivera, cuando en Alhama, la Logia Salmeroniana, a través de una suscripción popular, realizó las gestiones necesarias para erigir un monumento en homenaje al hijo de la tierra que le vio nacer, rematado con un busto en bronce. El día 20 de diciembre de 1928 los alhameños rendían tributo a su paisano más ilustre inaugurando el monumento en el llamado Paseo de la Libertad, frente a su casa. Se materializaba así el vínculo que perduró tras su muerte en la memoria colectiva de las familias alhameñas entre Alhama y Nicolás Salmerón.

La proclamación de la II República en abril de 193 I,propició que intelectuales y políticos de toda España le rindieran un homenaje en Almería y en su pueblo natal. Precisa la autora que nunca hasta entonces se había dado en Almería un encuentro de tales características. Los actos programados tuvieron un carácter popular y duraron dos jornadas. El 19 de septiembre de 193 I, sábado, llegaba de Madrid el tren engalanado para la ocasión. En representación del Gobierno de la República llegaron los ministros Indalecio Prieto y Marcelino Domingo junto a la Directora General de Prisiones Victoria Kent. En representación de la familia, dos de los hijos de Salmerón, Nicolás y José. A su llegada fueron recibidos por

las autoridades locales. Hubo discursos, banquetes, paseos y mítines. Al día siguiente se desplazaron todos los visitantes a Alhama. No faltaron a la cita Miguel de Unamuno, por entonces Rector de la Universidad de Salamanca, ni la escritora almeriense Carmen de Burgos. Para la ocasión el pueblo se preparó con banderas, estandartes y música. Desde el balcón de la casa de los herederos de Nicolás Salmerón se sucedieron varias intervenciones entre las personalidades allí reunidas, escuchadas por un público emocionado llegado de toda la provincia.Allí se propuso la idea de cambiar de nombre a Alhama, proponiéndose se le llamara Alhama de Salmerón. Afortunadamente tenemos testimonios gráficos del evento.

Durante la República, Alhama siguió celebrando un año tras otro la fecha del nacimiento de su hijo más ilustre, el pueblo se convirtió en un lugar de peregrinación para los republicanos almerienses. Pero, finalizada la guerra civil, se perdió tanto el nombre de Salmerón como la escultura que presidía el paseo, permaneciendo escondida en unas dependencias municipales. Anota la autora que el espíritu colectivo de sus gentes siempre abrigó el propósito de reincorporarlo a su sitio. En 1969, siendo alcalde Ángel Barquero Marín, se reintegró el busto a su primitivo lugar tras arduas gestiones en el Gobierno civil de la Provincia.

En plena transición hacia la democracia volvió a vivirse en Almería y en Alhama un nuevo homenaje a Salmerón. En esta ocasión la iniciativa vino de parte del Ateneo de Almería. Se celebraron una serie de conferencias durante una semana -entre los días 3 y 8 de mayo de 1977- cerrándose este homenaje con un acto popular en Alhama. Contaban con la colaboración de la Caja de Ahorros de Almería. En el acto popular celebrado en la Huerta Rosalía acudieron más de mil quinientas personas, para muchas de las cuales se recordaba por primera vez en muchos años la figura del ilustre hijo de Alhama. Presentó el acto el alhameño Enrique Martínez Leyva. Tomaron la palabra el alcalde José Antonio Picón García, quien propuso cambiar el nombre del "Paseo de la Liberación", así se denominó durante todo el periodo franquista, por el de "Paseo de Nicolás Salmerón". Tras las intervenciones de Ángel Barquero, José Miguel Naveros, Fernando Martínez, Doña Rosalía, nieta del homenajeado, en nombre de la familia Salmerón y Rogelio Pérez Burgos. Juan Pérez Pérez cerró el acto leyendo varios telegramas de adhesión al acto de homenaje, entre otros, el enviado por el profesor Enrique Tierno Galván.

Grupo de asistentes de Alhama de Almería al homenaje de Don Nicolás organizado por la Casa de Almería y de la Alpujarra en Madrid durante su visita al Senado, mayo, 1988. Colección particular Eduardo López Ruiz, Almería.
Finalmente, ya en la democracia, entre los días 21 y 30 de abril de 1988, se celebró un nuevo homenaje a don Nicolás Salmerón en Madrid, promovido por la Casa de Almería y de la Alpujarra en dicha ciudad. Contó con la colaboración de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid y del Centro Cultural Nicolás Salmerón, de la Junta Municipal de Chamartín. Se trataba de conmemorar el 150 aniversario de su nacimiento. Una vez más, un nutrido grupo de alhameños y alhameñas participaron con su presencia en este acto hubo conferencias, una mesa redonda, visitas al Palacio del Congreso de los Diputados y al Palacio del Senado. La visita al cementerio civil, donde reposan los restos de don Nicolás, ofreciéndole, en nombre de todos sus paisanos una corona de flores, fue el epílogo de este último homenaje a la memoria de este alhameño universal durante el pasado siglo XX.