EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 15

HOMENAJE A DON NICOLÁS SALMERÓN Y ALONSO

 

Salmerón: FILÓSOFO Antonio Heredia Soriano

Antonio Heredia Soriano es profesor de filosofía de la Universidad de Salamanca. Fundador y coordinador de los Seminarios de Historia de la Filosofía Española e Iberoamericana, ha desarrollado una intensa labor investigadora en el pensamiento filosófico de Nicolás Salmerón. Su tesis doctoral, una de las primeras realizadas sobre la figura del ilustre alhameño, es referencia obligada para cualquier estudioso del tema salmeroniano. Ya, desde el homenaje a Don Nicolás realizado por el Ateneo de Almería en 1977, el profesor Heredia ha mantenido una estrecha vinculación con Alhama.

EI autor inicia su exposición afirmando que todo lo que fue Salmerón, como político, docente, abogado, parlamentario, pedagogo, padre, todo ello lo fue en tanto que filósofo.

Recoge el profesor Heredia las palabras pronunciadas por don Nicolás en el Círculo Mercantil de Almería en 1902 en las que afirmaba que la filosofía había sido para él como una vocación que desde mozo tuvo como religión.

Como filósofo fue reconocido, tempranamente, por sus maestros, como Julián Sanz del Río cuando apenas tenía Salmerón veinte años, o

Imagen del despacho de Salmerón en huerta Rosalía, su casa de Alhama. (Colección particular Familia Salmerón, Alhama)

Fernando de Castro, que, entusiasmado por el esplendor, la fuerza y el fondo de sus dotes de orador, dejó escrito "como memoria que ha de ser desde hoy del primer discurso del "filósofo" que ha tomado asiento en el Congreso Español." Para Salmerón la filosofía responde a una necesidad real básica de la especie humana, es el producto al que ésta ha llegado como fruto de su evolución y marcha progresiva por la historia. Es una herramienta con la que el hombre concluye sobre la tierra su afán de vivir humanamente; el instrumento con el que remata su dominio sobre la naturaleza y reafirma su autonomía relativa, no ya sobre sí mismo sino sobre la misma divinidad.

Para la comprensión del pensamiento salmeroniano, el autor analiza de forma minuciosa y profunda el concepto que Salmerón tuvo de la filosofía y la evolución de su percepción sobre la misma a través del tiempo.

Decía Salmerón que el filósofo se afana por elevarse a la síntesis del pensamiento y la existencia en su expresión real que el Universo revela y ve la razón de la evidencia del supremo principio de la ciencia y de la vida. Señala que el Dios de sus disertaciones filosóficas es el Dios de los filósofos, el Dios aristotélico, el motor inmóvil, el Dios de la razón y de la ciencia. Se precisa, además, que Salmerón lo que intentó reflejar en su conducta pública y privada fue ese principio de que sólo se podía realizar nuestra esencia, cumplir nuestro bien fundando nuestra personalidad sobre la base de la ciencia primera, luz suprema del espíritu que todo hombre debe reflejar en su vida.

Con el transcurrir del tiempo, su pensamiento fue evolucionando desde el racionalismo especulativo y espiritualista de su juventud hacia otro racionalismo en consonancia con la mentalidad positiva de la segunda mitad del siglo XIX.

En el apartado denominado la filosofía como "ars vitae", el autor nos lleva a la reflexión sobre el papel trascendente que daba Salmerón a la filosofía, como impulsora de la pedagogía social y fuente de una ética civil. Para Salmerón la filosofía era un medio para enseñar al hombre la ciencia misma de la vida, la verdad fundamental que podemos considerar como el ideal supremo con la plenitud del carácter divino. Entendía que la filosofía no venía a ser otra cosa que la medicina del alma individual y social.

Filosofar para humanizar; para contribuir al ennoblecimiento y mejora de la sociedad. La filosofía como fuerza cultural de liberación y regeneración humanas, la filosofía como forma de vida. Es este el significado más profundo de filosofía que tenía Salmerón como instrumento de transformación.

Finalmente, el profesor Heredia analiza el espacio que ocupa el pensamiento de Salmerón en la filosofía española y señala que, aunque no existe aún un estudio profundo y concluyente sobre su relevancia en este campo, es reconocido que Salmerón como filósofo contribuyó notablemente a la denominada "edad de plata" del pensamiento español.