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Catalina García Pérez,
mujer de Salmerón, natural de Valle del Lozoya (1840-1931).
(Colección particular familia Salmerón, Alhama)
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Será en Madrid donde Salmerón conoce a Catalina García,
natural de Valle de Lozoya con la que mantuvo una relación
hasta el 26 de diciembre de 1862, fecha en la que se celebró
su boda. Catalina contaba 22 años.
Una vez licenciado en 1858, Salmerón desarrolla una intensa
actividad docente y política que le lleva a asistir a las
reuniones de su maestro Sanz del Río, a reunirse con otros
jóvenes en el Café Universal para comentar la actualidad,
a introducirse en el "Círculo Filosófico de Cañizares" y
a inscribirse como socio en el Ateneo de Madrid. Ingresa
en la redacción del diario madrileño La Discusión, dirigido
por Pi y Margall. También colaboró con su hermano en La
Revista Ibérica de Ciencias, Política, Literatura, Artes
e Instrucción Pública en 1861 y con Federico de Castro
escribió un compendio de Historia Universal. En 1864
abandona La Discusión para incorporarse al diario
La Democracia que dirigía Castelar. Desde sus páginas,
Salmerón arremeterá contra las ideas políticas y religiosas
del momento.
En esta fecha, 1864, el joven Nicolás presenta su tesis
doctoral con el siguiente subtítulo: La historia Universal
tiende, desde la edad antigua y moderna, a restablecer al
hombre en el libre ejercicio de sus fuerzas y relaciones
para el cumplimiento del destino providencial de la Humanidad.
Unos meses más tarde obtiene su primera cátedra de Historia
Universal en la Universidad
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de Oviedo. Su vinculación con la vida política madrileña
le lleva a renunciar a esta cátedra con el fin de no alejarse
de Madrid.
Desde su puesto como profesor auxiliar de la Universidad
Central, Salmerón realiza una intensa defensa de la separación
entre la iglesia y el estado. Al mismo tiempo, defiende
a ultranza la libertad de cátedra.
En el escenario político, Salmerón dimite como miembro
del Comité Democrático del Partido Demócrata por negarse
a secundar la política de Castelar. En noviembre de 1865
se aleja del Partido e intensifica su actividad intelectual
en la Asociación para el Progreso de las Ciencias Sociales.
Aprovecha este transitorio alejamiento de la política para
elaborar una Introducción al estudio de la Historia y un
artículo sobre la Filosofía novísima en Alemania.
En 1867 Salmerón sufre las represalias por no participar
en los actos de adhesión a la Reina Isabel II y, especialmente,
por su pertenencia al clandestino Partido Demócrata. Es
separado de su cátedra y enviado a prisión en junio de ese
año. Cinco meses después se le permite recuperarse de sus
dolencias en Alhama. Tras la Revolución de 1868 regresa
a Madrid para incorporarse activamente en la vida política
del país.
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