EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 12 |
Vida saludable |
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Vicente J. Martínez
Rubio
Licenciado
en Psicología
En esta ocasión, vamos a dedicar este apartado a las fobias, especialmente a la fobia escolar y a la ansiedad de separación. Antes de empezar a hablar sobre ellas, he querido comentar un poco en qué consiste tanto el miedo como las fobias, diferencias y similitudes. En el apartado final he dedicado especial atención a la ansiedad de separación, debido a la enorme frecuencia de este trastorno en las situaciones escolares. Terminamos con una serie de consejos al respecto. |
Título así este apartado para intentar mostrar las diferencias fundamentales entre el miedo y las fobias, o por lo menos exponer lo que es característico de cada uno de ellos. Para hacerlo, hablaré primero sobre el miedo, sus funciones, naturaleza, etc.. Una vez hecho esto nos resultará más fácil comprender en qué consisten las fobias así como sus similitudes y diferencias con respecto al miedo.
El miedo es una reacción emocional que nos permite identificar una situación como peligrosa a la vez que moviliza todos los recursos disponibles para afrontar lo mejor posible la situación. Ejemplo, si un chaval se encuentra en plena calle con un perro corriendo hacia él a toda velocidad y con cara de pocos amigos, inmediatamente el mecanismo del miedo detectará la situación como peligrosa y pondrá en funcionamiento todos los procesos necesarios para salir corriendo. Todo esto tiene lugar en cuestión de milisegundos, y empezamos a ser conscientes de la situación de peligro una vez que la respuesta de huida ya se ha desencadenado. Como podemos ver, el miedo nos mantiene alejados de los peligros por lo que es de suma importancia para nuestra supervivencia. El miedo es una reacción absolutamente normal y necesaria, también constituye una de las emociones básicas que como la ira, la alegría, la tristeza, etc. es compartido por todas las culturas del mundo por muy aisladas que éstas estén y son expresadas con los mismos rasgos faciales. El resto de los mamíferos también comparten estas emociones, pero a diferencia del hombre no son conscientes de ellas. No tienen el sentimiento consciente de miedo. Tanto en animales como en humanos, los comportamientos observados en situaciones de peligro son: inmovilidad, retirada, aparentar ser peligroso, ataque y sumisión. Estos comportamientos en el hombre, tienen la posibilidad de ser más afinados y acordes a la situación de peligro en la medida que la capacidad de razonamiento va adquiriendo más y más datos sobre la situación.
Aunque la importancia del miedo en nuestras vidas se indiscutible, no todos los niveles de miedo son adecuados. Tener mucho miedo provoca entre otras cosas rigidez muscular, haciéndonos torpes en nuestras actuaciones. Por otro lado, bajos niveles de miedo hace que no estemos lo suficientemente atentos, dando lugar a descuidos que pueden costarnos caros. Niveles intermedios de miedo resultan ideales para la resolución con éxito de una situación de peligro. Es importante también la duración de este estado emocional ya que si el miedo es prolongado se empieza a manifestar a través del estado de ánimo y puede aparecer fatiga, dificultades para dormir, pesadillas, inquietud, facilidad para sobresaltarse, pérdida del apetito, agresividad, etc. | Viajar en avión, una fobia muy extendida |
Las fobias, en comparación con el miedo, no son ni normales ni necesarias, sino todo lo contrario. Consisten en un miedo llevado al extremo, irracional y constante en la vida de quien la sufre, a estímulos o situaciones que pudieran ser peligrosas pero no hasta el punto que la persona fóbica las considera. Son irracionales para quien las sufre, es decir, sabe que el miedo que experimenta es excesivo, que no es para tanto pero, aún así, la fobia no desaparece. Esta característica no siempre se cumple ya que a edades infantiles, la capacidad de análisis y razonamiento aún no están desarrolladas.
En este lugar no encontraremos a ningún agorafóbico |
El miedo experimentado es tan intenso que en ocasiones pueden desencadenarse ataques de pánico consistentes en la aparición súbita de síntomas de miedo muy intenso, acompañados de la sensación de muerte, palpitaciones, dolor en el pecho, mareo, vértigo, sudoración, temblores, etc.(tomado de "Una introducción a la Psicofisiología Clínica"). Si la situación se prolonga, las consecuencias pueden ser totalmente desastrosas como: pérdida del control de las funciones corporales, desvanecimiento, ataque al corazón o apoplejía, es decir, suspensión súbita del funcionamiento de determinadas zonas del cerebro. Es tal la ansiedad experimentada que estas personas hacen todo lo posible (y aquí entra todo lo que podamos imaginar) para evitar enfrentarse a los estímulos o situaciones tan temidas. Es por esto por lo que las fobias dificultan de un modo salvaje poder llevar una vida normal. |
Imagínense una persona con agorafobia. La agorafobia consiste en un temor exagerado a espacios abiertos, lugares públicos o situaciones donde escapar o recibir ayuda en caso de que sea necesario, sea muy difícil o imposible. Estas personas son presas de sus casas. Temen salir y exponerse a estas situaciones a pesar de lo inconvenientes que esto supone. Normalmente estas personas salen si lo hacen en compañía de alguien que sea de confianza pero, aún así, el grado de deterioro que la agorafobia ejerce en sus vidas es considerable.
Una noche para olvidar
Veamos ahora otro tipo de fobia. La fobia social es una de las fobias más extendidas y que cada vez afecta a más adolescentes. Consiste en un temor exagerado a todas aquellas situaciones que impliquen un contacto social, donde la persona teme actuar de forma embarazosa o ser evaluada por otros de forma negativa. Este tipo de fobia, como la anteriormente comentada, conduce a un aislamiento nada deseable para el desarrollo de la personalidad, de hecho el 60% sufren trastornos de personalidad y uno de cada cuatro pacientes dependen del alcohol para relacionarse con los demás, también en esta cantidad sufren depresión.
Decía más arriba que cada vez es mayor el número de adolescentes con este tipo de fobia. Esto es debido a que en la última década, los niños pasan mucho tiempo solos frente al televisor, o en juegos que no necesitan la presencia de otros amigos. Esto impide que el niño desarrolle las habilidades sociales necesarias para relacionarse con los demás. Habilidades fundamentales en el día a día. Otro factor de riesgo radica en el hecho de tener a nuestros pequeños entre algodones, excesivamente protegidos, sin permitir la posibilidad de que se enfrenten a situaciones que les permitan poner en marcha estas habilidades y adquirirlas sobre la base de la experiencia. | Insoportable para un aracnofóbico |
Existen muchos tipos de fobias según el objeto de la fobia. Vease el diccionario de las fobias, tabla I. Cada una de ellas comparten todas las características anteriormente comentadas, miedo intenso con posibilidad de ataque de pánico, irracionalidad, constancia en la vida de quien las sufre y comportamientos de evitación. Los tratamientos más eficaces incluyen en su desarrollo una exposición gradual al objeto de la fobia.
DICCIONARIO DE LAS FOBIAS |
Para conocer el nombre de determinadas fobias, tenemos un cuadro que nos ayudará a construir el nombre en cuestión. En cada casilla encontramos dos palabras unidas por un guión. La palabra de la izquierda es el nombre griego del objeto de la fobia. A la derecha la traducción al castellano. Basta con añadir al término griego de aquello presuntamente aterrador, la palabra fobia y ya lo tenemos. Ver tabla I.
aero-aire | esfera-pelota | oxy-afilado |
amatho-polvo | esquelet-seco | pater-padre |
anemo-viento | galacto-leche | fago-comer |
athlet-competición | gastero-estómago | filo-amar |
biblio-libro | gluco-dulce | fono-sonido |
caco-malo | gimn-desnudo | ploss-lengua |
copro-estiércol | hagio-sagrado | presbi-viejo |
chaeto-pelo | hepar-higado | psico-mente |
cholero-cólera | herp-arrastrarse | rino-nariz |
derma-piel | hypno-sueño | sauro-lagarto |
didacto-enseñar | kara-cabeza | taco-rápido |
dis-mal | lalia-conversación | taf-entierro |
eco-casa | latr-culto | tempo-tiempo |
emet-vomitar | lep-escamoso | tana-muerte |
ergo-trabajo | lipo-grasa | topo-lugar |
eroto-deseo | myco-hongos | tribo-frotar |
escop-mirar | oino-huevos | xeno-extranjero |
escript-escribir | orat-hablar | zoo-animales |
FOBIA
ESCOLAR ANSIEDAD DE SEPARACIÓN |
Fobia escolar se puede definir como un miedo extremo y constante con comportamientos de evitación a ir al colegio. Unas veces la ansiedad experimentada se deriva de situaciones propias del colegio como, leer en voz alta, saltar aparatos de gimnasia, suspender un examen, salir a la pizarra, etc. Aparece hacia los 14 años sobre todo si la red de amistad no está lo suficientemente establecida. Otras veces la ansiedad experimentada en el momento de ir a la escuela, se debe a la separación del niño con sus seres queridos. En estos casos no se habla de fobia escolar sino de ansiedad de separación la cual puede darse también en aquellas situaciones donde exista una separación real o esperada por el niño. Este tipo de trastornos supone el 80% de los niños con problemas de ansiedad a la hora de ir al colegio. Aparece antes que la fobia escolar y suele ser mucho más grave. Este trastorno es uno de los que más deterioran la vida del niño. | Situación frecuente en la puerta de los colegios |
Existe una ansiedad de separación absolutamente normal que se da en bebés de aproximadamente siete meses, debida al apego con los padres a estas edades. Si la ansiedad no aparece a esta edad cabe la posibilidad de que estemos ante conductas autistas, si aparece después de los tres años podemos suponer la existencia de un trastorno de ansiedad de separación. Una de las explicaciones de este trastorno sitúa a los padres como los responsables del desarrollo del problema. Son madres, en la mayoría de los casos, que necesitan estar casi constantemente con su hijo y que también experimentan ansiedad cuando tienen que separarse de su hijo.
Sin quererlo pueden transmitir esta ansiedad a los pequeños, apareciendo entonces el problema.
Aquí van una serie de consejos para prevenir que este problema ocurra:
BIBLIOGRAFÍA Jaime Vila
Castellar. Una introducción a al psicofisiología clínica.
Psicología Pirámide. |