EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 10 | EDUCAR PARA LA CONVIVENCIA |
Educar para la conviencia | |
Antonia Ordoño Muñoz |
En una serie de dos artículos nos acercaremos al tema de la convivencia, aspecto a menudo ausente u olvidado en nuestra sociedad de hoy. El primero de ellos intentará plantear los fundamentos teóricos y filosóficos del tema que nos ocupa, enmarcándolos en la historia d e nuestro pueblo. Pues, Andalucía es un buen ejemplo de una convivencia enriquecedora entre distintos pueblos. |
Fundamentos teóricos:
Hay que situar los antecedentes de la convivencia que se produjo en Al-Andalus de judíos, cristianos y musulmanes en lo ocurrido en estas tierras que pasaron a estar regidas por el poder político islámico antes del año 711. Aquí, el estado islámico, un califato entonces con capital den Damasco, permitió que los autóctonos mantuvieran su fe si pertenecían a una de las religiones de libro (La Biblia y La Torá en este caso); de este modo, los crisitianos y judíos que quisieron siguieron como tales, conservando, junto con su religión, sus estructuras jurídico-administrativas internas. Al-Andalus fue así uno de estos ámbitos de co-existencia de las tres religiones (1).
Los Judíos de Spania en perspectiva andalusí (2)
Debemos recordar, sobre la situación antecedente a la andalusí, que ni el número ni las circunstancias de los judíos en la Spania visigoda eran semejantes a las de los cristianos. El cristianismo católico llegó a ser la religión oficial, adoptado pro la monarquía (calculada en unas 300.000 personas al comenzar el siglo VIII) con el catolicismo mayoritario de la población peninsular (calculada en unos tres o cuatro millones de personas)(3).
Entre esos tres o cuatro millones, apenas se contaban una decenas de miles de judíos (4) en penosa situación social y jurídica, económica y cultural, perseguidos por la legislación visigoda que procuraba su eliminación por éxodo o conversión; por lo tanto los judíos de la Spania recibieron a los musulmanes como a salvadores y colaboraron con ellos en la instalación de su estado (5). Las fuentes árabes conservan referencia a esta colaboración, beneficiosa para los judíos de inmediato. Pero antes, los judíos andalusíes reorganizaron su vida religiosa, jurídica y cultural disfrutando de una larga paz, extraordinaria en los anales de la Diáspora.Cuando los musulmanes se extendieron por toda la península ibérica, a comienzos del siglo VIII, los autóctonos tenían la alternativa de convertirse al islam, pasando a ser súbditos plenos del estado musulmán o de pagar un impuesto de capitación, a cambio de mantener su religión, sus autoridades directas y sus bienes, convirtiéndose en súbditos protegidos del estado musulmán (6).
Coexistencia de judíos y cristianos españoles.(7)
Alfonso VIII fue el primer monarca castellano que sabemos utilizó los servicios de varios funcionarios judíos y en Toledo hubo numerosos visires judíos, funcionarios administrativos y judiciales, poco tiempo después de la conquista cristiana de la ciudad.
Muchos de los reyes tenían también judíos que ocupaban cargos de secretarios e intérpretes de documentos árabes. Eran algunos embajadores y tenían que tratar con los señores musulmanes de España y norte de África (8)
Resulta particularmente interesante la forma de tratar a los judíos en el reino de Murcia, cuando en 1267, poco después de la devolución de Murcia a Castilla, Alfonso X "el rey sabio" ordenó que no se permitiera vivir con los cristianos a ningún judío de la capital, sino que residieran en un barrio separado. Se trata del primer decreto que establecían juderías separadas en España, y durante dos siglos o más, el único. (9)
La contribución cultural más importante de los judíos durante su reinado fueron probablemente los numerosos tratados (algunos traducidos del árabe y otros compuestos originariamente en castellano) que constituyen los Libros de Saber de Astronomía, que forman una parte sustancial del hábeas científico alfonsino. Casi todos ellos fueron obra de científicos judíos que estaban muy lejos de ser meros "transmisores de la cultura árabe", como a veces se piensa.
La actividad de los judíos como traductores, no sólo de textos científicos y folosóficos a partir del árabe, sino incluso de obras fundamentales escritas por teólogos cristianos que eran vertidas al hebreo, se prolongó a lo largo de toda la Edad Media. Este último fenómeno es una muestra más de convivencia entre las tres culturas.
La Producción literaria de los judíos en Al-Andalus y en la España cristiana. (10)
A mediados del siglo XII la invasión almohade conmociona las taifas de Al-Andalus y la mayor parte de la España musulmana caerá ante estos invasores, que se adueñaron de ella. Ante el fanatismo religioso y la intransigencia de esta secta, las minorías no musulmanas se vieron ante el dilema de la conversión forzada o la huida. Se produjo, por tanto, un importante éxodo de la población judía hacia los estados cristianos, lo cual dio lugar a que el centro y foco cultural de la cultura hispano-hebrea se desplazara a dichos reinos, sobre todo hacia sus respectivas capitales, Toledo y Barcelona. En este período de transición (segunda mitad del siglo XII, principios del siglo XIII) la figura más destacada es la del cordobés Moseh ben Maimon (Maimónides), con quien la filosofía fudía medieval alcanzó su más alta cima.
La medicina (11)
La actividad científica intensa de los judíos en la península ibérica comienza en el siglo X en Al-Andalus. La política de tolerancia del califa Abd al-Rahman III permitió a los judíos integrarse culturalmente en la sociedad musulmana y tomar parte activa en varios campos, entre estos el de la medicina.
El personaje más destacado entre ellos fue sin duda el Nasi de la comunidad, Hasday ibn Saprut (12) que ejerció su actividad en la corte de Córdoba como médico, diplomático y funcionario. El Nasi, judío, junto con el monje cristiano Nicolás y el sabio musulmán Arib ibn Saïd, tradujeron del griego al árabe el importante libro Materia Médica de Dioscórides (13). Este ejemplo demuestra que la ciencia no conoce límites de religión o barreras étnicas.
Podemos decir que los médico judíos se encuentran en el punto central de ese círculo de transmisión multicultural de lo griego, lo árabe, lo latino, lo hispano (ya sea castellano o catalán) y lo hebreo.
La astrología.
Los orígenes de la astrología medieval se encuentran en la ciencia griega, persa e india, traducidas al árabe en los siglos VIII y IX (14). Sin embargo la astrología medieval se asocia frecuentemente con los judíos. Así, por ejemplo, el gran historiador del siglo XIII, Rodrigo Ximénez de Rada, cuenta que un astrólogo judío, ludaeus geneaticus, había previsto la actividad religiosa y política de Mahoma. Analizando la posición de los planetas en el momento del nacimiento del futuro profeta, llegó a la conclusión de que el recién nacido sería grande en los asuntos del gobierno y de la sabiduría (15). El origen de esta tradición son las historias árabes de la vida de Mahoma, copiadas por los cronistas latinos.
Como primera conclusión podemos afirmar que "la historia de los españoles es el resultado de las armonías y desajustes de la conflictiva convivencia de tres castas de creyentes: cristianos, moros y judíos"(16). Pues, no puede seguir viéndose la historia de España y su cultura como si la presencia secular del árabes y judíos nada hubiera significado; está claro.
¿Convivencia o coexistencia? No es una cuestión de palabras simplemente, sino toda una visión y una valoración de siglos de vida en común, entendidos de una u otra forma. La convivencia no fue perfecta ni modélica, probablemente no lo fue para nadie. Pero hubo momentos considerablemente largos en que predominó el entendimiento, la cooperación y la comprensión mutua.
En el próximo número ahondaremos en este tema de la convivencia, visto desde el momento histórico que nos toca vivir. Nuestra ubicación como tierra situada entre un Norte rico y un Sur pobre, receptora de corrientes migratorias, hace que esta cuestión sea una de las preocupaciones centrales de nuestra región y de toda Europa.
Notas