EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 10 | ENTREVISTA |
ENTREVISTA A ELEUTERIO ARTES
LOS BARRILEROS
Guillermo Artés Artés
Después de acomodarnos en una antigua cocina, con su rincón como fondo de nuestra charla, y un gran número de herramientas que yo veía por primera vez, comenzamos...
¿En qué año naciste?
Nací en el año 1918.
¿Por entonces ya se hacían barriles?
¡Y mucho antes! Todo esto viene del siglo pasado.
Tú, ¿cuándo empezaste?
Yo empecé en el año 1932 a enseñarme,
en plena República. Estuve hasta el año 1936. La campaña de ese año la hicimos.
Yo por entonces era aprendiz. Después, con la llegada de la Guerra Civil, esto
se paró y estuvo sin hacerse nada hasta el año 1949, que se empezaron a hacer
de nuevo.
En ese intervalo de años después de la Guerra,
¿qué se hacía con la uva?
Se la llevaban en "Banastas" de aquellas,
y se vendían por las plazas de España. A partir del 1949 vuelven de nuevo los
barriles, haciéndose las faenas en barriles de 21 Kg, y más adelante, no sé
si debido a la economía de los exportadores o a la comodidad se introducen los
de 10,5 Kg.
¿Cómo estaba la economía por entonces?¿Había
mucha uva?
En aquel tiempo había muchas uvas y muy baratas. Cuando yo era muy
joven la uva la mandaban al extranjero los parraleros por su cuenta. Unas veces
ganaban y otras perdían. Hasta que con la vuelta de los barrileros, son los
exportadores los que se encargan de su compra.
La faena se hacía al principio debajo de los parrales. Allí iban las mujeres, las limpiaban y las envasaban. Después los "tapaores", como yo y otros muchos, íbamos tapando.
El barril tenía tres lechos de uvas, se ponía una capa de "serrín" en el fondo, después se ponía el primer lecho. A continuación más "serrín" de modo que al "emporronarlo" se iba introduciendo el "serrín" por entre los huecos de las uvas ocupándolo todo. Así sucesivamente otro lecho y otro hasta que al final del barril, una vez completado todo, se tapaba. De esta forma, el barril podía ir rodando por todos lados sin sufrir la uva lo más mínimo.
Visto esto, Eleuterio, ¿cómo era la vida de un barrilero? ¿Cuántas horas se echaban de trabajo? |
Esto se hacía muy barato. Por eso teníamos que ir huyendo, "matándonos vivos", para poder ganar el jornal. En el año 49, hacer el barril de 21 Kg, con sus doce arcos y toda la faena que llevaba, empezó a valer a 2 ptas. cada uno.
Cuando acabábamos la jornada, nos íbamos a la vega a dar una vuelta a lo nuestro.
En cada barrilería, ¿había mucha gente trabajando?
Sí, más o menos entre quince y veinte personas. Lo que ocurre es
que a parte de los profesionales, había muchos niños y jóvenes aprendiendo.
¿Qué categorías había?
Mira, estaba el aprendiz, el aprendigón,
que estaba en una categoría intermedia, y el maestro.
¿Cuántos maestros había en cada barrilería?
Cada tarea tenía un maestro, y con él varios entre aprendigón y aprendices.
¿Quién fue tu maestro?
Mi maestro fue primero Francisco
López, hijo de Miguel Catuta. Después estuve con muchos. En el año 49 pasé un
tiempo en los Cuatro Caminos con Paco el "Pataslisas", y después del año 50
me fui a la barrilería de Antonio Artés, con mi primo Diego "El Sobrino". Un
año después ya Antonio Artés me puso a mí de maestro. Yo enseñé a mi sobrino
desde el principio, y a otros muchos que estuvieron pegados a mí.
Después de un pequeño descanso, Eleuterio comenzó a explicarme qué era cada una de aquellas herramientas que yo veía por primera vez.
¿Qué es este banco de madera con una hoja
en medio, una especie de cepillo gigante?
Esto es la Plana. Era donde se "juntaba"
la madera para darle la forma que tiene el barril. "Juntar la madera" es rebajar
a base de cepillado.
¿La madera son las tablillas que forman el
barril?
Sí, estas tablas se llaman Duelas. Unían completamente rectas. Había
que rebajarle la punta y los filos para que la parte ancha quedara completamente
cerrada.
Claro, al ser la panza del barril más gorda los arcos
atrancaban. Podemos ver uno más abierto que otro.
Sí, esto es porque había uno para los barriles grandes y otro para
los pequeños.
Veo una herramienta que es de forma rectangular
y tiene una cuchilla en el centro, ¿cuál es?
Mira, esta herramienta es la Gambarda. Una
especie de cepillo que se utilizaba para quitar las asperezas que tuviera la
panza del barril. En dicha panza podemos apreciar los arcos que son los que
agarraban el barril. Estaban hechos de madera de castaño y para "engarzarlos"
se utilizaba la faca, con la que se hacían dichos engarces. Cada arco iba con
su medida.
Como dice la canción: "...Pero tienen mucha
gracia con la faca en la cintura". ¿Esto era así?
No siempre, algunos sí tenían costumbre de
ponerla en la cintura, otros la dejábamos en el suelo junto al barril.
Veo otra herramienta curiosa. Una hoja metálica afilada en uno
de sus bordes, con dos puños de madera a los lados. ¿Qué es?
Sí, esta es la Raspilla. Se utilizaba
para rebajar o limar las puntas de las duelas por la parte de dentro. Se metía
un brazo por dentro del barril, cuando este ya estaba "liado", o sea, formado,
con los arcos puestos y se rebajaba. Después se cogía otra muy similar a un
cepillo de carpintero y se emparejaba la parte superior de las duelas, este
era el Rabote.
¿Qué sentido tenía rebajar la parte superior?
Para que entraran bien los fondos.
Veo un compás, ¿para qué sirve?
Sí, este era el Compás. Se utilizaba para medir los fondos. Una vez
formado el barril, se marcaba un punto y se le daban seis compases a la circunferencia,
de esta forma se medían. Para los fondos de abajo, se le daba un centímetro
más aproximadamente, para que entraran ajustados. Entraban por dentro del barril
y con un taco de madera que había, se apoyaba y con el martillo se ajustaba
abajo. A la tapa de arriba se le dejaba un poco menos.
Para cortar los fondos y darle forma había otra herramienta que es la Segura, una hoja cortante, grande, con un mango todo de hierro.
Yo me pregunto ¿cómo podías juntar todas las duelas puesto que
las manos no te dan para cogerlas todas?
No, para eso existía el torno, una herramienta
grande con una palanca que cerraba un cable de acero donde se metía el barril.
Al apretar cerraba todas las duelas. Antes se habían calentado en una pequeña
lumbre que se hacía en un hoyo en el patio. Se ponía el barril encima de modo
que al calentarse la madera y humedecerla un poco fuera más dócil.
Una vez cerrado por el torno, se metían unos aros de hierro que se llaman Moles, que sirven para asegurar el barril antes de poner los arcos definitivos. Todo esto se hacía, como es normal, con el Martillo.
También veo un taco de madera con una raja por uno de
los lados hasta el centro.
Sí, este era el Mozo. Este taco de madera
servía para meterlo en el primer aro y sirve de tope para ir colocando una por
una las duelas.
¿Cuántas barrilerías había en el pueblo en aquel tiempo?
Yo te puedo asegurar que por entonces sólo
en el pueblo había alrededor de entre noventa y cien puestos de trabajo. En
el resto de la provincia serían muchísimos más, ya que había una gran industria
en toda ella.
Estaba la barrilería de Antonio Artés, que era de los Martínez, en la plaza de España. La de Santiago Martínez, que era donde está la Fábrica de Artés hoy. La de Emilio García en las Escuelas. La de los "Juan Matías" donde hoy está el taller de Nicolás Mazo. Otra en los Cuatro Caminos, que era más pequeña. La del Tales en el "Barrio Perchel" y en el Paseo. Más o menos seis o siete.
¿Cómo funcionaba el tema de la compra de barriles?¿El
propio agricultor los compraba hechos?
Mira, por entonces había unas casas uveras,
como las de José Antonio el Tales, Diego Castilla, Emilio García, y estos se
los daban a comisión a los exportadores, que eran quienes tenían las barrilerías.
Entonces los agricultores retiraban los que necesitaban y después, a la hora
de ajustar cuentas, se los descontaban. Entonces es cuando algunas veces venían
los "números coloraos", o sea, que el coste de los barriles y los gastos era
mayor que lo que habían producido las uvas.
¿Cuándo se dejaron de utilizar los barriles?
Al final de la década de los 60.
Y de esta forma dimos un breve repaso al quehacer diario de estos hombres, los barrileros, a los que la vida les hizo trabajar duro en una profesión que como algunas otras pasó a la historia en nuestro pueblo.
Y sobre todo, para terminar, me gustaría que tuviésemos un gran recuerdo a modo de agradecimiento para Eleuterio, al cual una grave enfermedad le apartó de nuestro lado un año y medio después de esta entrevista.