EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 8 | HISTORIA |
Últimos hallazgos sobre la presencia romana
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Tradicionalmente, y como así reza en todas las publicaciones que hablaban de la formación y origen de Alhama, se situaba a finales del siglo IX por los marineros de Pechina, como producto de la necesidad de afianzamiento y control de territorio ante la creciente inseguridad e inestabilidad de la zona. |
También
es verdad que en estos últimos años, se ha dejado una puerta abierta
a la posibilidad de que esto no fuese así.
Sólo
tendríamos que repasar los estudios publicados sobre historia local por
Cara Barrionuevo y Juana María Rodríaguez López (1),
para ver que ya en el siglo I a II d.C. Alhama contaría con una población
estable. Un asentamiento.
Es
por ello por lo que creemos oportuno poner en conocimiento, la existencia de
una serie de materiales hallados en la localidad de los que hasta ahora no se
tenía noticia y que podrían consolidar aún más la
existencia de Alhama en la época romana.
En
primer lugar, tenemos referencia de la existencia de una estatua aparecida en
las proximidades de La Puente, más concretamente en el camino de La Puente
a Fuente Rey, la cual hace casi 20 años fue hallada por un vecino. Dicha
escultura representa a un hombre desnudo con la mano derecha apoyada en el pecho
y el otro brazo totalmente extendido de forma horizontal faltándole la
mano, la cara inclinada mirando a la izquierda y las piernas abiertas en forma
de V invertida. Conservaba la cabeza totalmente, y aunque eran apreciables al
boca, nariz y ojos, la cara estaba muy gastada pero no rota, también
le faltaban los genitales. Sin poder precisar mediría alrededor de 40-50
cm. de altura. Desgraciadamente la persona que la encontró dice haberla
perdido, como siempre desconociendo la importancia de los hallazgos. Así
pues, esta información sólo se puede contrastar con el testimonio
de casi una docena de personas que la vieron.
Otro
hallazgo, aunque de muy pequeño tamaño (2,5 cm x 1 cm x 1 cm),
pero posiblemente de mucha importancia, por lo que sugiere, son dos teselas
de color negro unidas entre sí, aparecidas en el mismo lugar donde apareció
la "Dama de Alhama" (2).
Sólo se recogieron estas dos, aunque pudiese haber más, pero todo
apunta a que formasen parte de un conjunto; un mosaico.
Así
pues, si conjugamos estos dos elementos, la existencia de una escultura suntuaria,
y la de un mosaico, teniendo en cuenta que el lugar de su aparición dista
muy pocos metros del nacimiento del manantial termal y conociendo también
la importancia en el ámbito romano del termalismo no sólo como
terapia o servicio a la comunidad, sino también como un rito religioso,
sugiere la idea de la existencia en dicho lugar de un edificio que muy bien
podría haber estado relacionado con un uso termal: unas termas.
En
el sondeo realizado en la plaza de Abastos para inspeccionar los cimientos del
mercado de abastos aparecieron varias piezas de terra sigillata entre los que
hay que destacar la aparición de un fragmento decorado con lo que puede
ser la figura de un can (perro) rodeado de un triple círculo y otras
formas indeterminadas. Igualmente en las obras de construcción de la
nueva carretera, en el paraje del Pago aparecieron varios restos de terra sigillata
al igual que en la parte trasera de una lucerna.
En
cuanto a la aparición de restos numismáticos podemos documentar
la existencia de un número considerable de monedas, la mayoría
situadas cronológicamente entre Trajano (98-117 d.C.) y Antonino Pío
(138-171 d.C.) y localizadas en el polígono industrial de Huéchar,
Loma de los Frailes, Ramblón, Pago y alrededores de Fuente Rey.
En
este apartado merece mención aparte, la aparición de un "tesorillo",
llamado así por aparecer todas ellas agrupadas. Este tesorillo consta
de 21 sestercios y 3 as: 1 sestercio de Trajano, 5 deAdriano y 6 de Antonino
Pío; el resto por su desgaste es imposible precisar su cronología.
El
conocimiento de este "tesorillo", y la existencia de otro aparecido
en Gádor de igual cronología no llevaría a suponer que
no fue un temor individualizado, sino que sería la causa de un temor
generalizado en la zona. Si repasamos los acontecimientos acaecidos, a nivel
regional en la segunda mitad del siglo II d.C., posiblemente hallaríamos
respuestas a estas preguntas. Nos referimos a las invasiones Norte Africanas
sufridas por la Bética y sur de la Tarraconense acaecidas según
los historiadores entre el 168 y 170 d.C. (3)
Dichas incrusiones traían consigo asaltos, saqueos y muertes, y el consiguiente
miedo a ser víctimas de estos y como medida de precaución la ocultación
de sus bienes, con la esperanza de poder sobrevivir a tales acontecimientos.
Sobre
el tema de que la calzada pasara o no por Alhama empezaremos por buscar referencias
escritas.
El
itinerario de Antonino será la fuente que nos suministra más datos
sobre el transcurso de la calzada en nuestra tierra. Las referencias que tenemos
de él, hablan del tramo entre Acci (Guadix) y Urci (Chuche) pasando por
Abula o Alba (Abla) y Finiana (Fiñana). El tramo que corresponde a Alhama
sería el comprendido entre Abula y Urci. Si tenemos en cuenta que el
paso natural de las costas almerienses a las llanuras de Granada es el cauce
del Andarax-Nacimiento (4) y sabiendo
el modo de salvar obstáculos que tenían los romanos, y su costumbre
de no encauzar las calzadas por los valles de los ríos, cabrían
dos itinerarios posibles. El primero subiendo por el margen derecho del río,
lo que implicaría, ya saliendo de Urci cruzarlo para pasar a esta margen
y subiría paralelo a este teniendo que salvar ramblas como las de Tabernas
y la de Gérgal, hasta llegar a las estribaciones del río Nacimiento.
En
este transcurso nos encontraríamos con asentamientos como Quiciliana
(Gádor) o la Calderona (Santa Fé). El otro itinerario posible
sería saliendo desde Urci por el margen izquierdo del río, actualmente
correspondería al antiguo camino viejo de Almería a Alhama. Siendo
la distancia más corta, y teniendo que salvar pequeñas ramblas
con trazados rectos, tan sólo encontraría un accidente geográfico:
la rambla del Tajo los Pollos y el paso del río Andarax. En el transcurso
de este trazado, encontramos tres asentamientos, figurando en primer lugar Peñón
del Rayo.
Dicho
asentamiento está justo a pie de camino sobre un pequeño montículo
en el que aparecen restos dispersos en un área aproximada de cuatrocientos
metros cuadrados, dichos restos en su mayoría son de cerámica
de uso doméstico y común, salvo algunos fragmentos de terra sigillata,
entre las que destaca algunos fragmentos decorados, un fragmento de lucerna,
y parte de una fíbula de bronce.
Por
la extensión en sí de él, todo apuntaría a que se
tratase de sólo una vivienda que bien podría explotar el manantial
de las "aguillas" y su zona de cultivo, y nos cabría la posibilidad
de que tuviera relación con el abastecimiento y asistencia en la calzada.
Siguiendo
el camino en dirección a Alhama nos encontraríamos con la cuesta
de Fuente Rey, en la que se conservan dos tramos del camino empedrado, uno de
ellos de unos cien metros de longitud por unos cuatro de anchura, con sus sistemas
de desagüe asociados y un muro en ambos lados delimitándola, hasta
llegar a Fuente Rey donde para cruzar la rambla de Huéchar se encuentra
Puente Mocho, que conocido desde la antigüedad, fue a partir de la riada
de Septiembre del 97, cuando quedaron al descubierto los sillare y el empedrado
que formaban las bases del puente. Tramo especialmente llamativo sería
el que sube desde Puente Mocho al yacimiento de Fuente Rey, donde todavía
son apreciables los grandes muros que la delimitan, así como las fases
constructivas de ésta, quedadas al descubierto por la erosión,
la forma de discurrir ladeando el terreno, evitando así grandes desmontes
y evidenciando la típica forma de construcción romana.
Es
justo en este tramo donde se encuentra el segundo yacimento, de una extensión
mayor al anterior, sobre una planicie donde dominando la rambla de Huéchar
y el manantial de Fuente Rey, terreno aterrazado, sobre el cual aparecen restos
de construcción como es la base de una columna votiba, excavada sobre
unas rocas (5); y algunos trazos de
muro poco perceptibles, aunque lo más abundante es la gran cantidad de
restos cerámicos que presenta, tales como un pondius (pesa de telar),
fragmentos de diferentes tipos de lucernas, de terras sigillatas, entre ellas
varios fragmentos decorados, destacando un fragmento con el sello del alfarero.
Por la amplitud de este asentamiento, y dado la abundancia de cerámica
de lujo, denotamos un estatus económico mayor que en el yacimiento anterior.
Cabría suponer que se tratase de una gran villa rústica, o bien,
de un grupo de viviendas, las cuales explotarían el agua de Fuente Rey
y los márgenes de la rambla de Huéchar como zonas de cultivo,
y así lo atestiguan restos cerámicos encontrados en dichos márgenes.
Buscando
la conexión entre ambos yacimientos y el principal que suponemos se encontraría
en la actual Alhama, la calzada transcurriría buscando la zona más
estrecha para salvar el barranco del Tajo los Pollos, donde nos encontraríamos
"La Puente", que sin suponerla obra romana, si estaría construida
sobre los restos del antiguo puente romano.
Por
último, llegaríamos a Alhama que con los restos recogidos por
D. José Lizana y estudiados por Cara Barrionuevo y Rodríguez López,
más los últimos aparecidos y teniendo en cuenta que ninguno de
ellos ha sido encontrado por metodología arqueológica sino recogidos
por vecinos de Alhama, y por la amplia zona de dispersión en lso que
se ha localizado (recordemos que tenemos hallazgos alrededor de Juego de Pelota,
plaza de Abastos, calle Andalucía, calle Pablo Picasso, calle Salmerones,
y Castillejos) sugieren la existencia de un asentamiento de una extensión
considerable. Si a ello le sumamos también toda la zona de cultivo anexa
a este asentamiento; Pago y Quinta, al igual que su potencial termal y de riego
por su manantial de agua estaríamos en torno a un núcleo residencial
con una amplia zona de influencia.
Así
pues, creemos que estos tres asentamientos estarían entrelazados entre
sí por un camino y a la vez conectado con Urci.
Por
lo tanto si ésta no era la calzada principal que unía Urci con
Acci, era un camino utilizado en esta época. El camino continuaba hasta
la cuesta de Juan Pascual y desde ahí partía un carril dirección
a la zona minera de Marchal y a la costa y otro bajaba buscando la conexión
con el rio Nacimiento para salir a Abula.
1.- Cara Barrionuevo, L y Rodríguez López, J.M.: "Hallazgo de una escultura romana en las proximidades del manantial de aguas termales de Alhama de Almería" Espacio, Tiempo y Forma, Serie 11, Hº Antigua, T.V., 1992, págs 401-420.
2.- Escultura romana, acéfala, de mármol blanco, de 26 cm. de altura aunque pudo alcanzar una altura total de 70 cm., que representa a una mujer vistiendo una túnica a la que le faltan las extremidades inferiores en su totalidad y las superiores en parte.
3.- García Bellido las fija en el 168 y 172 como también Bosch Gimpera y Aguado Bleye en el 170 d.C.
5.- Hueco de unos 50 cm. de profundidad por unos 35 cm. de diámetro con tres canaladuras para su sellado con plomo.