EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 4 VENTANA ABIERTA

La Leyenda de EL ECO

RAMON NAVARRETE-GALIANO

Periodista

Hay ocasiones en que la leyenda supera a la propia realidad, más sobre todo, si de lo certero y lo constatable, no hay datos materiales. Algo así ocurre con el Eco de Alhama, el originario de este.

Es el único periódico, que yo sepa, del que no se han podido conservar ejemplares. Por ello el misterio y la quimera rodean la andadura de esta publicación alhameña.

¿Qué se escribiría en sus páginas? ¿Qué figuras aparecerían recogidas en sus secciones?

¿Quiénes serían sus periodistas? ¿Qué divisiones tendría el periódico?

Lo cierto es que esta pregunta agranda aun más el mito sobre la figura de este diario. La silueta de estas páginas, desaparecidas y sin rastro alguno, ha planeado durante años sobre el pueblo como símbolo de lo que fue un lugar para el debate y la exposición de las libertades de Alhama, una localidad que dio la vida y luz a uno de los mayores defensores de la independencia y la igualdad en España.

Por ello recuperar, ya con cuatro números, una publicación supone, a mi parecer, continuar con la tradición de las libertades de antaño.

Durante días y días los alhameños han recordado aquel Eco, del que han sabido y conocido algún detalle oralmente, como las leyendas y cuentos de nuestra mejor tradición.

El mito del El Eco me recuerda al de Don Sebastián, en Portugal. Un rey, hijo de la princesa española Doña Juana, que se supone desapareció en una batalla en Marruecos, aunque su cuerpo nunca fue hallado. Su pérdida provocó que la corona de su país pasase a la española, y desde aquel día los portugueses han pervivido el mito de aquel monarca, como símbolo de la independencia perdida.

Supongo que volver a tener en Alhama un órgano de debate interno donde exponer la situación de la localidad y mostrar la gran historia de esta, también habrá de contribuir a la libertad de sus gentes.

No nos engañemos, conocer nuestro pasado, contar con publicaciones locales, donde se nos narre cual es el pretérito de nuestra patria chica siempre nos servirá a los humanos, para saber de donde venimos, cuales son nuestras raíces, esas que se agarran a las tinieblas del pasado.

Saber cual fue la vida de nuestros ancestros, también nos valdrá para aprender de sus errores y evitar caer en ellos.

Además el nuevo Eco cuenta en sus secciones con recortes de prensa que dan cuenta de la situación del pueblo dentro de la actualidad política, social y cultural de la provincia actualmente.

Vaya por ello un fuerte ¡Olé! para este Eco, para este Don Sebastián, que los alhameños han recuperado, afortunadamente, para contar con más libertad. Esa misma que Don Nicolás Salmerón, símbolo preclaro de estas tierras, abiertas y feraces como la independencia, enarboló hasta su muerte. Hecho que le convirtió en mito y leyenda, al igual que el anterior Eco, y espero yo, que también lo sea la larga andadura de esta revista que, tú lector, tienes entre tus manos.