EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 26 20 DE SEPTIEMBRE DE 2008
 

Alhameños de Salmerón
SOIS ADMIRABLES

Paco Alonso, Director de la ACL Radio, Diputación de Almería

Con el debido respeto a don Nicolás, al que, conocidas sus convicciones políticas y vitales, seguro que no sólo no molesto sino que agrado con este pensamiento, el protagonista de la jornada histórica del pasado 20 de septiembre en mi sentimiento no fue él sino su pueblo, el pueblo de Alhama.

Parece un atrevimiento por mi parte decir eso, pero para Salmerón, el recordado en el centenario de su fallecimiento en tierra extraña con un compendio de actos de primer nivel repartidos durante el año completo, incluida la doble sesión plenaria de ese sábado cita con la eternidad, lo más importante durante toda su vida fue el individuo, un ser que debe estar equipado con la Libertad y armado con la Democracia para defender esa Libertad tan preciada.

Vista general de la Corporación municipal momentos antes de iniciarse el Pleno extraordinario. Fotografía Ramón Fernández

De ciudadanos e individuos habla esta reflexión que les planteo, y es que no me cabe otra teniendo en cuenta, por un lado, que poco me hacía falta para entregarme totalmente a la admiración que profesaba con anterioridad a este terruño de Almería, poblado por los almerienses más cultos de la provincia, y por otro lado, que la reacción participativa y entregada de los alhameños me sobrecogió.

Qué pueblo tan grande es el que se enorgullecerse de su historia y de sus hijos, que son los que en definitiva la protagonizan y la escriben. Qué proyección tan infinita de sus gentes en los ámbitos nacional e internacional. Y qué entrega tan extraordinaria la de Alhama para con la humanidad al alinearse en distintos momentos del convulso siglo XX, ni más ni menos que cada vez que ha sido necesario, con la Libertad antes reseñada y la Democracia también referida que la guarda.

La convicción fundamental con la que me marché esa noche después de todo el día respirando el mismo aire que sus vecinos es la de que Alhama lo volvería a hacer si se hiciera oportuno, y me refiero a que defendería los derechos civiles con los mismos valores salmeronianos de inteligencia, solidaridad y respeto al pensamiento del otro que la han hecho admirable siempre.

Este pensamiento gira en torno a una verdad incontestable, como es la de que Salmerón sigue muy vivo en su pueblo. Sus paisanos lo llevan consigo cuando transitan día a día por las calles del municipio o por las avenidas de las principales ciudades del mundo, porque saben que su legado es universalmente aplicable en el trato cercano con los demás individuos del entorno, a la par que en los grandes asuntos que conciernen a la Humanidad.

Nada voy a comentar de los políticos y de sus intervenciones en los plenos extraordinarios de la Diputación de Almería, con la importancia que le confiere el hecho de ser el primero en la historia fuera del Palacio Provincial, y del Ayuntamiento de Alhama, con el empaque que le otorga que en él participe el Presidente del Congreso de los Diputados. Tampoco voy a decir nada sobre el discurso final pronunciado por este personaje tan relevante desde el mismo balcón ocupado décadas atrás por otros destacados oradores. A los políticos sólo les voy a dedicar lo que ocupa un deseo: sigan la estela marcada por Nicolás Salmerón y Alonso, porque así se lo pide el pueblo al que no olviden que se deben y desde el que ustedes salen.

Llegada de las autoridades al lugar de la celebración del Pleno