EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 25 Nicolás Salmerón y Alonso, 1908-2008
 

Los hermanos Francisco y Nicolás Salmerón precursores de la Casa de Almería en Madrid

Juan José Hernández Medina, profesor de la UAL

Puerta Purchena. Revista de la Casa de Almería en Madrid que recoge las actividades desarrolladas con motivo del homenaje ofrecido a don Nicolás Salmerón en 1988.

En el año 1855 Nicolás Salmerón vive en Madrid con su hermano Francisco, estudia en la Universidad Central donde recibe la influencia del catedrático Sanz del Río, introductor de la Germana Filosofía Krausista en España. Nicolás era un excelente estudiante, consiguió premio extraordinario fin de carrera en la Universidad Central el año 1858 y pronto fue profesor auxiliar del Instituto de San Isidro, al año siguiente impartía clases en la Universidad de la Capital de España. El 1864 defiende magistralmente su tesis doctoral "La Historia debe aspirar a liberar al individuo humano", le otorgan el Cum Laude y premio extraordinario. Aunque desempeña sus labores académicas con gran éxito y trabaja como profesor y filósofo actúa en política, él y su hermano mayor Francisco, continúan muy vinculados a Almería, se reúnen frecuentemente con sus paisanos, incluso formaron una agradable tertulia en el Café la Luna, a la cual también eran asiduos González Garbín, Federico de Castro, Manuel García, el Marqués de Almanzora, Anglada, Atienza y otros muchos almerienses residentes en Madrid, paseantes en cortes, o temporeros para solucionar problemas o apelaciones. La familia Salmerón, aunque no era rica, tenía fama de rumbosa y generosa, invitaban a festines suculentos a numerosos alhameños, campesinos, estudiantes o chupatintas que pasaban por la capital del reino, les orientaban y ayudaban desinteresadamente. Eran muy queridos por sus paisanos.

Los hermanos Salmerón, idealistas y coherentes con sus doctrinas krausistas, cada vez tenían más complicaciones, pero continuaban siempre vinculados a su patria chica; prueba de ello es que continuaron con su tertulia y para hacerla más efectiva en esa corte de los milagros, el 12 de octubre de 1871, durante el azaroso reinado de Amadeo de Saboya fundan el Círculo de Almerienses, que puede considerarse la asociación provinciana decana más antigua creada en Madrid, pues el Centro Asturiano de Madrid nació posteriormente el 2 de octubre de 1871. El Centro Riojano comenzó el 1901, la Casa de Palencia fue fundada en 1904, el Centro Segoviano en 1920. Esto demuestra que la solidaridad almeriense se adelantó muchos años en la Corte a la de otros provincianos más numerosos en la capital del reino.

Entre los directivos de la Casa de Almería destacan sus fundadores Francisco Salmerón, compatibiliza ser Ministro de Ultramar con la presidencia del Círculo de Almerienses; su hermano Nicolás, también simultaneaba la Presidencia de la Primera República con esta actividad en la asociación de sus paisanos almerienses. Ambos con otros compañeros instalaron el Círculo Almeriense en un piso de la calle de Atocha el día de la Hispanidad el año 1871. Posteriormente al aumentar sus actividades culturales trasladaron la sede a la Plaza del Marqués Viudo de Pontejos, cercana a la Puerta del Sol, corazón madrileño, a unos metros del kilómetro cero de las carreteras de España, sobre el cual nos fotografiamos los catetos almerienses. Queda demostrado que los hermanos Salmerón siempre pensaron en su tierra seca, pero fértil en sus paisanos y especialmente en su Alhama que merecidamente se apellida de Salmerón.

Posteriormente se fue diluyendo esta asociación almeriense en la corte madrileña. Carmen de Burgos, apodada la Colombine, protagonista de reivindicaciones de la mujer, excelente escritora y otros autores y periodistas como Francisco Villaespesa también impulsaron peñas y tertulias almerienses. Igualmente el Maestro Alfonso Padilla fue un excelente embajador de nuestra tierra en la capital de España. Durante la Segunda República nuestra provincia continuó olvidada y mal comunicada, nuestra emigración se dirigía preferentemente hacia Cataluña, en dicha región llegaron a vivir unos 30.000 almerienses. Crearon en Barcelona una gran casa de Almería muy diferente a la de Madrid, pues en la capital catalana la mayoría de los asociados eran obreros y en la de Madrid predominaban los paisanos funcionarios, médicos, abogados, artistas, periodistas y chupatintas.

Una agrupación de almerienses durante la Guerra Civil en Madrid que se hizo famosa fue el batallón anarquista Floreal. Durante esta guerra el referido batallón y numerosos refugiados de nuestra tierra residieron en un hermoso edificio de la misión luterana alemana Friedner. Esta ubicación era como un centro cultural almeriense en Madrid. El pastor protestante (Reverendo Friedner) gozaba de gran prestigio en España, desobedeció a Hitler, que había ordenado la repatriación de todos los alemanes residentes en la zona republicana. El presbítero director de la misión se quedó en el gran edificio próximo a Cuatro Caminos, organizó un comedor gratuito para ancianos y niños, y allí convivía con los republicanos almerienses que formaron una especie de centro social en la heroica capital de España. El reverendo pastor relata que unos milicianos del referido batallón floreal encontraron su sotana, miraron si tenía tonsurado el pelo en la coronilla de la cabeza y aunque no encontraron dicho distintivo clerical, lo bajaron al jardín y cuando iban a fusilarlo un oficial almeriense lo impidió e impuso se respetara y admirara a los evangélicos germanos que habían dado hospitalidad a los paisanos almerienses y proporcionaban comida gratuita a numerosos refugiados gracias a los envíos de los protestantes helvéticos, luxemburgueses, alsacianos, etc.

Después de la cruel guerra fratricida continuó la emigración de nuestros paisanos hacia Cataluña, País Vasco, Valencia y Madrid; también hacia Francia, norte de África y América del Sur.

En Madrid el Fiscal Don Federico Puig Peña el año 1965 fue elegido presidente de la Casa de Almería y consiguió fuese declarada de utilidad pública. Las reuniones eran en su vivienda (Calle Marqués de Urquijo). Al año siguiente fue designado presidente Fernando de la Cumella y la sede se trasladó a su domicilio. El 1966 es elegido democráticamente el Vizconde de Barrionuevo, prestó el bajo de su edificio a la Casa de Almería.

El año 1984 eligieron democráticamente presidente de la Casa de Almería a mi padre, el Doctor Juan José Hernández; y formaron parte de la directiva Francisco Jiménez Alemán, Antonio Alférez, Pedro García Fernández, Matilde Barrionuevo, Carmen Casinello, los hermanos Cañadas, etc. Planearon adquirir un local para nuestra asociación, organizaron numerosas actividades culturales y proyectaron un honroso homenaje a los hermanos Salmerón. Aunque no tenían medios económicos, mediante una hipoteca blanda facilitada por el consejero de Caja Madrid, General Jurídico Don Miguel Vizcaíno compraron un local comercial en la Calle Serrano 222. Posteriormente alquilaron dicho local y con las mensualidades que producía arrendaron otro más amplio en la Calle Talavera 2 semiesquina a Serrano. Tenían dificultades económicas para pagar la hipoteca; el Vizconde Barrionuevo gestionó nos concedieran la licencia para el funcionamiento de un bingo y la Casa de Almería y de las Alpujarras continuó pagando deudas y organizando numerosas jornadas culturales, con gran repercusión en los medios de comunicación. También exposiciones de pintura, esculturas, artesanía, etc. La Casa de Almería tuvo grupo escuela de baile, grupo folklórico, la Peña Manolo Escobar, equipo juvenil de baloncesto, biblioteca, etc.

Nuestra Casa de Almería incluso logró proyección cultural internacional colaborando en numerosos actos con las embajadas de Alemania, Marruecos, Ecuador, República Dominicana, etc. También publicaron y editaron algún libro y folletos. Editaron la Revista Puerta Purchena con la valiosa colaboración de los periodistas Federico Martínez Utrera, María Eugenia Martínez Oña y Miguel Ángel Figueroa. Continuaron con otras muchas actividades, pero tenían deudas pendientes; a sus predecesores los hermanos Salmerón querían organizares un digno homenaje, aunque la Casa de Almería continuaba con dificultades financieras, porque la remodelación de la nueva sede en Talavera 2 subió mucho más de lo presupuestado, debido a que el contratista pasó una factura muy superior a la presupuestada con anterioridad.

Desde el 21 al 30 de abril de 1988 celebraron el 150 aniversario del nacimiento de Nicolás Salmerón, fueron nueve días intensos con numerosos actos. Para conseguir ayudas logramos un excelente Comité de Honor, en el cual figuraban preferentemente los descendientes de los homenajeados Doña Catalina Salmerón García y Doña Teresa Barbado Salmerón. El nieto del presidente de la República mandó desde París una entrañable carta adhiriéndose al homenaje a su antepasado.

Llegamos a un acuerdo con el director del Centro Nicolás Salmerón, el escultor Sr. Noja, que nos dio toda clase de facilidades, en las magníficas instalaciones, mucho más amplias que nuestra modesta Casa de Almería. El 21 de abril de 1988 inauguramos una fabulosa exposición con cuadros de 37 famosos pintores almerienses contemporáneos, muchos de ellos asistieron y explicaron sus estilos y técnicas artísticas. La organización del homenaje fue obra de un numeroso colectivo de miembros de la Casa de Almería y de las Alpujarras.

Insisto que todos estos actos los planificamos un numeroso grupo de socios de la Casa de Almería; entre los que dedicaron más tiempo y entusiasmo figuran Lorenzo Sánchez, Felipe Pozo Padilla, Matilde Puig, Eduardo López, Juan Álamo, Miguel Vizcaíno, Carmen Cassinello, Luis Rull, Matilde Peña, Matilde Barrionuevo, Luís Cañadas, Pepe Leal, Paco Alcaraz, Moya, José Miguel Naveros, Campoy, Fernando Martínez, Joaquín Navarro, Santiago Martínez Cabrejas, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, Tomás Azorín, etc

El Ayuntamiento de Alhama con su alcalde, concejales y banda de música fueron fundamentales para el éxito de este homenaje.

Algunas entidades colaboraron con aportaciones mínimas, sólo lo imprescindible para salir en la foto. No obstante superamos todas las dificultades y gastos. Cuando mi progenitor abandonó la Presidencia de la Casa de Almería, porque tenía que incorporarse a la Embajada de España en Alemania, se fue tranquilo, pues su querida asociación almeriense poseía una excelente planificación, ingresos, la hipoteca había sido pagada y había dinero suficiente en la tesorería.

Otro acto importante a nivel nacional fue la conferencia Nicolás Salmerón en Madrid, pronunciada por el Doctor Hernández, miembro de la directiva de la Federación de las Casas Regionales y Provinciales de España, en el histórico salón de actos de la Torre de los Lujanes durante el ciclo extraordinario de conferencias, programado por la Real Sociedad Económica Matrientese de Amigos del País. Asistieron muchos almerienses, historiadores y presidentes de otros centros regionales. Una vez más la Casa de Almería y sus miembros cumplieron con su deber de homenajear y mantener el recuerdo de los hermanos Salmerón, sus precursores en la capital de nuestro país.

Deseo sincerarme, sentí una gran alegría por el éxito del digno homenaje a los hermanos Salmerón, tan admirados y queridos por mi padre Juan José, mi abuelo Mario y mi tío Miguel Hernández Cerra. Estos dos últimos, por cierto, militantes de Izquierda Republicana en Almería. Por tanto discípulos de este excelente Presidente de la Primera República Española. Asimismo sentí una gran satisfacción al comprobar lo bien que funcionaba el colectivo de la Casa de Almería y de las Alpujarras en Madrid, pues le dedicaron gratuitamente muchas horas y un excelente entusiasmo.

Estamos seguros que este año 2008 el homenaje dedicado a Salmerón será también excelente en Alhama de Salmerón, en Almería (especialmente por su Ayuntamiento y el Instituto de Estudios Almerienses), Madrid, Barcelona, con su estupenda Casa de Almería, e incluso entre los krausistas alemanes, pues este filósofo almeriense es un personaje universal, inolvidable.

Ofrecimiento de ramos de flores rojas, amarillas y moradas, colores de la bandera republicana, ante el sepulcro de Nicolás Salmerón

CONCLUSIONES
El homenaje dedicado a los dos excelentes alhameños hermanos Salmerón fue un éxito rotundo, principalmente por que fueron coherentes con su pensamiento y ambos se adelantaron a su tiempo. Para muchos D. Nicolás es un santo laico, equiparable a los santos patrones de Alhama y Almería. Casi todos los miembros del Comité de Honor contribuyeron eficazmente a la grandeza de los numerosos actos multitudinarios desarrollados durante 9 días en el hermoso centro Cultural Nicolás Salmerón. Destacamos las honorables y eficaces participaciones de los presidentes del Senado y del Congreso, Excelentísimos Sres. D. José Federico de Carvajal (honradísimo político así como gran poeta y jurista) y D. Félix Pons; los ilustres Alcaldes de Madrid y Alhama D. Juan Barranco y D. Francisco Ruiz Orta. Los presidentes de la Caja Rural y otros muchos paisanos anónimos miembros de la Casa de Almería en Madrid. A todos estos personajes activos los premió nuestro santo laico D. Nicolás (que no era ateo, sino creyente de la Divinidad).

Los venerables hermanos Francisco y Nicolás Salmerón continuarán premiando a los honradísimos y laboriosos alhameños, almerienses y discípulos de su filosofía humanista, progresista de la República de los pueblos de España