EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 22 Y ADEMÁS...
 

LA TUNA DE ALHAMA DE ALMERIA

Guillermo Artés Artés

Es frecuente que dentro de la historia de un municipio se organicen algunas actividades por colectivos de personas que se mantienen durante algunos años y después al cabo de un tiempo por distintas circunstancias desaparecen quedando en el recuerdo de todos. Esto fue lo que ocurrió con La tuna de Alhama de Almería.

Todo comenzó al principio de la década de los ochenta cuando un grupo de amigos que formábamos una pandilla, decidimos crear una Tuna para nuestro pueblo, sin tener que ver nada con el ámbito Universitario en el que habitualmente se mueve este tipo de grupos. Esta tuna reuniría los mismos requisitos que cualquier otra, con la salvedad de que los miembros que la integrarían serian tanto hombres como mujeres, al contrario de lo que es costumbre, o sea, tunas formadas íntegramente por hombres.

Partiendo de que algunos de los que iniciamos la idea ya tocábamos instrumentos de cuerda en la “rondalla de Bernardo el ciego”, nos pusimos manos a la obra. Fuimos haciéndonos de instrumentos como laúdes, bandurrias, guitarras, panderetas, etc. Algunos ya los tenían en su poder de antes, otros los compraron para esta ocasión y de este modo comenzamos a enseñar a tocar los dos o tres que sabíamos  al resto. Eran tanta la ilusión de realizar este sueño, que nuestros amigos aprendía rápidamente y al poco tiempo se empezaban a oír ya en conjunto canciones como “clavelitos”, “la aurora estudiantina”, “el pasacalles”, etc.

Al mismo tiempo fueron las madres de cada uno de nosotros las que se plantearon ayudarnos en el tema de los trajes. De esta forma comenzaron a confeccionar los que después serian nuestros trajes de tuno, nuestra seña de identidad. Pantalón negro de terciopelo, medias negras y zapatos negros, camisa blanca y sobre todo la beca roja y la capa de tuno. Después de un tiempo  pudimos completar nuestro traje con el chaleco negro.

De esta forma, ya con todo preparado, canciones, trajes, nuestra bandera que hondeaba mostrando el escudo de nuestra tuna, el día 21 de Diciembre de 1981 un grupo de veintidós  miembros salimos por primera vez a la calle y a modo de pasacalles nos dirigimos al Hotel Balneario donde actuamos ante gran cantidad de publico tanto del pueblo como clientes del Hotel teniendo un gran éxito .Desde ese momento comenzamos una gran actividad musical y cultural. La tuna de Alhama se hacía presente en el pueblo alegrando sus calles y a sus gentes. Participábamos en actividades organizadas en el pueblo como Carnavales, pasacalles en  fiestas, etc.

Actuábamos en el Hotel Balneario cada quince días coincidiendo con la despedida de un grupo de personas que visitaban el Hotel. Pero sobre todo los momentos mas entrañables llegaban cuando aprovechando un cumpleaños, una onomástica de cualquiera o por cualquier motivo, sonaban las canciones en la noche dando una serenata. Uno se emociona al recordar como en el silencio de la noche, llegando casi de puntillas para que no nos oyesen, te  colocabas debajo de la ventana donde dormía la persona a la que querías sorprender y después del tercer golpe de pandereta comenzaba a sonar una canción junto al sonido de guitarras y bandurrias. La sorpresa era grande y la fiesta venía después cuando ya despierta esta persona nos invitaba a pasar a su casa y a celebrarlo con ella.

Poco a poco se fue ampliando el repertorio llegando a tener un gran número de canciones (pasodobles, valses, pasacalles, etc.).

Otra de las actividades realizadas por la tuna fueron las actuaciones en bodas. Se tomó por costumbre avisar a la tuna para que acompañase a los novios ese día tan importante para ellos con sus canciones. Así se tocaba tanto a la entrada a la iglesia como a la salida, haciendo bailar a los novios en la plaza algunos pasodobles y acompañando con un pasacalles hasta el lugar de celebración o hasta su casa. Fueron algunos años en los que rara era la boda que no contrataban a la Tuna para tocar, incluso en los pueblos cercanos.

Tuvimos actuaciones en otros municipios como Huecija, Dalias, Alhabia, etc.

De esta forma fuimos pasando varios años con nuestra actividad, unas veces con mas miembros, otras con menos, pero siempre llevando nuestra alegria y colorido a todos los rincones del pueblo. Hasta que en el años 1987 y debido a distintas circunstancias personales de algunos de los componentes se decidió dejarlo y no volver salir mas. Desde entonces los trajes siguen guardados en los armarios y todo queda en un bonito recuerdo de unos años en los que la música de la tuna envolvía las calles de nuestro pueblo.