EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 22 ECOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE
 
Juan manuel Beltrán

ALHAMA DE ALMERÍA,
UN MIRADOR PRIVILEGIADO

Mirador Valle del Andarax

Enclavado en la comarca conocida como del medio Andarax, el pueblo de Alhama de Almería puede considerarse como uno de los mejores puntos de observación del paisaje, y mirador de privilegio de la provincia; no en vano es conocida como “La Puerta de la Alpujarra”.

El entorno paisajístico alhameño adquiere un mayor valor cuando se analizan los factores geográficos y estéticos que lo determinan. Al margen de la subjetividad inherente a la experiencia estética del paisaje, encontramos que diversos autores, a través de una perspectiva psicológica, han aportado luz y compresión respecto a este tema que fácilmente podría considerarse como “cuestión de gustos”.

Esta es el caso de la teoría de Appleton denominada Hábitat y panorámica-refugio. En ella se afirma que la preferencia, incluso estética, de determinados medios viene condicionada por su idoneidad para los procesos de supervivencia y adaptación ambiental de la especie humana. Es decir, que un lugar que ofrezca ventajas para la caza, por ejemplo, aumentará el placer estético que al contemplarlo podamos sentir.

Las variables a tener en cuenta serían:

1.- Panorámica: Las vistas abiertas son preferidas a las cerradas, porque son más seguras desde el punto de vista adaptativo.

2.- Refugio: Así mismo son preferidos aquellos lugares propicios para estar a cubierto, es decir, protegidos de miradas extrañas.

Como podemos comprobar, ambas variables se encuentran presentes en el caso de Alhama, ya que su situación en alto y sin barreras permite una gran visión panorámica, al tiempo que, al encontrarse amparada por el Cerro Milano,  proporciona la sensación de refugio, de “espaldas cubiertas”, y por tanto de ventaja defensiva.

Otra teoría similar, aunque con distintos matices, sería la Perspectiva funcionalista-evolucionista, de Ulrich. En ella las emociones de placer aparecen de forma rápida en los encuentros con ambientes naturales, como parte de una reacción afectiva generalizada, y relacionada, también, con el proceso evolutivo humano y con las respuestas fisiológicas. Ulrich señala una serie de variables que se consideran fundamentales en la valoración positiva del paisaje. Estas variables son:

1.- Complejidad: El número de elementos percibidos en la escena y las diferencias entre ellos es importante para determinar la complejidad del paisaje. A mayor complejidad mayor valoración.

En este aspecto la imagen panorámica desde Alhama presenta una especial riqueza que, lejos del paisaje monótono, nos ofrece una amplia visión del entorno montañoso. Desde este municipio se pueden observar cuatro importantes grupos de montañas.  La Sierra de Gádor arropándolo al sur y oeste; las últimas estribaciones de Sierra Nevada al noroeste; al norte, y más al fondo, los Filabres; y al este Sierra Alhamilla.

La heterogeneidad también está presente en estos grupos montañosos, tanto en su composición como en su forma. Los materiales más tendentes al azul violáceo del conjunto nevado-filábride  en contraste con el macizo calizo de sierra de Gádor, más oscuro y ocre. Siluetas cónicas, como la de Montenegro o la misma sierra Alhamilla (desde la perspectiva  alhameña), frente a la cordillera extensa y alargada de los Filabres. Y tras el pueblo, un grupo de cerros como el Milano, el Moralillo, Mortero, Sacromonte… todos ellos vestidos con la repoblación de pinar  que aumenta la sensación acogedora y de refugio que comentábamos anteriormente.

Por otro lado podemos ver que el final de Sierra Nevada se encuentra formado por una multitud  de cerros erosionados, conocidos como “Badlands”,  de un color más amarillento y unas cárcavas que sin duda llaman la atención del observador y que se deben a la presencia de materiales margosos (poco resistentes a la acción erosiva).

No debemos olvidar que separando algunos de estos elementos paisajísticos se encuentra otro de gran interés como es la unión de dos ríos, el Andarax y el Nacimiento, que  forman el valle del que Alhama es testigo excepcional. En sus riveras los cultivos de frutales acentúan el contraste con su árido entorno, y se extiende hasta el mar como una serpiente de verdor.

A todos estos elementos hay que añadir  el grupo montañoso de Cabo de Gata, de origen volcánico,  e incluso parte de la bahía de Almería, que se pueden observar los días claros y de poca calima.

2. Propiedades Estructurales y Focalidad: Para Ulrich la configuración de los elementos antes descritos en la escena es más importante que el efecto producido por la suma de los elementos de forma individual.  Por otro lado, entendemos la focalidad  como la cualidad de la existencia de un punto focal que centre la atención del observador.

En este caso se unen la propiedad estructural de los elementos con la focalidad,  ya que precisamente, por tratarse de un valle,  los elementos siguen línea del río hasta el mar, que también se puede ver. Quizás no encontremos un punto focal muy destacado, pero sin duda existe un recorrido visual que imprime un orden y una fluidez durante la observación del paisaje.

Cascada de Alhama

3. Profundidad de campo: Con esta característica Ulrich hace referencia a la visión de la escena en tres dimensiones, a diferencia de algunos paisajes de sensación bidimensional.

En el caso que nos ocupa, los elementos se suceden en diferentes planos y permiten tener la sensación de profundidad de campo de forma muy intensa.

4. Presencia de riesgos en la escena: Elementos como indicios de tormentas, precipicios y avalanchas pueden generar una sensación, desde el punto de vista adaptativo, de desasosiego, disgusto e  incluso miedo. 

A pesar de su localización, Alhama se encuentra  a 524 metros sobre el nivel del mar, el descenso es suave, evitando así la sensación de peligro, y no presenta otros elementos que pudieran considerarse como de riesgo para el observador.

5. Ocultación de Vistas: En términos generales son más apreciados los espacios abiertos que aquellos con algún elemento que oculte parte importante de la vista. Sin embargo, Ulrich incide en la necesidad de que existan barreras visuales, llamadas también acotaciones del paisaje, con la finalidad de que lo delimiten y oculten en parte para mantener el interés y la curiosidad.
La acotación está clara en nuestro ejemplo por los elementos montañosos antes expuestos y sobre todo por las montañas situadas al sur.

6.  El agua: El agua es un tema que aparece de forma recurrente en la mayoría de los modelos sobre las preferencias del paisaje. La explicación es clara desde el punto de vista psicoevolucionista, puesto que el agua siempre es indicativa de productividad y abundancia. Quizás sea  este el punto débil en el caso del paisaje que observamos desde Alhama, ya que en la mayoría de los casos se nos presenta un terreno con tendencia a la aridez, y los dos cursos fluviales la mayoría de las veces no conducen agua debido al estiaje  que sufren en esta región.
Sin embargo, esta carencia se suple en parte con las connotaciones históricas de esta población que ha sido siempre asociada de una u otra manera con el agua. Y decimos en parte ya que también le persigue el hándicap de haberse conocido durante un periodo como “Alhama la Seca”. En este aspecto, sin duda fue un gran acierto la creación de la cascada del pueblo que, aún siendo artificial, todo visitante recuerda, e introduce de forma bella y funcional  en esta población el elemento agua, al que de una u otra manera siempre ha estado tan ligada. Lo mismo sucede con los Caños de la plaza de España que mantienen el recuerdo de los antiguos chorros con agua caliente, que le daba nombre a Alhama y posibilitaron la creación del balneario de aguas termales.

Después de nuestro breve recorrido analizando los elementos paisajísticos del entorno de Alhama podremos apreciar en mayor medida esta riqueza, y podremos decir sin temor a equivocarnos que nos encontramos en una localidad que es uno de los miradores privilegiados de la provincia de Almería.

Bibliografía:

- Manual del curso de formación Educación y Cultura medioambiental en espacios naturales. Agencia de Medio Ambiente Comunidad de Madrid, Madrid, 1995.
-Gilmartín, M.A, Conocimiento social del paisaje. Componentes y dimensiones del juicio estético. Madrid, Universidad Autónoma. 1995. (Tesis doctoral publicada en microfichas).