EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 20 HISTORIA
 

LAS RELACIONES CON ALHAMA DE UN REPUBLICANO DE BERJA:

 

ANTONIO DE IBARRA GARCÍA (1862-1939)

Valeriano Sánchez Ramos - Director del Instituto de Estudios Almerienses

Las ideas y su transmisión a veces sorprenden por la forma tan peculiar de manifestarse o relacionarse. Este es el caso de un viejo republicano de Berja que mantuvo una especial conexión con Alhama de Almería, una localidad que, por diversas razones, no sólo visitó frecuentemente sino que le sirvió para compartir sensibilidades con algunos de sus vecinos. Antonio de Ibarra García era un inquieto político virgitano que, pese a su avanzada edad, mostró una enorme vitalidad en el periodo previo al advenimiento de la II República, así como en los años posteriores. De exquisita educación y refinado gusto, ideológicamente fue un convencido y beligerante republicano en la larga travesía que abarca todo el último tercio del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX. En fin, un viejo republicano que vivió toda su juventud y madurez bajo el anhelo ilusionante de una nueva política para su tierra (1), y que, en su vejez, conoció las mieles de su añorado sueño.

Antonio de Ibarra García (1862-1939). Fotografía: Colección particular

Viajero impenitente, Antonio de Ibarra conocía especialmente bien Inglaterra, donde representó los negocios familiares de exportación uvera. Este bagaje personal le permitió conocer en detalle regímenes políticos muy diversos, desde la democracia británica hasta el republicanismo francés y otros, así como sus manifestaciones artísticas y culturales. A finales del siglo XIX volvió a España, donde participaría de la enorme crisis que siguió al desastre colonial del 98, moviéndose por todo el país y compartiendo con la intelectualidad del momento un enorme sentimiento regeneracionista. Entre sus lugares preferidos de visita se encontraba Alhama, ya que su madre, Josefa García Moreno, tenía raíces familiares con esta localidad (2).

Este personaje falleció en 1939 sin hijos, al igual que todos sus hermanos, que se mantuvieron solteros o casados sin hijos. Con tal fatalidad sucesoria, la documentación de Antonio de Ibarra, así como la del resto de sus hermanos, fue pasando a herencias lejanas que, poco a poco, fueron disgregándose. Tan sólo ha llegado a nosotros una colección particular de Berja que perteneció a este personaje y fue cuidadosamente ocultada entre las páginas de un Quijote de tres tomos. Una lectura atenta de estos documentos nos acercan a la relación que este personaje mantuvo con Alhama, y que básicamente se basó en dos puntos esenciales: la política republicana y el gusto por la pintura. En ambos casos los lazos de amistad y familia son elementos primordiales que interesa desentrañar para comprender el mundo de las ideas de aquellos años treinta.

El republicanismo y la familia Salmerón

Desconocemos cómo, cuando y porqué las familias García Moreno e Ibarra García adoptaron la ideología republicana, si bien es cierto que profesaron una enorme admiración por republicanismo de Alhama. Esa villa era frecuentada por éstos, y en ella sus miembros sintieron cómodos con sus amistades y, posiblemente, parientes, tal vez todos ellos de idéntica mentalidad política. De entre las familias con mayores lazos se encontraban los Salmerón, encontrando referencias suficientes en la correspondencia para ver estos contactos. Es cierto que Antonio de Ibarra García era el más bohemio de sus hermanos, y quien menos correspondencia escrita mantuvo, pues su afán viajero le hizo ser más activo, esto es ser directo en las relaciones, algo que se demostraría en sus visitas a Alhama.

Hasta donde nuestra investigación llega, sabemos que Anselmo de Ibarra Oliver estudió con Nicolás Salmerón Alonso y de aquella época mantuvieron su buena amistad. Posteriormente este virgitano casaría con Josefa García Moreno, quien, como hemos indicado, mantenía lazos familiares con Alhama, algo que posiblemente reforzó los lazos con el político alhameño. De igual modo tenemos referencias de cómo los hijos del matrimonio estudiaron en Madrid, así como otros de sus primos Ibarra, y que se alojaron en la casa de los Salmerón en la capital. La firmeza familiar mantuvo con las asiduas visitas de los Ibarra García a Alhama, donde no tardarían en producirse nuevas muestras de compenetración. Entre ellas cabe citar el noviazgo que mantuvo con Dolores Ibarra García con el hijo de don Nicolás, Nicolás Salmerón García, farmacéutico que luego llegaría a ser en 1931 Diputado a Cortes por Almería por el Partido Republicano Radical Socialista (3). Especialmente estrecha fue la vinculación que mantuvo el hermano de la anterior, Antonio de Ibarra García, quien por afinidad intelectual y política verdaderamente estaba encandilado con los escritos y la obra de don Nicolás Salmerón y Alonso. Así, tras la muerte de éste en 1908 en Pau, publicaría en 1910 un sentido homenaje que tituló "A Salmerón (I)", en la seguridad que tendría continuación en un segundo escrito que no llegaría a editar (4).

De las relaciones que mantenía Antonio de Ibarra con líderes republicanos da cuenta la carta que el abogado Rafael María de Labra, amigo personal de Salmerón (5), quien escribió a este virgitano el 15 de mayo de 1913, y en la

Colage realizado por Antonio de Ibarra en 1910 a Salmerón, en el que incluye un retrato de éste en 1900. Colección particular.
que decía: "…he leído con mucho gusto su trabajo "A Salmerón" y dándole las más expresivas gracias por los interesante medallones que ha tenido la bondad de remitirme. Todo me ha satisfecho gratamente, toda vez que Salmerón fue un buen y querido amigo mío"(6). No menos lo fue su amistad con Marcelino Domingo San Juan,quien fuera en
1931 ministro de Instrucción Pública y que prologó la obra de Ibarra, Florilegio de Pensamientos y aforismos (7). Otro de los personajes con los que compartió ideas fue con Julián Besteiro, personaje que el 12 de julio de 1932, por entonces Presidente de las Cortes republicanas (8).

Es en este ambiente de tertulia en Alhama donde se desenvuelve el viejo republicano Antonio Ibarra, quien gusta de conversar con los Salmerón y su familia. Especialmente estrecha fue la relación que cultivó con Margarita Salmerón, quizás por un amor frustrado o por que fuese una de las mayores amigas de sus hermanas. En cualquier caso sabemos que al editar su libro, le dirigió una dedicatoria especial, algo que sería contestado el 3 de octubre de 1933 desde Huerta Rosalía con una tarjeta en la que se decía "Muy interesante su florilegio" .

Junto a la familia Salmerón, Antonio de Ibarra también tenía amistad con dos hijos de un primo hermano, y que también estaban vinculados a negocios uveros de esta zona. En concreto se trataba de José María de Ibarra

Pérez (9), propietario de una fábrica de triturado de corcho en Gádor, y su hermano Carlos de Ibarra Pérez, quien estaba a cargo del negocio, pues su hermano ocupaba una jefatura de negociado en la Diputación.

Estos dos personajes estaban también vinculados al republicanismo de esta área, ya que el primero perteneció al partido de Izquierda Republicana, siendo secretario provincial del partido en 1935, organización que apoyaría en la elecciones la candidatura de Augusto Barcia por el Frente Popular. El segundo se afilió en 1930 al P.S.O.E. de Gádor, en donde también fue presidente de las sociedades obreras afectas a U.G.T., siendo elegido en 1931 concejal del ayuntamiento gadorense y alcalde de la localidad, por el Frente Popular, en 1935, además de ocupar otros cargos de importancia a nivel provincial (10).

Josefa García Moreno (1833-1904), cuya familia estaba relacionada con Alhama. Fotografía: Colección particular.
Estos líderes republicanos frecuentaron Alhama en unión de sus primos, los Ibarra García, con los cuales mantenían algo más que lazos de sangre sino amistad sincera, especialmente por la falta de descendencia de Antonio Ibarra y sus hermanas, circunstancia que les hacía estrechar sus relaciones con parientes más lejanos. Las tertulias veraniegas en la villa alhameña debían ser interesantes desde el punto de visto político e intelectual, no en balde la correspondencia que llega a Antonio Ibarra así lo confirma, como la carta que recibió el 4 de octubre de 1934: "…Saludos para usted de la familia Salmerón" (11).
Tarjeta de visita de Margarita Salmerón con anotación autógrafa. Colección particular.

En ellas debía estar también el pintor José Moncada Calvache, quien se convierte en el mayor garante y trasmisor de la noticias de la familia alhameña. Así, el 5 de septiembre de 1935 vuelve a reiterar los mensajes de afecto: "…La familia Salmerón me encarga para usted sus recuerdos, así como Federico"(12) .

Portada del libro de Ibarra, portada de Salmerón Pellón. La obra se asemeja a la descripción del mismo cuadro que regaló Moncada al escritor.

La relación con José Moncada Calvache

La educación de Antonio de Ibarra era esmerada, como lo demuestra la fineza de pensamientos de sus lecturas y la fineza que destilaba su basta cultura. Los numerosos escritos que se conservan de él así lo acreditan, al igual que la enorme inclinación que derramó hacia la pintura, no sólo en su admiración sino, incluso, en su ejercicio. De su mano se conservan algunos retratos de familiares y amigos y varios otros en homenaje a líderes republicanos que admiraba (Castelar, Salmerón,…). Esta más que probada afición por el arte noble y que plasmó en la fuerte relación

José Moncada Calvache en 1934 y que pertenecía a Antonio de Ibarra. Colección particular.
que mantenía con un descollado pintor de Berja, Miguel Salmerón Pellón (13). Este personaje era hijo de su prima hermana Eloisa Pellón García, vinculada a Alhama por su familia (14) y también por marido, Francisco Salmerón Lucas, abogado de
Berja que fue secretario personal de Nicolás Salmerón Alonso (15). Al igual que convergió en gustos pictóricos en Berja, no menos lo estuvo Ibarra en Alhama con otro joven pintor que descollaba en el momento, José Moncada Calvache.
La protección que Ibarra dispensó a Moncada es notable, dada las enormes amistades que nuestro personaje mantenía en el Ateneo de Madrid, del que era socio, así como de la clase política en ascenso. La correspondencia que se conserva entre ambos se fecha entre 1932-1935, fechas del advenimiento de la II República y en la que Ibarra mantuvo una mayor actividad con los políticos republicanos.
De la comunión de ideas entre este virgitano y Mondaca da cuenta el verano de 1932 con el intercambio de obras entre ambos. En aquella fecha el pintor alhameño recibió un libro dedicado del primero (Florilegio de pensamientos y aforismos, publicado en Madrid), recordándole a Antonio Ibarra que "…No hecho en olvido el cuadrito que le ofrecí a usted y se lo dedicaré" (16). Poco después era Ibarra quien agradecía el lienzo que le regaló, pieza artística que describió en términos tan exactos que no son otra cosa que una alegoría del propio libro escrito. Moncada le contestaba así:
"…de los preciosos objetos que en él figuran describiré tres: un libro que tiene propiamente la pátina del tiempo, con las hojas entreabiertas, hábilmente colocadas, es de un realismo insuperable; el vaso de cristal, mediado de agua, esparciendo la luz natural que en él reflejan los objetos, es una preciosidad que acredita de ilustre la personalidad del autor; dos bonitos pensamientos, que parecen recién cortados, colocados como los demás objetos sobre el tablero de mármol de una mesa, son también de natural realidad" (17).
José Moncada Calvache en la inauguración de su exposición en el círculo de Bellas Artes, de Madrid. La letra manuscrita es de Antonio de Ibarra. Colección particular.
Este cuadro no se conserva, pero es probable que Ibarra se lo enseñase a su pariente, el pintor Salmerón Pellón, quien tiene una obra muy parecida a la descrita y que luego serviría de portada para la edición de su libro.

En los años siguientes la amistad entre ambos personajes se intensifica. El 16 de noviembre de 1933 Moncada expone en el Círculo de Bellas Artes, de Madrid, asistiendo a la misma Ibarra (18). El 29 de agosto de 1934 el pintor volvería a realizar en la ciudad madrileña una Exposición Provincial de Bellas Artes, asistiendo nuevamente Ibarra, quien no duda en conservar la crítica de arte que en su momento le hiciera el periodista José Martínez Puertas (19). Está claro que el viejo político republicano de Berja había apostado por la pintura de este joven pintor alhameño.

Dibujo de A. de Ibarra de 1908 que conmemora la muerte de Salmerón. Colección particular.

La enorme influencia que Berja ejercía en la Cámara Uvera Provincial -como no podía ser menos en uno de los máximos productores de uva de la provincia-, debe ser el nexo de unión para que durante este periodo republicano Ibarra actuase de alguna manera para que esta institución adquiriese un cuadro de Moncada. El 5 de septiembre de 1935 el pintor se dirigía a Antonio Ibarra en estos términos: "…en días pasados la Cámara Uvera tomó el acuerdo de adquirir un cuadro mío de uvas de nuestra tierra, para reproducirlo y hacer propaganda del fruto; como sé que usted se alegra se lo comunico" (20).

Además del gusto por la pintura, la amistad Ibarra-Moncada también se centró en la historia, manteniendo contactos con Santiago Granados y con Juan Cuadrado, este último director del Museo Provincial. Será en 1935, cuando Antonio Ibarra exprese al pintor su deseo de donar una vasija de cristal que poseía de herencia familia. Esta misión la llevó acabo Moncada, quien le informó de cómo la pieza era de la fábrica de vidrios de la villa almeriense de María (21). Poco tiempo después, a finales de año estas piezas ya estaban en manos de Granados para su depósito en el museo.


(1) Nació en Berja en 1862 [Archivo Municipal de Berja (en adelante A.M.B.), Libro de Nacidos, t. XVII, registro del 26 de enero], era hijo de ricos propietarios de la localidad, Anselmo de Ibarra Oliver y de Josefa García Moreno.

(2) Nacida en Berja en 1833, era hija de un rico propietario de minas de Alhama afincado en Berja, Antonio Mª García Torres, y de Rosa Mª Moreno del Campo y del Trell, natural de Motril. Josefa García Moreno siempre mantuvo una enorme vinculación con la villa de su padre, casando en Berja en 1857 con Anselmo de Ibarra Oliver, rico propietario virgitano. A.M.B., Libro de Matrimonios, Tomo IV, registro del 19 de febrero.

(3) A pesar de tener en común el apellido García, que conozcamos, no eran familia. La esposa de don Nicolás Salmerón era Catalina García Pérez, natural del Valle de Lozoya.

(4) Apéndice Documental núm. 5.

(5) Rafael María de Labra (1841-1918) era abogado y desde muy joven defendió las libertades de las colonias de ultramar. En 1871 fue elegido Diputado a Cortes, defendiendo el ideario liberal y democrático para Cuba y Puerto Rico, así como el abolicionismo del esclavismo, siendo en años posteriores senador por ambas islas. En esta fecha obtuvo la cátedra de "Instituciones Coloniales Extranjeras" en la Universidad de Madrid, entrando así en contacto con Nicolás Salmerón, también profesor en la misma institución. Fue uno de los fundadores de la Institución Libre de Enseñanza, de la que fue presidente y dedicó gran parte de sus publicaciones a la preocupación por la educación. En 1873 se adhirió a la República y poco después ingresaría en el Partido Radical, de Ruiz Zorrilla, rehusando ser ministro por mantener su libertad de criterio. Poco después terminaría en las filas del republicanismo unitario de Salmerón, participando con éste en la constitución en 1893 de la Unión Republicana, de la que fue uno de sus líderes. Tras la crisis que padeció este partido, en 1900, en unión de Salmerón, volvería a reconstituir la Unión nacional republicana, si bien, a la muerte de éste, en 1910 se apartaría de la agrupación, por entonces nuevamente en crisis.

(6) Colección particular. Carta de Rafael M. de Labra a Antonio de Ibarra fechada en Madrid.

(7) Con una larga trayectoria política, este personaje había sido diputado republicano independiente por Tortosa en las Cortes de 1914 y en 1916 fundó el Bloc republicá autonomista, convertido en 1917 en Partit republicá catalá, siendo por este partido diputado en 1918 por Barcelona. Más tarde fundaría en 1929 el Partido Radical Socialista, fechas en las que dedicó la primera edición del libro de Ibarra. Es curioso que este partido era el que profesaban sus primos los Ibarra con negocios en Gádor.

(8) Colección Particular. Carta de Julián Besteiro a Antonio de Ibarra. Madrid, 12 de julio de 1932. El documento es oficial y va timbrado con el membrete de las Cortes Republicanas.

(9) Nacido en 1890, era hijo de José María de Ibarra Torres y de Trinidad Pérez de Guipúzcoa y Gallardo.

(10) En 1937 Secretario Provincial de la Federación de Trabajadores de la Tierra, representante en Almería de la Central de Exportación de Uva de Mesa; además de Secretario de la Unión Provincial de Cooperativas Agrícolas, organización que triplicaba el número de afiliados de la Federación de la Tierra, y también Vocal de la Junta de Cultivos, Vid. L.C. Navarro Pérez, "Carlos Ibarra Pérez, secretario provincial de la Federación Española de Trabajadores de la tierra de Almería y alcalde de Gádor (Almería", Actas del II Congreso sobre el republicanismo en la historia de España, Priego de Córdoba, 2002, pp. 783-803.

(11) José Moneada Calvache a Antonio Ibarra García. Vid. Apéndice Documental núm. 3.

(12) Apéndice Documental núm. 4.

(13) Sobre la vida artística de este personaje, vid. F. Castañeda Muñoz, Manuel y Miguel Salmerón Pellón. Los poetas de Berja, Almería, 1987.

(14) Nacida en Berja, era hija del ingeniero José Octaviano Pellón Villadea y de Mª Carmen García Moreno, esta última tía de Antonio de Ibarra. Vid. F. Castañeda Muñoz, Manuel y Miguel..., p. 21.

(15) La familia Salmerón, de Berja, conserva el recuerdo de cómo este virgitano en el siglo pasado, bromeando en Madrid con unos amigos de cómo el expresidente de la República estaba vinculado con él en algo más que el paisanaje almeriense sino por lazos de sangre. Forzado por las circunstancias, este personaje se dirigió a don Nicolás para contarle la anécdota y el aprieto en el que se encontraba su honor sino demostraba sus afirmaciones. Don Nicolás Salmerón efectivamente lo conocía, aunque por su familia materna, y no dudó en entablar buena amistad con el joven, ofreciéndole estar a su lado como secretario personal. En otra colección particular de Berja se conserva alguna correspondencia de Salmerón Alonso con su secretario Salmerón Lucas, preocupándose por la familia y los eventos cotidianos. En todos los casos la puerta de acceso que tuvo Francisco Salmerón Lucas a don Nicolás Salieron no fue otra que la familia política, los García Moreno, tan vinculados a Alhama y, quizás, incluso, emparentada con la familia Salmerón en algún grado que no hemos logrado descrifrar. Quedan estas líneas para quien lo desee profundice en esta línea de investigación.

(16) Apéndice Documental núm. 1.

(17) Apéndice Documental núm. 2.

(18) El Catálogo lo conservó Ibarra, quien con posterioridad pegaría en el mismo una fotografía del acto de inauguración. Los cuadros expuestos eran los siguientes: 1. Uvas de Almería; 2. Estudio; 3. Reflejos; 4. Frutas de mi tierra; 5. Pensamientos; 6. Bodegón; 7. Frutas de Otoño; 8. Estudio de Flores; 9. ídem; 10. Lavafrutas; 11. Selección; 12. Reflejos metálicos; 13. Uvas rojas; 14. Chumbos de Uléila; 15. Cerezas y agua; 16. Tisú sobre mármol; 17. Bronce y damasco; 18. Ramillete de frutas; 19. Caza; 20. Nido de pollitos; 21. Ciruelas y uvas; 22. Pajarillos muertos; 23. ídem; 24. Mariscos; 25. ídem; 26. Uvas blancas y encarnadas; 27. Frutas variadas; 28 Granados; 29. Naranjas; 30 Frutas; 31. ídem. Paisajes de Almería: 32. Cabo de Gata; 33. Alhama de Salmerón; 34. La Puente; 35. El Moralillo; 36. Sierra Alhamilla; 37. Huécija; 38. Casita andaluza; 39. Alhabia; 40. Fuente Palmera; 41. Fuente de la Presa.

(19) Una breve línea de lo expuesto es descrita así: "...Rosas, cristales, aguas, mármoles, uvas, telas riquísimas, chocolateras, pájaros, perdices, velones y diversas frutas constituyen una orgía cromática del más alto valor pictórico, con un rico sentido en la ponderación de los elementos y conjunto de la composición".

(20) Apéndice Documental núm. 4.

(21) Apéndice Documental núm. 4.


APÉNDICE DOCUMENTAL

*Doc. 1.-

1932, agosto, 2. Alhama

Moncada agradece a Ibarra el libro que le regaló y expresa su opinión. Colección particular Sr. D. Antonio de Ybarra García Madrid

Mi querido amigo:

Le saludo con todo afecto.

Oportunamente recibí su estimada carta que hoy con mucho gusto le contesto. También recibí su nuevo libro que me dedica, que estimo y agradezco mucho.

Aunque mi opinión es muy modesta, he de manifestarle con sinceridad que su libro me gusta muchísimo, es un acierto por las bellezas que posee, y además tiene la gran ventaja de ser muy útil y beneficioso.

Me gusta más que el primero que publicó, por lo bien ordenado que está y la acertada clasificación que ha dado a todos los grupos, como así mismo a todo el contenido de la obra. Es un libro de mérito.

Deseo que tanto en la crítica como en la venta tenga el éxito que merece su labor.

Aquí, a las personas que lo he dado a leer y les ha gustado mucho.

No hecho en olvido el cuadrito que le ofrecí a usted y se lo dedicaré.

Ahora aprovecho el buen tiempo de verano al paisaje, para ir completando el número de cuadros que quiero reunir para mi exposición en proyecto.

Le repito las gracias por el libro que me dedica y sedeándole salud y mucho éxito se despide su buen amigo q. e.s.m.

José Moncada

* Doc. 2.

- Berja, 1932 (sin fecha)

A. de Ibarra agradece a José Moncada Calvache el cuadro que le ha regalado.(Colección particular)

Apreciado amigo:

Debo comunicarle mi satisfacción por el cuadro de relevante mérito artístico que me dedica, por mi obra Florilegio de pensamientos y aforismos.

De los preciosos objetos que él figuran describiré tres: un libro que tiene propiamente la pátina del tiempo, con las hojas entreabiertas, hábilmente colocadas, es de un realismo insuperable; el vaso de cristal, mediado de agua, esparciendo la luz natural que en él refleja los objetos, es una preciosidad que acredita de ilustre la personalidad del autor; dos bonitos pensamientos que parecen recién cortados, colocados como los demás objetos sobre el tablero de mármol de una mesa, son también de natural realidad.

Gracias mil, por su generoso obsequio y reciba la más sentida expresión de mis afectos.

A. de Ybarra

* Doc. 3.

- 1934, octubre, 4. Alhama de Salmerón

Moncada saluda a Ibarra y le trasmite idéntico sentimiento de la familia Salmerón (Colección particular)

Sr. D. Antonio de Ybarra García

Deseo que tanto usted como sus queridas hermanas disfruten de perfecta salud.

Saludos para usted de la familia Salmerón. Y ya sabe que siempre le recuerda con cariño su buen amigo que le estima.

José Moncada

* Doc. 4.

- 1935, septiembre, 5. Alhama de Salmerón

Moncada informa a Ibarra sobre una pieza que quiere donar al museo provincial (Colección particular) Sr. D. Antonio de Ybarra Berja

Mi distinguido amigo:

Deseo que al recibo de la presente, disfrute de perfecta salud en unión de sus queridas hermanas, yo me encuentro perfectamente y de Federico también tengo buenas noticias.

Recibí su atenta carta a la que no contesté a su debido tiempo, hasta poder entrevistarme con D. Santiago Granados, y D. Juan Cuadrado, Director del Museo de Arqueología para hablarle y enseñarle el diseño de la vasija de cristal que usted quiere ceder al museo.

En efecto, les agradó mucho su buena idea, y desde luego lo consideran digno dicho frasco de cristal de que figure en las demás colecciones, pues según opina D. Juan es procedente de la antigua fábrica de vidrio de María, pueblo de esta provincia, así es que cuando usted tenga oportunidad puede enviarlo.

En días pasados la Cámara Uvera tomó el acuerdo de adquirir un cuadro mío de uvas de nuestra tierra, para reproducirlo y hacer propaganda del fruto; como sé que usted se alegra se lo comunico.

La familia Salmerón me encarga para usted sus recuerdos, así como Federico.

Reciba un saludo afectuoso de su buen amigo, que siempre le recuerda con gusto y mucho le estima.

José Moncada

* Doc. 4.

- 1935, diciembre, 7. Barcelona

Moncada invita a Ibarra a la exposición que prepara (Colección particular) Sr. D. Antonio de Ybarra García Berja

Mi distinguido amigo:

Tengo el gusto de dirigirle la presente desde esta grandiosa población para saludarle, y comunicarle que el día 14 del actual inauguraré una exposición de mis cuadros en las "Galerías Layetanas". Hasta la fecha estoy muy bien impresionado de mis gestiones, veremos el resultado.

Sus frascos de cristal antiguo ya los entregué al señor Granados.

Moncada

* Doc. 5.

- Homenaje que Ibarra dedicó a Nicolás Salmerón en 1908

A SALMERÓN (I)

¡Ilustre e Insigne filósofo, gran republicano y elocuente tribuno!

En el corazón y en el cerebro tengo grabada la fecha en que rendiste el tributo que al vivir se debe.

Al extinguirse tu aliento y desvanecerse en el éter los últimos ecos de tus sublimes palabras, el alma nacional quedó perdurablemente privada de gran parte del inmenso caudal de sabiduría que atesorarste.

A tus amigos, deudos y admiradores, dejaste gratos e indelebles recuerdos de puros sentimientos, mezclados con intenso dolor de profunda y amarga pena.

Si el hombre que llega a la cumbre de la humana sabiduría le fuese dado alcanzar la inmortalidad de la vida, tú hubieras sido eterno. Los profundos y maravillosos pensamiento que de tu cerebro surgieron en los últimos momentos de tu vida acreditaron una vez más tus colosales facultades; tus grandes virtudes cívicas; la integridad y rectitud de tu sereno juicio, y la hermosura, generosidad y desinterés de tu noble y abnegado corazón; que rebosó de fecundo amor al prójimo, a la Libertad y a la Patria.

Al infundir, como apóstol de la democracia, tus doctrinas redentoras, contribuíste a la magna obra de la emancipación y regeneración social, contando con los esfuerzos y energías de tu privilegiada inteligencia; con tu inspirado ingenio; con tu acrisolada honradez, y con los sinceros y razonados argumentos de tu especial y magistral dialéctica, que sugestionaron a los hombres de recio sentido, y anonadaron y confundieron a los inflexibles e intransigentes adversarios.

Del fondo de virtud y sabiduría de tus grandes concepciones filosóficos desprendiéronse máximas de tan justa y sana moral universal, que van cristalizando en las conciencias de los pueblos para norma de los principios en que se han de fundamentar las leyes que regulen la igualdad política y social, sin otras diferencias que las establecidas por el talento y las virtudes.

Ya se respiran en el ambiente nacional vivificadoras ansias de libertad, y ansío se conviertan pronto en bonificador huracán, que despeje y ahuyente las funestas sombras con que el despotismo nos envuelve, y pueda rendirse a tu memoria el justo homenaje a que te hiciste acreedor.

Sólo otro genio como tú pudiera describir a grandes rasgos tu personalidad y hacer una negrología digna de ti. Ya que estas líneas no se han escrito con pretención, sean, al menos, expresión y testimonio del entusiasmo y veneración que me inspiraste.

Integérrimo ciudadano, ilustre patricio y sabio maestro; libertado ya de las humanas miserias, descansa enpaz en la eternidad, con el tranquilo sueño de los justos.

Antonio Ibarra García

NOTA. En el responso que D. Antonio Manura dedicó en la sesión necrológica del Congreso a Salmerón, expresó, entre otros elocuentes párrafos, el siguiente: "Sí, la memoria del Sr. Salmerón pertenece al amor de los suyos; más también pertenece al orgullo de la nación entera, porque fue uno de esos hombres que llegan a convertirse en encarnaciones, representaciones, genuino verbo de grandes colectividades, y dejan marcados, como jalones perennes en la Historia, las evoluciones del pensamiento y las vicisitudes de la vida nacional"