Aunque me encanta charlar, no sé si va a resultar fácil decir cosas de mí misma porque, en el fondo, nadie se conoce totalmente o se ve de manera distinta a como lo ven los demás. Yo creo que soy una persona corriente, como tantas otras, eso sí, con pluriempleo porque doy clase en un colegio, soy escritora y tengo una casa, una familia y muchas aficiones. Eso implica recibir cada día una sobredosis de trabajo, pero también de alegrías y satisfacciones, o sea que sólo me quejo de vez en cuando, si me siento desbordada por tanta actividad, En el fondo pienso que soy una mujer afortunada porque puedo hacer lo que me gusta.

De pequeña nunca soñé con ser trapecista, ni pilotar aviones, ni competir por el título de Miss España. Menos mal porque tengo vértigo y un montón de kilos de más que me hubieran impedido que mis sueños se realizaran. Me gustó desde niña la enseñanza porque admiraba a muchos de mis profesores.

Y también pintar, leer, escribir poesías y cuentos, los animales, las flores, el campo, el mar, la música, el cine, el teatro y un montón de cosas más, todas muy normalitas de las que sigo disfrutando.

El nacer y vivir en Madrid me dio la posibilidad de ir con frecuencia a teatros, conciertos, cines y museos desde bien pequeñaja y también al Zoo, a la Casa de Campo, al Retiro y al Jardín botánico, a la Sierra, y tener la casa de mis abuelos en un pueblo de Cuenca me acercó al sosiego de la vida rural durante las vacaciones de muchos veranos. Allí teníamos vecinos agricultores y pude ver las faenas de la siega, la trilla, la vendimia, amasar el pan y hornearlo. Pude también montar en burro, pescar cangrejos, bañarme en el río, subirme a los árboles: todas aquellas cosas que a los niños de ciudad les están negadas. Por eso creo que fui creciendo bastante equilibrada, amando los libros y la cultura y gustándome también las cosas sencillas y naturales de la vida del campo.

Dejé Madrid al casarme y he vivido en Galicia y en Aragón unos cuantos años. Desde 1981 resido bajo la luz de Almería. Cada uno de estos cambios me ha hecho crecer como persona y me ha enriquecido con otras gentes y otros países. He sido maestra en cada uno de estos sitios y la convivencia con mis alumnos me ha llenado siempre de alegría y de ilusión. Con muchos de ellos, algunos ya cuarentones, me sigo relacionando y son mis amigos.

Vuelo de cometas. Los cuadernos de Sandua. Córdoba, Cajasur, 1999

Poesía almeriense contemporánea. Edición de Pedro M. Domene y J.A. Sáez, Almería, Ayuntamiento de Albos Colección Batarro, 1992