EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 18 LITERATURA
 
Almería
Flor de morería
marinera piel dorada
tierra santa de Almería
andaluza engalanada.
Paloma que al viento vuela
oculta entre la retama
no llores aunque te duelan
las heridas de tus alas.
Madre si dejo de verte
largas serán mis plegarias
como marchita la rosa
que cuelga de mi solapa.
Fuente de mis agonías
lucero de la mañana
calvario de mis adentros
amante de luna clara.
Quiero pasear tus noches
poder rondar tu ventana
ser el rocío que absorbe
tu belleza envenenada.
No te duermas en la orilla
del mar azul que te baña
la brisa será esa niña
que llevas dentro del alma.
Y como viento que vuela
te lleve lejos serrana
al lugar donde los sueños
duermen un sueño de hadas.
A las claritas del día
suena una voz que se clava
que baja desde aquel cerro
gitano ¿a quien le cantabas?.
A esa tierra que es de todos
bendita como la estampa
de esta virgen de los pobres
que llevo cerca del alma.
Anda y vuélveme a cantar
esa coplilla tan guapa
que quiero ver como el sol
se esconde por las montañas
dibujando un corazón
de arena blanca muy blanca
y dentro del corazón
pintado con fina plata
un nombre que para todos
es grande porque se agarra
como raíz a la tierra
y por el aire se escapa
para vivir como madre
y morir grande de España.

Manuel Ángel Tortosa Cadenas

Nací en Alhama el día 2 de Noviembre del año 1968 y desde muy corla edad, la poesía ha supuesto para mí una de mis grandes pasiones. Es por ello, que leyendo a maestros de la talla de Lorca, Alberti o los hermanos Machado, por citar algunos, uno sienta verdadera devoción por todo aquello que nos regalaron tan privilegiadas plumas.

Y dejando que los sentimientos fluyan del corazón, Sólo puedo sentirme aprendiz de todo aquel que, expresando un sentimiento nos regala tan bella forma, de vida, en este mundo que empieza a hacer de lo vulgar noticia cotidiana.

Recordar y aprender del enorme legado que nos dejaron tan ilustres personajes debe ser la bandera que nos enseñe el camino hacia un mundo más comprometido con todo aquello que usa como única arma la fuerza del corazón.