EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 14

ETNOGRAFÍA

 
LA CULTURA GITANA EN ALHAMA Y SU NAVIDAD
Diego Nicolás Artés Cadenas
Maestro de Educación Primaria
El concepto que se tenga de la palabra cultura va a marcar las relaciones entre las distintas culturas que se desarrollan en un determinado lugar, por tanto, es necesario delimitar que se entiende por dicho concepto.

Son muchas las definiciones de cultura. Considerando el uso corriente del término se entiende como el conjunto de producciones que una determinada comunidad ha generado históricamente. Esta definición, dota al concepto de un sentido estático y de posesión, de tal forma, que se entiende desde esta perspectiva que una persona culta es aquella que ha accedido a unos conocimientos, a unos saberes y habilidades que son los productos culturales.

La cultura también se puede entender de una forma menos restringida, más amplia. En este sentido, cuando se habla de cultura, se está haciendo referencia a la manera de ser de una comunidad, al modo de cómo interpreta el mundo y se sitúa en él. Desde esta perspectiva, la cultura tiene que ver con los valores, criterios de conducta, roles sociales...etc.

Grupo de gitanos en el cerro de la cruz (Alhama) en 1979

Podemos decir que no tiene sentido hablar de personas sin cultura. Todos los grupos humanos han elaborado su cultura, ya que en definitiva es el conjunto de conocimientos, creencias, arte, moral, derechos, costumbres, y cualquier otra capacidad y habito adquirido por el hombre en tanto que es miembro de la sociedad.

Cada individuo es productor y reproductor de su cultura, la cual es distinta y específica, a la vez, constituye la manifestación de su identidad como grupo social cultural humano.

La palabra gitano/a procede de Egiptano, (Dícese de cierta raza de gentes errantes y sin domicilio fijo que se creyó ser descendiente de los egipcios).

Históricamente los gitanos son originarios de la zona fronteriza entre la India y el Irán, que hablaban una lengua indoaria. Empezaron a abandonar su país de origen hacia el sigloV. Grupos de este pueblo llegaron a Europa durante los siglos XIV y XV Actualmente algunos viven en pequeños grupos de domicilio no fijo, pero otros se han establecido de manera permanente en los barrios marginales de las ciudades. A menudo han abandonado su lengua propia para adaptar la del país pero conservando muchas veces parte del vocabulario de la antigua. Acostumbraban a casarse entre sí, lo que les da cierta unidad dentro de la sociedades se dedican generalmente al pequeño comercio o a la industria artesana. Algunos grupos han creado un folklore propio que se ha hecho muy popular, especialmente el de los gitanos húngaros y andaluces.

Los gitanos han sufrido también persecuciones de tipo racial y durante la segunda Guerra Mundial (1939-1945) numerosas familias fueron exterminadas por los nazis. En España la lengua gitana recibe el nombre de caló o romaní.

En: Canciones populares de Alhama de Almería. Alhama: Ayuntamiento. IEA. 1994.

En Alhama, la tradición de la fiesta navideña celebrada por los gitanos, se remonta a años anteriores a la guerra civil española (1936-1939). Fue durante este periodo de tiempo, cuando la fiesta dejó de celebrarse, debido principalmente a los duros momentos que atravesaba la sociedad.

Pasados estos tristes años, dicha tradición se vuelve a recuperar, tal cual se estaba celebrando anteriormente, donde los gitanos más jóvenes del cerro, se reunían en una casa el día 23 de Diciembre por la noche, para pasarla en vela cantando, comiendo y bailando.

La madrugada del 24, todos los gitanos jóvenes se dirigían a la casa del gitano más viejo, cada uno de ellos con una botella de licor. Al llegar a la puerta de la vivienda, el gitano mayor, que ya estaba

esperando en el interior de la casa la llegada de los más jóvenes, abría la puerta al son del siguiente villancico:

"Levanta si estás durmiendo
no te hagas el remolón,
a tu casa hemos llegado,
cuatrocientos en cuadrilla
si quieres que nos sentemos
saca cuatrocientas sillas"

El gitano mayor, al acabar el villancico se levantaba, con una botella en la mano y sacaba sillas para todos los invitados.

Sobre la mesa se depositaban todas las botellas, pero no todo consistía en beber, sino que se sacaba algo para picar como turrón, frutos secos, mantecados, pan de aceite, alimentos todos ellos propios de las épocas navideñas.

La fiesta se prorrogaba hasta bien avanzada la madrugadas incluso en algunas ocasiones hasta el amanecer.

Por la mañana temprano, al comienzo de un nuevo día, todos los gitanos del cerro se reunían para arreglar una mesa. Esta se adornaba con unos arcos de hierro y unos papeles de colores que le ponían el toque navideño.

Una vez adornada la mesa, todos los gitanos tanto jóvenes como mayores bajaban al pueblo. Una de las primeras paradas que se hacían entre cánticos y bailes era en el barrio de San Antonio. En cada una de las paradas se invitaba a todos los vecinos del pueblo a unirse a la fiesta, ofreciéndoles a que comieran de todo lo que se depositaba sobre la mesa, a la vez que, los vecinos, dejaban sobre la mesa toda clase de alimentos de esta época.

Otra de las paradas estaba en la puerta de la Iglesia, donde se volvía a realizar la misma operación. Entre bailes, villancicos y la música festiva de sus instrumentos, recorrían todas las calles del pueblo. Hacia el mediodía se daba por finalizada la fiesta por las calles del pueblo, para continuar en el cerro durante los días siguientes al 24, el día de Navidad, y el día 26 de Diciembre donde ya se ponía fin a la fiesta, deseando volver a celebrarla el siguiente año.

La fiesta desapareció sobre los años 60, sin conocer con exactitud sus causas, pero que muchos alhameños la recuerdan con cariño, en aquellos años que vivieron su juventud, del que sólo queda un bello recuerdo, aunque son muchas las tradiciones que vienen a la memoria y que seguiremos recogiendo en los próximos números de esta revista.

Desde estas páginas, agradecemos la colaboración de algunos vecinos del pueblo, y entre ellos, de algunos de raza gitana como Diego Santiago Martín y su esposa Juana, que nos han abierto la puerta de su casa para dedicarnos un rato de su tiempo y relatarnos la fiesta que os hemos contado en estas páginas, deseando volver ha revivir esta tan agradable fiesta, aunque sólo sea en el recuerdo.