En la medicina contemporánea la importancia de los Factores de Riesgo Cardiovascular (FRC), aumenta en razón del papel que éstos juegan en la enfermedad aterosclerótica como primera causa de muerte, tanto en hombres como en mujeres, en los países occidentales; y de la demostración de cómo un conocimiento y un adecuado control de los mismos disminuye de forma muy considerable, el riesgo de sucesos cardiovasculares futuros.

Definir el concepto de FRC no es tarea fácil, pero podría considerarse como aquella característica biológica o conducta que aumenta la probabilidad de padecer o morir de enfermedad cardiovascular en los individuos que la presenten.

La medicina actual concede una gran importancia y esfuerzo a la prevención de la enfermedad cardiovascular, por lo que es lógico pensar que hemos de luchar activamente contra aquellos FRC que más interesan, no solo porque pueden ser modificados sino porque disminuyen el riesgo de enfermedad. Aquellos que son reversibles son el consumo de tabaco, la hipertensión arterial, el aumento del colesterol total en sangre y las modificaciones de sus fracciones (HDL y LDL),el consumo excesivo de alcohol, la falta de ejercicio físico y la obesidad, entre otros.

Con bastante frecuencia se observa la presencia de más de un factor de riesgo en el mismo individuo (fumador e hipertenso, obeso y diabético, colesterol elevado e hipertenso, etc.), estas situaciones provocan que el riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte se multiplique, de forma exponencial, a medida que existan factores de riesgo asociados.

La importancia social y sanitaria que los FRC adquieren actualmente en los países desarrollados, ha permitido la puesta en marcha de programas de intervención, demostrando sus efectos favorables, en las últimas décadas, tanto en la disminución de la morbimortalidad por accidente cardiovascular como por cardiopatía isquémica.

Pero a pesar de ello, el grado de conocimiento de estos factores de riesgo así como el control de los mismos distan mucho de ser satisfactorios. Uno de los motivos que podrían explicar esta situación sería la ausencia de síntomas, en efecto, la hipertensión, el colesterol elevado e incluso cifras altas de glucosa en sangre pueden pasar absolutamente inadvertidas durante años. Otro motivo frecuente es el nivel en que la conducta del paciente coincide con la totalidad de las medidas indicadas por el médico y no sólo me refiero al tratamiento farmacológico prescrito sino también al conjunto de medidas indicadas (realizar ejercicio, dejar de fumar, perder peso, hábitos alimenticios, etc.).Tampoco hemos olvidar la falta de información y del conocimiento real de sus