EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 13

Ecología y Medio Ambiente

Senderismo
por la vereda de La Puente
a Fuente del Rey

Francisco Javier Canillas Fernández
Naturalista

Un paseo por la Naturaleza, aún haciendo el mismo recorrido, es muy diferente según la época del año. El mismo lugar se presenta muy diferente en primavera, verano, otoño o en invierno.

Los paisajes, los colores y los olores son diferentes.

Muchas platas y muchos animales solo aparecerán ante nuestros ojos durante un determinado periodo del año, a veces muy breve. Por este motivo es tan interesante recorrer la misma ruta en diversas ocasiones, para el naturalista o el senderista observador siempre habrá novedades y sorpresas.

La ruta que describimos aquí discurre desde Alhama por la Vereda de La Puente a Fuente del Rey en torno a los meses de febrero-marzo.

 


Narcisos
Bajo nuestro clima mediterráneo semiárido la primavera se adelanta, y ya en los meses de enero y febrero habrán florecido muchas especies que más tarde será ya imposible encontrar, como es el caso de las "margaritas enanas" (Bellis annua Subs. Microcephala), diminuto pero bellísimo endemismo ibero-norteafricano, (1) que junto a con otras "hierbecillas" habrá llegado a cubrir de "pradillos" muchas vaguadas y pequeños rincones que verdean al comienzo del año, junto a algunas orquídeas (Ophrys fusca) y narcisos (Narcissus cf gaditanus) que sobre todo por las umbrías destacan entre el matorral con sus bellas flores. Algunas aves invernantes se habrán marchado ya en marzo, aunque muchas otras llegan desde África, al avanzar la primavera para criar y pasar el verano entre nosotros.

Los insectos y demás invertebrados, con frecuencia, mucho más fáciles de observar, se hacen cada vez más abundantes conforme el clima se hace más cálido.

Pasando el mes de mayo, si las lluvias han sido tan escasas como suelen serlo casi siempre y los calores van apretando cada vez más, la vegetación no tarda en agostarse, salvo determinadas especies que se atreven incluso a florecer durante el verano, perfectamente adaptadas a sobrevivir en condiciones de aridez y calores extremos. Solo en cotas superiores y en las zonas más umbrías llega algo más tarde la desecación.

Pero en nuestro paseo simulado es el comienzo de la primavera, y salimos desde Alhama, bajando por la Cuesta de la Calera para coger el camino de La Puente, por el que llegaremos a la Vereda de Puente Mocho, un antiguo azagador, y aún hoy vía pecuaria, y por ello patrimonio público, a respetar por todos, por donde siempre han trasegado los ganados, en busca de los escasos pastos.

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Pasando algunos corrales y algunos invernaderos, llegaremos a La Puente, puente de origen romano, ya que también fue éste camino romano, como fue camino de Almería en épocas no tan lejanas.

Cruza La Puente el Barranco de Alhama o del Moralillo, y sobre ella podemos contemplar su cuenca, hacia arriba, con Alhama y el Cerro de la Cruz como telón de fondo, y hacia abajo, donde se une con la Rambla de Huéchar. Pero no podemos dejar de admirar La Puente desde le barranco, símbolo de la historia y del escudo de Alhama. Para ello dejamos el camino para descender hacia la sonda.

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Panorámica de la Puente y su entorno

Lamentablemente son muchos los desaprensivos que abandonan todo tipo de basuras en este bello y simbólico paraje de Alhama. Esperemos que esto cambie a medida que avance la conciencia ambiental entre la gente.

Hasta aquí hemos pasado por la zona de la vega, (El Mojón, Las Majaíllas) cultivos de regadío como modernos invernaderos, algunos olivos y aún algunos parrales, vago testimonio de los muchos que hubo en el municipio; bordeando los cultivos y el camino aparecen numerosas plantas ruderales y arvenses (2). Los cultivos se alternan con eriales, zonas montuosas de escasa vegetación xerófila y halófila (3) que ocupan aquí zonas de solana.

Al bajar al pié de La Puente nos encontramos en el lecho del barranco, y la vegetación va a cambiar notablemente, aquí abundan las adelfas (Nerium oleander) y los tarais (Tamarix sp), junto a las cañas (Arundo donax) y juncos (Scirpus holoschoenus, Juncus acutus).

Existen algunos afloramientos de aguas salitrosas, que se detectan a simple vista por la gran densidad de vegetación (salados, aneas, tarais, juncos…), sobre la tierra suelen aparecer láminas o mancas blancas de salitre, estos lugares son refugio y abrevadero de muchas aves como los zorzales (Turdus philomenos), frecuentes aún al final del invierno, y las currucas cabecinegras o "curicas" (Sylvia melanocephala), presentes todo el año.


Gamones

En la rambla las flores del tomillo rojo (Thymus hyemalis) y las del espliego (Lavandula multifida) son visitadas por las abejas. Las aulagas (Ulex parviflorus) lucen también sus flores amarillas al final del invierno, los palaínes (Genista spartiodides) y las choperas (Coronilla juncea) también están en flor. La estepa (Cistus albidus) de flores rosas y matagallos o chupaeras (Phlomis purpuera) estarán en su plenitud floral ya en abril. Las chupaeras nos permitirán endulzar nuestro paladar con su néctar, por algo se llaman así.


Ombligo de Venus

Algunas enredaderas como los candiles (Aristolochia baetica), que también está en flor, y la rubia o enreosa (Rubia peregrina) se apoyan en las adelfas o en las rocas para trepar con sus tallos sobre ellas.

Aprovechamos antes de descender por la rambla para asomarnos a la umbría rocosa, aquí podemos ver muchas plantas interesantes, de temperamento más delicado, más exigentes con la humedad, además de especies rupícolas, que crecen sobre las rocas, muy interesantes, incluidos algunos helechos.

Estas rocas son calizo-dolomías, formadas por cabonatos de calcio y magnesio, las plantas que crecen sobre ellas son calcícolas (4), al final del invierno podemos encontrar en flor los zapatitos de la Virgen (Sarcocapnos enneaphylla), bien protegida del diente de herbívoros al crecer en los lugares más inaccesibles, sobre grandes bloques o paredes rocosas, así como el rompepiedras (Anthyrrhinum mollisimum), un endemismo de nuestra sierra de Gádor. Los pequeños helechos que ocasionalmente aparecen por aquí son culantrillos (Cosentinia vellea), probablemente la especie más xerófila de los helechos europeos, la mejor adaptada a la aridez y a los largos y secos veranos mediterráneos, medra en las grietas de las rocas y tendremos que fijarnos bien en ellas para encontrarlo, recubierto de una densa borra blanca, sobre todo en el envés de su fronde. También sobre las rocas veremos unas hojas redondas, de tamaño variable de entre las que sale un tallo floral, es el "ombligo de Venus" (Umbiculus gaditanus).

En esta umbría es fácil observar orquídeas silvestres, algunas tan hermosas como la orquídea macho (Barlia robertiana) y la abejera (Orphrys tentheredinifera), así como gamones (Asphodelus cf aestivus).

Tras pasar junto a algunos pinos carrascos y ciprés común, junto a las ruinas de un cortijo del que sólo quedan las paredes en pié llegamos a la confluencia de las Ramblas de Alhama y de Huéchar, en medio de una zona árida y margosa, donde pueden verse importantes procesos erosivos, cárcavas y derrumbes.

Ascendemos por la Rambla de Huéchar, encontrando escaramujos (Rosa sp), zarzamoras (Rubís ulmifolius), algunos granados e higueras, algún acebuche y otras plantas menores como la lecheinterna (Europhorbia characias) y las criadillas de ratón o marrubio (Mercuriales tomentosa).

Las estériles margas se pueblan y adornan con las flores de callejones (Moricandia arvensis y M. moricandiodies), las de los jaramagos (Diplotaxis harra Subs. Lagascana) y gualdas (Reseda lanceolada), estos taludes terrosos son los que prefieren los abejarucos (Merops apiaster) para excavar sus nidos, para lo que practica un largo y estrecho túnel bajo tierra. Una de nuestras más hermosas aves, recién llegada de tierras africanas, y que podemos observar con frecuencia en la zona, junto a otros veraneantes africanos como los azulejos o carracas (Coracias garrulus) y las abubillas (Upupa epops).


La Orquídea Macho: Batlia Robestiana

Aún podemos observar algunas de las invernantes: enciendelumbres o colirrojo tizón (Phoenicurus ochururus), pichote o petirrojo (Eritacus rubecula), carbonero común (Parus major), pajarilla de las nieves o lavandera blanca (Motacilla alba), junto a otras que nos acompañan todo el año, como los mirlos (Turdus merula), estornino negro (Sturnus unicolor), el mochuelo (Atiene noctua), que se oye y se ve de día y de noche, el gavinalejo o cernícalo (Falco tinunculus), que podemos verlo cernirse en el aire para cazar en el suelo, y los aviones roqueros (Hirundo rupestres) que nidifican en los cantiles.


La Abejera:
Ophrys Tenthredinifera

Ya en plena primavera estarán los vencejos, las golondrinas y aviones comunes surcando el aire incesantemente, y los colorines, verderones y chamarizos creando un auténtico "paisaje musical" con sus cantos y trinos.

En nuestro ascenso por la Rambla de Huéchar, pronto llegaremos a una zona donde corren las aguas, esta agua procede del nacimiento conocido como la Fuente del Rey, sin llegar a constituir un gran caudal, sí constituye un interesante humedal, un ecosistema de aguas corrientes permanentes, aunque de marcado carácter torrencial, de enorme valor ecológico en el entorno semiárido que le rodea, hábitat de numerosas especies animales y vegetales que describimos a continuación brevemente.

Aquí abunda el cañaveral y el carrizo, los juncos, las adelfas, los tarays, acompañados de muchas otras plantas hidrófilas (5), algunas tan abundantes como el culantrillo de pozo (Adiantum capillus-veneris), o "cabello de Venus", como indica su nombre latino, helecho que aparece en zonas umbrías entre las rocas donde aparece; otras son las colas de caballo o equisetos, (Equisetum ramosissimum), parientes de los helechos, aunque con apariencia muy distinta, de tallos articulados, erguidos y ramificados que en su extremo superior terminan en un cono donde se producen las esporas. Otras especies características en este hábitat son las conocidas caracoleras (Parietaria difusa) o los mastranzos (Mentha suaveolens).

Lo más característico de la fauna acuícola son las ranas, con su intenso croar se solean al borde del agua, saltando rápidamente a la menor alarma para ocultarse en el fango del fondo del agua, o se aventuran algo más lejos de las masas de agua al caer la tarde.

Muchas especies de insectos viven en el agua: larvas de mosquitos culicinos (Culex sp), efemeras, los patinadores que "danzan" sobre la superficie del agua (Hidrómetra sp, Gerris sp), los notonectas, excelentes buceadores con dos grandes patas a modo de remos con los que se impulsan bajo el agua, también podemos ver unos escarabajos negros y diminutos, los escribanos de agua (Gyrinus cf natator), que no paran de dar vueltas velozmente en la superficie del agua ¡y no se marean!, pero nuestra mayor sorpresa puede ser encontrarnos con la larva de la libélula o guardabalsas, que llegado el momento ha abandonado el agua para trepar a lo alto de un junco y experimentar el maravilloso fenómeno de la metamorfosis que lo convertirá en un adulto alado, tendremos que ser muy pacientes (varias horas) para contemplar todo el proceso.

Tras pasar las surgencias que dan lugar a la Fuente del Rey, donde la vegetación se hace aún más densa, nos reencontramos con la Vereda de Puente Mocho que cruza la Rambla en dirección a las Minas de Gádor, frente a nosotros destacan la Loma de Las Yeguas, el Coto de Córdoba y sobre todo La Mesa, el regreso podemos hacerlo en dirección opuesta, subiendo por el carril, que a lo largo de la vía pecuaria conduce de nuevo hasta La Puente, bordeando el pinar carrasco de repoblación, y contemplando así mismo los viejos olivos alineados en las paratillas de las cañadas, sujetas por fuertes balates, que sabiamente y con mucho esfuerzo crearon nuestros antepasados.

El Grupo Ecologista Andarax, GEA-Ecologistas en Acción, está desarrollando un proyecto de voluntariado ambiental con la colaboración de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, consistente en la adecuación y señalización de esta ruta de senderismo, dentro de otra más amplia hasta el Tajo Cuchillo, así como la elaboración de una guía didáctica. Los interesados en colaborar con el proyecto y/o realizar la ruta pueden ponerse en contacto con el GEA o con el autor.

 

BIBLIOGRAFÍA

KUNKEL, Günther. Flórula del Desierto Almeriense. IEA-Diputación Provincial de Almería. 1989.

CASTRO NOGUEIRA, Hermelindo; GUIRADO ROMERO, José y otros. Naturaleza Almeriense. Novotécnica S.A.- La Voz de Almería. 1999

DE JUANA, Eduardo y VARELA, Juan M. Guía de las Aves de España (Península, Baleares y Canarias). SEO-BirdLife/Lynx Edicions. 2000.

 

Notas
  1. Tenemos el gusto de compartir esta especie entre Almería y el Norte de África
  2. Son las temidas "malas hierbas" de los agricultores, plantas que se benefician de la humedad y de la fertilidad de las tierras agrícolas, algunas son nitrófilas (amantes del Nitrógeno) y resultan beneficiadas por el abonado químico o por el abonado orgánico producido por el pastoreo.
  3. Plantas perfectamente adaptadas a la aridez y a las sequías (xerófilas) y a la salinidad del suelo (halófilas)
  4. Plantas que toleran o se benefician de la presencia de cal.
  5. Plantas amantes de la humedad y que constituyen la vegetación de riberas.