EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 11 ...Y ADEMÁS

Recuerdos
¿Como nos divertíamos en nuestra niñez?

Antonio Moreno Soriano
"Un alhameño en la lejanía"

Si los que hoy tenemos alrededor de 70, queremos rememorar los juegos y diversiones de nuestra primera juventud, seguro que lo podremos explicar a la juventud de hoy, que sin tantas cosas como las que ellos disponen, también nosotros, a nuestra manera, sabíamos pasarlo bien.

¿Saben hoy lo que es jugar a "LOS HOYOS", con los huesos de albaricoque?

¿Juegan "AL MARRO", "AL NACHE", "A LAS PRENDAS", "A LAS CHAPAS", etc.?

¿Quién no llevaba los bolsillos rotos de llenarlos de huesos, bolas, chapas, etc?

¿Juegan ahora fabricando camiones, carros con correspondientes tiro de animales, motos, bicicletas, cuyo material era el alambre?

Quién de nuestra edad no ha intentado fabricarse un patín, con un trozo de madera sacado de Dios sabe donde, con ruedas del mismo material, o bien si había suerte, se le ponía dos cojinetes con bolas. Algunos, los más atrevidos, recordaran cuando bajaban la cuesta de "La Calera" metidos en un cajón de madera, al que habían puesto cuatro ruedas, -fijas las de atrás y móviles las delanteras-, las cuales guiaban mediante dos trozos de cuerda o alambre, tirando para la derecha o izquierda, según para donde querían girar, y teniendo como frenos, las suelas del calzado que llevaran puesto, pero cuando aquel "trasto", cogía la velocidad adecuada, más de uno se dejaba toda la suela y a veces parte del pie, o bien se estrellaba contra el muro del cortijo de Emilio.

Otros muchos tendrán en su memoria al "Cobrador" de la "Alsina", cuando al iniciar la citada cuesta de La Caldera, se enganchaban en las ruedas de repuesto o bien en la escalerilla de la parte trasera del coche y el citado cobrado bajaba con la correa en la mano -menuda velocidad llevaba el coche y al que no andaba listo, ya sabía lo que le esperaba.

Las diversiones de tarde-noche, consistían en reunirse alrededor de alguna esquina (la de Tomasico, Placeta San Antonio, Plaza Nueva, etc.), y bajo la mortecina luz, que apenas alumbraba a cincuenta metros, contar de todo un poco, reunirse en la Plaza de abajo para jugar al "Marro" u otros juegos, ver pasar a las mocicas y apostar si eras capaz de decirle algo, o acercarse a alguna de ellas. Los Sábados y Domingos, al cine de Nicasio a ver alguna película y todo esto, después de asistir a la escuela o estar trabajando todo el día.

No pretendo con estas líneas sentar cátedra ni menospreciar la actualidad, sino, simplemente recordar "otros tiempos", ni mejores ni peores, pero que forman parte de la historia viva de nuestra querida Alhama -ya no la seca- y que gracias al de unas/os, personas que se han propuesto mediante nuestro "Eco de Alhama", que estas cosas no caigan en el pozo del olvido y que sirvan para mantener algún recuerdo de nuestro pasado.

Ánimo a todos, y que no decaiga vuestra ilusión