EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 7 ETNOGRAFÍA

 

Sobre la necesidad
de Museos Municipales como
centros de salvaguardia
del Patrimonio de cada localidad

El caso de la Comarca del Andarax-Nacimiento

Domingo Ortiz Soler
ETNOARQUEÓLOGO
Autor y director del proyecto
de Museo Etnográfico de Vera

Los ayuntamientos con indudable interés y esfuerzo y buen criterio deben lograr convertir edificios de interés de cada pueblo para albergar un museo. Para ello se deben aprovechar construcciones emblemáticas, recuperando incluso un viejo cortijo que represente el mundo agropastoril. El nacimiento del Museo debe ser posible también a la colaboración ciudadana y asociaciones, que bajo la coordinación de un técnico en Patrimonio lleven a buen fin la idea y el proyecto, que a partir de sus investigaciones y con infinidad de paciencia y visicitudes, o poco estudio y una dosis de tenacidad, afición y profesionalidad, deben ser capaces de ir reuniendo tan singular museo.

Uno de los objetivos de este tipo de museo etnográcico es revalorizar el concepto de Patrimonio Local y sus valores históricos, etnológicos, arqueológicos y artísticos, elaborando un plan o programa de gestión patrimonial concebido para aprovechar la riqueza en beneficio de la economía local acompañado de un estudio documental sobre los problemas y posibilidades de esta ciudad y sus valores culturales, en el caso concreto de Alhama como centro comarcal.

Apertura de Museos Municipales de temas monográficos

El avance en el conocimiento de los predentes históricos de esta comarca "andajareña", constituye una satisfacción para los que hemos estudiado estas áreas de cultura el que se pueda recuperar aquella idea aglutinadora de la investigación etnográfica de las tierras del Andarax, apoyando los distintos ayuntamientos esta apertura con una exposición permanente de temas monográficos de cada pueblo: la uva, la huerta, el esparto, la minería, el vino, el aceite, de forma pedagógica, con una síntesis de lo que actualmente se conoce por los resultados de las últimas investigaciones. Iniciándose esta andadura en los colectivos gremiales de los oficios relacionados con estos trabajos e "industrias locales": toneleros, esparteros, etc.

Las nuevas valiosas investigaciones cobran un sentido mayor cuando de sus reslutados se intenta hacer un Patrimonio de todos. En varias zonas hemos realizado trabajos con ilusión sobre todo de molienda y trabajos relacionados con el esparto y la agricultura tradicional, y que continuaremos ahora con la misma vocación para hacer ver a los distintos visitantes que llegan a estos pueblos, y al mismo ciudadano comarcal y, cómo no, prestando una especial atención a los más jóvenes, con diferentes aspectos culturales del pasado más remoto hasta hoy, procurando que resulten próximos y comprensibles los objetos, términos y conceptos de la investigación, es decir, hacerlos divulgativos y pedagógicos. Y para todo ello, que mejor soporte que un museo o centro de interpretación etnohistórica.

El museo de todos

Este tipo de museo etnográfico debe xser el archivo de las cosas de nuestros pueblos y auténtica lección de historia y de sabiduría popular porque esas cosas son testimonio de un pasado al cual debemos gran parte de nuestro presente. A través de su muestra expositiva se intenta recuperar y conservar los oficios y los medios de vida tradicionales a partir de actividades.

La palabra Museo el polivalente, y se utiliza bien cuando se aplica a los grandes museos del mundo, sobre todo a los museos humanísticos, bien dedicados al arte o a las culturas y también los consagrados a las ciencias. Los museos de ciencias pueden ser históricos, de ciencias naturales, etc. y otros dedicados básicamente a la naturaleza o los múltiples aspectos de ella, incluido el hombre, por ejemplo, la biografía del hombre.

También hay otros museos menores que obedecen a contenidos étnicos o territoriales, a aspectos locales, como por ejemplo los centenares de museos de historia de los pueblos y a temas concretos, como son los museos etnográficos. Muchos pueblos grandes y pequeños tiene también museos procedentes de colecciones privadas, de donaciones, legados, etc. Para atender a los museos va muy bien conocer la pequeña historia, su origen, muchas veces rural. La historia de la gestación de un museo constituye el primer capítulo de su finalidad, de sus objetivos.

Hay museos, como el de Vera, que recoge esa vida rural tradicional a través de su historia y de sus orígenes, y que necesita de unas mayores dimensiones por ubicar un volumen de escenografías que conlleva las diferentes temáticas y clasificación genérica. Estos Museos Comarcales deben participar en las temáticas monográficas más didácticas que la simple exposición de su contexto como, por ejemplo, dedicado a la vida rural, o que abarque también tams concretos, como los oficios tradicionales, actividades como la cacería con armas y trampas, las faenas domésticas de la casa urbana y vivienda rural, las tradiciones religiosas y culturales, entre las que sobresale la tradición belenística y en cuanto a una profesión concreta, la del boticario, con la réplica de una farmacia, o el maestro rural, con la escena de un aula, etc.

Como centro museístico de la vida rural, relativo al mundo agropastoril en la muestra etnográfica, se debe recoger el ambiente doméstico de una vivienda rural con todos sus elementos domésticos y de trabajo, así como de las faenas agrícolas. En este apartado se refleja la evolución de la sociedad rural a lo largo del tiempo histórico, por la importancia que la agricultura y ganadería han tenido en las localidades y que ha determinado desde siempre la historia y la economía, actividades estas que se han perdido actualmente para dar paso a la nueva agricultura extensiva. Estos rincones, dedicados al oficio más antiguo del mundo, com es el del agricultor, más de cinco mil años nos contemplan, reflejando la evolución histórica desde las primeras sociedades que se dedicaron a la siembra de cereales, representándolse utensilios prehistóricos e información sobre su evolución a partir del mundo ibero-romano y medieval. Se debe también representar las técnicas utilizadas para la labranza con sus utensilios como distintos tipos de arados: el romano de dos mulos y el de vertedera, el de un mulo ... ; la siega con sus aperos y herramientas; la trilla con distintos tipos de trillos, la maqueta de una era con la escena de aventar, las albardas, el serón y las hamugas, donde se colocaban los haces de tripo para acarrearlo a la era, etc., así como escenas en maquetas de estas labores tradicionales; así mismo, la molienda y el almacenaje en trojes.

También los diferentes sistemas de pesas y medidas del grano como la media fanega, la cuartilla, el celemín y un troje de almacenaje tradicional del grano. Y en relación con la industria derivada del cereal como la harinera, una maqueta de molino y una muela de piedra prehistórica como ejemplo del primer proceso de la molienda conocido, y otra rotatoria circular de pequeñas dimensiones.

La réplica de un horno tradicional para realizar experiencias de cocción del pan. De todos estos procesos se tienen que exponer panele explicativos sobre su origen y evolución y maquetas de escenografías a escala reducida y otra parte a escala real.

La temática no acaba aqui, porque también el Museo debe disponer de salas dedicadas a la naturaleza, desde la geología, zoología comarcal (ecología), como por ejemplo las zonas de interés natural de la sierra de Gádor.

Otro tema es el de la historia y urbanismo de los pueblos, que se están quedando sin edificios antiguos y representativos de sus orígenes fundacionales, y otras particularidades locales que existieron, como un molino hidráulico, de viento, fuentes y lavadero públicos, algunas fachadas de casas particulares ya desaparecidas antiguas casas solariegas. Estos son algunos ejemplos de la compleja temática.

Cabe recalcar también, la muestra arqueológica representada por una serie de yacimientos prehistóricos, púnicos e íbero-romanos, hispano-musulmanes.

Representación didáctica de estas temáticas en maquetas-dioramas

La didáctica del Museo quedará apoyada por maquetas temáticas de los diferentes aspectos de la vida rural e histórica, que representan hechos, costumbres o actividades tradicionales muy documentales y realizadas con gran realismo.

Actualmente los museos observan una importante preocupación por dotarse de un aparato gráfico y audiovisual para explicar las exposiciones, confluyendo así dos procesos de concienciación: por un lado la utilización de los medios audiovisuales para la didáctica y por otro la progresiva mentalización a la divulgación a todos los niveles.

La didáctica del Museo queda apoyada por maquetas temáticas de los diferentes aspectos de la vida rural e histórica, que representan hechos, costumbres o actividades tradicionales muy documentales y realizadas con gran realismo en sección a escala real y en miniatura. Todo ello para ayudar a saber ver, ante la imposibilidad de poder mostrar de otra manera nuestro legado histórico, de una forma más efectiva la realidad que queremos exponer, reproduciendo rigurosamente, a escalas determinadas y con las mismas técnicas de elaboración reales. La posibilidad experimental que una maqueta puede brindarnos nos ayuda a la hora de entender, o hacer entender a los demás, los pasos y elementos que pudieron intervenir en cualquier tipo de construcción de la antigüedad o para los estudios etnográficos, artesanía, arquitectura popular o simplemente para reproducir antiguas técnicas constructivas.

Podemos enteneder el modelismo histórico como un medio de reproducción y expresión cada vez más extendido y aplicable con excelentes resultados a la divulgación de nuestro pasado, ya que reproducir es, al fin y al cabo, conservar nuestra historia en imágenes, es decir, en vivo.

Otros elementos a representar al aire libre

Este tipo de musero son un centro de referencia y encuentro para diferentes agentes sociales que deseen complementar actividades de interpretación cultural relacionada con ofertas turísticas y de proyectos afines. Otro aspecto de estos centros es la coordinación entre los intereses culturales y turísticos de los ayuntamientos y las administraciones de cara al funcionamiento de programas de promoción.

En el espacio exterior del medio rural y urbano se conservarán elementos patrimoniales para la visita turística y actividades culturales al aire libre, como ecomuseos.

Este Museo planteado está concebido para que le visitante conozca cómo vivían las comunidades rurales de hace varias décadas y se recupere todo lo positivo de sus formas de vida, comenzando en las salas expositivas y terminando en el medio rurla donde aún se conservan. Es un Museo interactivo donde el visitante puede tocar y experimentar.

La idea es intentar recuperar y conservar los espacios rurales y los elementos relacionados con estos medios de vida tradicionales con una serie de restauraciones y réplicas, para su actuación como rutas culturales.

Es un eslabón más para fomerntar el turismo rural. Como proyección al exterior se amplía su temática expositiva a espacios de interés histórico y etnográfico al aire libre, aprovechando estos elementos "in situ" y adecuarlos como mueso en vivo o ecomuseo, siendo parte integrante del Museo principal, que conforma un conjunto didáctico activo y dispuesto a ser utilizado pedagógicamente.

Las colecciones y objetos de gran tamaño también engrosan estas temáticas ubicándolos en zonas verdes, que hace necesario la disponibilidad de un espacio abierto tipo zona recreativa o jardín. Estas muestras al aire libre son temáticas, y por las dimensiones de las piezas cabría incluir carros, maquinaria agrícola, pozos, eras, aljibes, norias, acueductos, e incluso una pequeña porción de espacio de jardín reproduciendo el sistema de cultivo y regadío tradicional. Todo ello dentro de un itinerario de rutas alternativas de turismo cultural.

La impresicindible sala de reserva

A partir de la decisión de construir o rehabilitar un edificio para museo, la ubicación de muestras temáticas y el plan de instalación deben ser diseñados específicamente. Para la necesidad de espacio de Museo debe ser previsto por las corporaciones, adquirir casas muy interesantes arquitectónicamente, ya que de por sí es una pieza arquitectónica emblemática de la arquitectura de cada pueblo como edificio para ser conservada como sede definitiva del Museo. Respetando toda su estructura, se ha de convertir en un espacio de reserva y administrativo y de ampliación de dicho museo. También se dispondrá de taller de actividades y restauración. Cada sala de exposición debe ser pensada también para conferencias dentro del espacio expositivo como complementación.

Esta idea de proyecto ya nos fue solicitada por el ayuntamiento de Alboloduy en 1997, esperando que sigan intersados en dicha iniciativa. Un museo del Vino en esta localidad sería lo más interesante, arrancando desde todas las temáticas relacionadas con esta labor, desde la agricultura hasta las labores artesanales y de oficios complementarios relacionados con la temática monográfica.