EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 5 ALHAMEÑOS ILUSTRES

GUILLERMO ARTES ARTES


BERNARDO LOPEZ
RODRIGUEZ

    Muchas veces cuando en alguna reunión de amigos ha salido a conversación la figura de mí muy querido maestro Bernardo se pueden oír frases como estas: "Era capaz de interpretar música con un gran número de instrumentos..." o "Tenía una facilidad increíble en afinar pianos acordeones, con lo que conlleva el repartir un gran número de lengüetas y piezas en una mesa y volver a montarlas de nuevo...", o estas otras: "Hacía unas jaulas preciosas...", "Se recorría el pueblo él solo conociéndolo como la palma de su mano..." o "Tenía un sentido del humor innato que producía en nosotros esas ganas de sentarnos a su lado esas noches de verano esperando sus chistes y chascarrillos...". Como estas, muchísimas más. Frases que a cualquier persona que no conociese a Bernardo le podrían parecer normales, pero no, tienen algo distinto a lo normal, y es que al contrario que todos nosotros, Bernardo era ciego desde la niñez. Esta desgracia siendo muy niño le hizo superarse a sí mismo y realizar actividades que en su estado, rozan lo impresionante, por muy normales que parezcan.

    Me siento muy orgulloso de poder hablar sobre su persona en nuestra revista, no sé por el hecho de haber nacido a tres metros de la ventana desde donde tantas preciosas canciones se han interpretado, algo que por supuesto influyó enormemente en mí, o por la gran amistad que nos unió siempre. Espero que conociéndole un poco más, sepamos reconocer a este paisano nuestro, su labor altruista y desinteresada siempre para con Alhama.

Nació en Alhama, en la calle Barcelona, en el año 1.902. Hijo de Diego López Pérez, conocido en el pueblo como "Diego Pérez" y de Carmen Rodríguez, fue el mayor de cinco hermanos. A los pocos meses de su nacimiento sufrió una enfermedad que le hizo, ayudada por una mala administración de unos medicamentos, perder la vista por completo, pese a los esfuerzos de sus padres y después de recorrer las consultas de varios médicos.

Esta circunstancia, por el contrario, no supuso absolutamente nada en su vida, ya que el hecho de ser ciego no le impidió relacionarse con sus amigos y compañeros al igual que cualquier niño. Incluso podría decir que dado su espíritu aventurero y su hiperactividad de cara a todo tipo de situaciones, siempre fue un joven valiente atrevido alegre y una persona que no conocía el miedo, llegando, siendo un crío, a colgarle sus compañeros de una cuerda en el "Puente Cinco Ojos", para coger un nido.

Desde muy joven, y junto a su hermana Ana María, comenzaron a tomar clases de música en Almería, ella en casa de un tío suyo, y él después, con un señor llamado "Canesval", que fue quien le inició en este arte, superando pronto los métodos de Eslava y el del Solfeo de los Solfeos, e iniciándose en el manejo del violín, instrumento que después, junto a muchos otros, (laúd, bandurria, guitarra, acordeón, piano, etc.), pasarían a formar parte de su larga vida musical. Aprovechó la estancia de D. Emilio Sánchez Plaza en Alhama, como director de la banda de música de la localidad, para ampliar sus conocimientos musicales y tomar la base suficiente como para comenzar desde ese momento una dilatada vida ligado a la música.

Allá por el año 1.915, ya enseñaba a otros amigos suyos y pronto formaron su primera orquesta, compuesta por cuatro o cinco miembros que con instrumentos de cuerda principalmente, interpretaban sus melodías. Basándose en sus conocimientos musicales aprendía muy pronto las canciones y dictándolas a sus compañeros, estos las escribían y de esta forma ampliaban el repertorio. Comenzaron allá por los años veinte a ir al Hotel de nuestro pueblo a tocar, organizando pequeños bailes donde los jóvenes del pueblo se divertían. Era tan grande su afición por la música, que junto a su amigo y compañero Lorenzo Cortés, interpretaban bonitas obras como "El Ave María de Gonnod", o la "Serenata de Tosellis", hasta altas horas de la madrugada en lo que antiguamente fue la "Era Visitorre", uno con la flauta y otro con el violín.

También realizaba su actividad musical en el ámbito religioso, dado que desde muy joven y junto a su hermana Ana María, al violín él y ella al piano, hicieron que el Coro de la Iglesia obtuviera una gran perfección, voces selectas y una gran armonía. Allá por las fiestas de San Nicolás, era tarea cotidiana el traslado del piano desde la casa de su padre hasta la Iglesia para realizar las novenas en honor de los patronos, y cuantos actos de culto hubiese. Destacaré que siendo párroco de Alhama D. Salvador Huertas Baena, sugirió a Bernardo la composición de una melodía a unas letras que él había hecho. Sin lugar a duda, la empresa se llevó a buen fin, y desde entonces, el pueblo entona los primeros días de Diciembre los Himnos a sus Patronos.

Cuando aún todavía era joven se afilió al Partido Comunista, manteniendo una gran actividad política en los años antes de la guerra, asistiendo a mítines en Almería y provincia, siempre junto a su compañero Juan López, con el que estuvo muy ligado durante toda su vida.

A lo largo de la primera mitad de su vida, realizó innumerables actividades profesionales, encaminadas siempre a obtener beneficios con los que salir hacia adelante, no impidiéndole nunca el hecho de ser invidente, el fabricar jabón en un pequeño almacén en el paseo, o el montar una pequeña serrería de madera, (afortunadamente, nunca tuvo el más mínimo accidente), o participar junto a su familia en la fabricación de fideos y demás tipo de pastas.

Pero había algo en Bernardo que le hacía ser una persona sorprendente, su gran facilidad para realizar actividades manuales, dado su estado. Siendo aún un muchacho y después de oír que el piano de su padre sonaba mal, comenzó a desmontarlo, desguazándolo al cabo de un tiempo por completo. Su familia alarmada y viendo lo que había hecho se desesperaban entre grandes discusiones, pero él, encerrado en esa habitación y al cabo de unas horas logró recomponer el instrumento y puesto que eran las tres de la mañana, comenzó a interpretar esa popular melodía que dice: "Son las tres de la mañana...", por supuesto con una afinación exquisita, lo que llevó a que todos se fundieran en un gran abrazo reconociendo lo que había hecho.

Estuvo unos años de relojero en la mina del olivillo, repartiendo los horarios de los riegos, por entonces fue cuando conoció a Carmen, la que sería después su esposa y compañera. Fruto del matrimonio nacería su única hija, Carmina.

En el año 1.939, terminada la guerra, junto a un gran grupo de alhameños, es conducido a la cárcel de Almería donde pasaría tres años. Esto se produjo a causa de sus ideas políticas e influenciado por los rumores de que era un miembro importante dentro del Partido Comunista y dada su facilidad en fabricar tantos explosivos, como plomos para las escopetas con los plomos de las barandas del paseo, que al calentarlos y lanzarlos al aire frente a un ventilador, se transformaban en unas bolitas que al caer al suelo se aprovechaban para este fin.

Tuvieron suerte este grupo de presos, entre ellos Bernardo, en salvar su vida, ya que junto a ellos camino de la cárcel, fue enviada una orden de las autoridades del pueblo comunicando la peligrosidad de los mismos, por lo que debían ser eliminados rápidamente. Afortunadamente, el jefe de la prisión se molestó en preguntar uno por uno que a cuantas personas habían matado, lo que hizo que al escuchar la respuesta negativa de cada uno de ellos, les propusiera el presentar un documento avalando lo dicho. Se produjo un gran revuelo en el pueblo con el tema de los avales y gracias a esto todos, incluido Bernardo salvaron la vida. Dentro de la cárcel formó parte de una orquesta hecha a selección entre los músicos que en ella había. Este hecho le ayudó mucho de cara a su estancia y posterior puesta en libertad. Su salida de la cárcel se produjo debido al cúmulo de varias circunstancias, por entonces se le habló bastante al jefe de la Guardia Civil de Alhama de su actividad musical en el Coro de la Iglesia y esto influyó junto a la puesta en libertad de un gran número de paisanos por esas fechas.

Una vez salido de la cárcel, continuó realizando diversas actividades con las que ganarse la vida, volvió a fabricar jabón, pero una de las que más centraron esta época de posguerra en la vida de Bernardo fue su relación con el estraperlo. Periódicamente cogía su burra y se encaminaba solo y de noche a la estación de Santa Fe, desde donde regresaba al pueblo por el río hasta Galachar y después para arriba por el camino. Lo sorprendente es que el camino lo hacía solo y sin perderse ni una sola vez, bajado siempre de la burra para así saber por donde iba.

Su actividad musical comenzó a centrar su vida, formando en los años siguientes la "Orquesta El Triunfo", donde ya se salían un poco de la tónica dominante de las anteriores "orquestinas" o "rondallas" que había tenido anteriormente, ya que pasaron a incorporar instrumentos de viento, como saxo, trompeta, además se incorpora el jazz, contrabajo, etc...

Esta primera orquesta importante, hizo que su nombre se difundiera por toda la provincia e incluso en provincias limítrofes, donde realizaron gran número de actuaciones suponiéndoles un medio de obtener beneficios económicos para seguir adelante.

Allá por los años 50 y principios de los 60, la orquesta "El Triunfo", realizaba en el pueblo numerosísimos bailes y actuaciones, tanto por fiestas, como por cualquier circunstancia. Había muy diversos lugares donde actuaban, pero principalmente en "La Tertulia", y en la Placeta de los Cantones.

También Bernardo dedicó varios años actuando en al antigua emisora de nuestro pueblo situada en el Hotel Balneario, realizando programas musicales acompañados por jóvenes que cantaban y recitaban.

A mediados de los años 60 la orquesta "El Triunfo" se disuelve por la separación de parte de sus miembros y Bernardo junto a fieles amigos (entre los que quiero destacar a Gabriel y Eleuterio, compañeros hasta el final) continuó con su labor musical, centrada de nuevo principalmente en los instrumentos de cuerda. Es por entonces cuando comienza esa labor pedagógica que hizo que su casa de la Calle San Nicolás, donde vivió después de casarse, fuese entre las décadas de los 60 y los 80 el lugar con mayor actividad musical de nuestro pueblo. Allí se daban clases, pasaron decenas de alumnos (que hoy en día y cuando lean estas líneas lo recordarán), unos lo dejaron, otros continuaron, formando distintas rondallas a lo largo de estos años. Allí se ensayaba periódicamente produciéndose el hecho de que más de un ensayo era un espectáculo ver como los vecinos y mucha gente del pueblo les gustaba reunirse tanto dentro de la casa como en la puerta al fresco, para escuchar las "piezas" como a él le gustaba llamarlas.

Se comenzó a tocar en bodas, bautizos, comuniones, todo tipo de fiestas religiosas, continuando con el Coro de la Iglesia, algo que nunca dejó. Quiero destacar en este punto algo que siempre me llamó la atención, el hecho de que aún siendo Bernardo una persona con unos ideales políticos concretos, estuvo ligado a la Iglesia en el plano musical durante toda su vida, siempre guardando un respeto exquisito y de forma altruista, sin cobrar nada por ello.

El 17 de Marzo de 1.990, falleció en su casa de la Calle Nicolás. A su entierro asistieron las dos bandas de música que por entonces había en el pueblo. Durante el funeral, el coro que tantos años había dirigido cantó la misa despidiéndole con la interpretación de los dos Himnos a los patronos que él mismo había compuesto.

Alhama había perdido a un hombre entrañable, amigo de todos y querido por todos, con un sentido del humor envidiable, lo que le hizo afrontar su dura vida con optimismo y esperanza, hombre respetuoso para con las ideas y pensamientos de los demás, interesado al máximo por la cultura, (recuerdo que siempre hubo a lo largo de toda su vida, alguien a su lado que le leyera, desde un gran libro de literatura hasta la prensa diaria, pasando por el listín de teléfonos para que él lo fuese anotando en su particular sistema de escritura con un punzón).

El 19 de Agosto de 1.990 se realizó un homenaje póstumo al que asistieron numerosísimos alhameños. Hoy en día todos le recordamos y espero que las personas más que jóvenes que no le conocieron, a partir de este artículo tengan una idea de quien fue Bernardo.

Quiero terminar con una frase que su buen amigo Lorenzo Cortés (hoy también fallecido), escribía en el programa realizado para su homenaje, y que me gustaría aplicarla al sentir de todos los que le conocimos, dice así:

"Bernardo, te deseo un eterno descanso con mi añoranza a nuestra amistad y que brille para tus ojos la luz perpetua".{1}

      {1} Quiero agradecer la colaboración prestada a las siguientes personas: Cristóbal López Rodríguez (hermano), José Muñoz Artés, Gabriel Picón Artés, Josefa Artés García, José Ortega, Carmina (hija de Bernardo) y demás personas que a lo largo de la confección de este artículo me hablaron sobre su vida.