EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 5 HISTORIA

Mª CARMEN AMATE MARTINEZ

Licenciada en Historia y miembro del
Departamento de Historia del Instituto
de Estudios Almerienses.
APROXIMACION
A UN MITO:

"El Eco de Alhama. Periódico
Semanal Independiente. Defensor
de los Intereses Locales" (1903)
Portada del nº5 de El Eco de Alhama Abril 1903

    Si adentrarse en el estudio de un aspecto
    concreto de nuestro pasado histórico siempre es un
    reto cargado de interés y de satisfacción para el
    historiador, lo es más, en mi caso, iniciar esta breve
    aproximación a la realidad de un mito.
El Eco de Alhama, el primitivo periódico alhameño de principios de siglo, es una realidad materializada en cuatro páginas cargadas de noticias, del sentir de un grupo de personas y de la vida cotidiana de un pueblo que vivía momentos de expansión económica, de dimensiones no conocidas hasta estas fechas, merced al llamado "fenómeno uvero".

Años de búsqueda frustrada nos llevaron a pensar que "El Eco" solo existía en nuestra imaginación, que era una fantasía de algo que deseábamos que hubiese existido. Sin embargo hoy el interés de D. Cristobal Abad Marín por conservar un retazo de la historia de su pueblo ha hecho posible que el mito se materialize y dé así respuesta a múltiples interrogantes.

El Eco de Alhama aparecido en Alhama de Almería en los primeros días del mes de marzo de 1903 con el subtítulo de "Periódico Semanal Independiente Defensor de los Intereses Locales", se encuadra en la denominada prensa de opinión, nacida al amparo de las diferentes tendencias o partidos políticos que integran el panorama de la vida política almeriense. Es uno de los múltiples títulos surgidos en los primeros años del siglo XX tanto en Almería capital como en los municipios más importantes de la provincia.  [1]

Si Alhama era considerada uno de los pueblos de la provincia donde mayor implantación tenían los ideales republicanos, es lógico pensar que contara con un medio de expresión al servicio de estas doctrinas con el fin de difundir las diferentes corrientes de opinión de las que participaba la sociedad alhameña, al mismo tiempo que exponía a la opinión pública cuestiones de interés social referidas al municipio. A estos planteamientos responde ampliamente el Eco de Alhama en su estructura, conjugando las tendencias propias de la prensa política de estos años con la información sobre noticias locales tan del gusto de la época.

¿Cómo es El Eco de Alhama?
Aspectos formales

Las limitaciones derivadas del estudio de un único número nos impiden realizar un análisis que nos proporcione una visión completa tanto de la forma como de su contenido. Así pues, solo nos está permitida la aproximación al primer periódico conocido de Alhama, en los años primeros del siglo, pues son muchas las preguntas que quedan sin respuesta ante una publicación de éstas características.

Con el epígrafe "Nuevo Colega" la Crónica Meridional, decana de la prensa almeriense en estos años anuncia: "... ha comenzado a publicarse en aquella hermosa e ilustrada villa de Alhama, un periódico semanal dirigido por D. Francisco Artés Márquez...". [2]   También El Regional, diario independiente de la tarde, felicita efusivamente a la dirección del periódico alhameño y le desea larga vida. [3]   Estas y otras referencias sobre su aparición nos permiten conocer las fecha en que El Eco de Alhama vió la luz por vez primera; no podemos, por el contrario, precisar la fecha de su desaparición ante la falta de la base documental que lo confirme. [4]

El Eco se publicaba semanalmente y se vendía por suscripción al precio de 0'50 pesetas al mes en Alhama. Para los pueblos de los alrededores se incrementaba notablemente este precio, costando 2 pesetas la suscripción por un trimestre y 0'25 el número suelto.

Su aspecto formal mantiene la línea de las publicaciones propias de los primeros años del siglo. Cuatro páginas componen el periódico, estructuradas, a su vez, en cuatro secciones generales: la portada, página de mayor relevancia en las publicaciones periódicas, la ocupan artículos políticos de carácter nacional. La segunda página aparece dedicada a noticias médicas y otras ciencias. La sección local integra la tercera página, conjugando así las tendencias propias de la prensa política con los intereses locales; aquí comparten espacio, la sección de "cartas al director" bajo el titular Comunicado donde los suscriptores exponen sus puntos de vista acerca de diversas cuestiones relacionadas con los asuntos del municipio y la sección de Gacetillas, destinada a recoger las noticias sociales, culturales y de interés general para los lectores de Alhama. Por último y cerrando la publicación, la sección de anuncios nos ofrece un rico panorama del comercio alhameño. Relojerías, pastelerías, tiendas de tejidos, ferreterías y paquetería son muestras de la importancia que tenía el sector del comercio en estos años en Alhama. Un pueblo que ofrecía servicios de esa índole, sin duda disfrutaba de una situación económica excelente.

Muestra del rico comercio alhameño en los primeros años del siglo

El equipo de redacción en sus primeros momentos, estaba dirigido por D. Francisco Artés Márquez, director de la publicación, e integrado por una serie de personalidades alhameñas que con sus colaboraciones marcan la impronta política del periódico. Desconocemos si estas firmas eran habituales o si por el contrario, su colaboración se refería a determinados números. Es de desear que la aparición de nuevos ejemplares nos permita el estudio en mayor profundidad de este medio de expresión de los alhameños.

En este número encontramos la firma de Antonio Delgado, alhameño vinculado a la vida política local. Personalidades de la talla de Juan Compani Giménez, médico del pueblo durante un largo periodo y director del Balneario, es otra de las personas que con su participación apoyan este proyecto. No falta en esta publicación la colaboración bajo seudónimo de personas deseosas de permanecer en el anonimato, es el caso de Giordano Bruno ni de los que se protegen bajo la firma de "un suscriptor". Desconocemos si además de estas firmas locales colaborarían otras personalidades ajenas al municipio.

Según la información recogida en sus páginas, El Eco de Alhama se imprimía en la Imprenta de su mismo nombre, Impr. El Eco de Alhama; sin embargo todos los intentos por localizar en documentación de la época alguna referencia sobre dicha imprenta han resultado infructuosos.

Los Contenidos

Cándido Monzón estudioso del fenómeno periodístico y de su función en la creación de la "opinión pública" recoge que "la prensa constituye el marco adecuado para los planteamientos ideológicos, y se erige, además, en testigo de las convulsiones sociales de la época..." [5]   El Eco de Alhama, avala ampliamente dicha aseveración. El análisis de su contenido, con las limitaciones propias derivadas del estudio del único número localizado, nos permite situarnos en el contexto socio-político que Alhama vivía en los primeros años del siglo. Se convierte así en testigo elocuente del pensamiento progresista y de la ideología de nuestros antepasados alhameños. Su estudio hace cierta la valoración de la prensa escrita como "una de las fuentes históricas más preciosas... interprete fiel de los tiempos que ha atravesado en cuanto que reproduce su fisionomía más exacta... es testigo impertubable de los acontecimientos..." tal como la define Hatin.

La política nacional ocupa un lugar privilegiado en el número 5 de El Eco de Alhama en forma de dos artículos de fondo defendiendo y criticando, a su vez, diferentes tendencias políticas y partidos. Este rasgo es propio de la prensa de contenido ideológico típica de la época. Estos artículos se constituyen en la piedra angular y ocupan siempre el lugar más destacado de las publicaciónes, es decir la primera página.

Unamuno en su correspondencia con Ortega acerca de la importancia de escribir en prensa afirmaba su deseo de "agitar los espíritus para crear opinión pública"; [6]   a este planteamiento unamuniamo parece responder el artículo firmado por Antonio Delgado alcalde del pueblo hasta el 16 de Julio de 1919, fecha en que abandonó la Alcaldía por incompatibilidad con su cargo de Diputado Provincial por el Distrito de Berja-Canjayar. En Agosto de 1919 es Vicepresidentede la Comisión Provincial. [7]   Antonio Delgado Rodríguez desempeñó una gran actividad política y social en Alhama. [8]   Fue, además, Vocal electivo de la Cámara Oficial Agrícola de Almería. En 1923 esta plaza aparece vacante por la muerte de este miembro. [9]   Bajo el título "Esto se va" y con espíritu combativo el autor denuncia la situación política del momento en forma de dura crítica contra los gobiernos de la Restauración en las personas de dos de sus dirigentes: Maura y Silvela y de sus intentos de regenerar el país como respuesta a la crisis de final de siglo. Resulta necesario, para una más clara interpretación del artículo, situarlo en su propio contexto histórico, sólo a la luz de los acontecimientos políticos que España vivía en los primeros años del siglo podremos propiciar un acercamiento al espíritu del artículo en cuestión.

En Diciembre de 1902 y tras un breve periodo de gobierno liberal de Sagasta, vuelve al poder el grupo conservador con Silvela como principal dirigente apoyado por un grupo procedente del partido liberal que había evolucionado hacia el conservadurismo dirigido por Maura como Ministro de Gobernación. Es esta conjunción constituida por Maura-Silvela la denominada por Antonio Delgado "conjunción acéfala que en hora nefasta formaran el escéptico Silvela y el jesuita Maura". [10] La calificación de jesuita que el autor otorga con caracter despectivo a D. Antonio Maura, uno de los políticos más relevantes del reinado de Alfonso XIII, arranca de la fama de clerical que éste había adquirido por su política de apoyo a los aspectos religiosos y al mantenimiento de estrechos vínculos con el Vaticano.

Los males que aquejan al país: desorganización de los servicios públicos, el problema social que España arrastraba, la crisis producida por la pérdida de las colonias en América y el caciquismo imperante llevaran al pueblo español al derrumbamiento, en palabras del autor del artículo. Sólo un cambio de régimen y la implantación de la República podrá poner fin a la situación de caos imperante. Todos "tenemos que secundar los esfuerzos generosos de esa pléyade de hombres ilustres que forman el gran partido republicano español, dirigidos por el sabio y eximio D. Nicolás Salmerón Alonso". Conviene señalar que los republicanos en estos años muestran una fuerte desorganización entre sus filas. Son múltiples los intentos de unificación entre los diferentes grupos. Azaña en 1937 recordaría: "Desde la niñez estoy oyendo hablar de la unión de los republicanos...". Quizás fue el proyecto de la Unión Republicana en 1903 el intento más serio de unificación de los republicanos españoles en torno al líder indiscutible Nicolás Salmerón. Por fin el republicanismo construía una unidad y permitía incorporar al movimiento republicano amplios sectores de población. Probablemente el autor se refiera a estos intentos de aglutinar todas las fuerzas republicanas en torno a Salmerón cuando habla de dar un último impulso. "Haremos Patria nueva con los tristes despojos que aun restan de esta nación desventurada".

Revelador por su contenido es el artículo en el que bajo el título de "Ensueño", Francisco Artés Márquez, director del periódico, expone con manifiesta claridad su ideología y la tendencia política de la publicación. Con el paso de los años el autor evolucionará, en sus planteamientos políticos, desde las filas del republicanismo hasta su integración como Secretario en la Junta Municipal Reformista del partido de Melquiades Alvarez constituida en Alhama en Noviembre de 1918. [11]   El partido Reformista se nutre entre las filas de los republicanos y agrupó a los sectores profesionales e intelectuales más prestigiosos del republicanismo español. [12]

La narración de un sueño es el recurso literario que Francisco Artés utiliza en su recorrido imaginario, por las calles de Alhama para exponer el programa electoral de los republicanos españoles. [13]   Rasgos del fuerte anticlericalismo que invade las filas republicanas en los primeros años del siglo aparecen plasmados en su contenido. La enseñanza laica y gratuita para todos los sectores sociales de la población, la separación entre Iglesia y Estado, la industrialización del país, son algunos de los planteamientos que el autor expone ampliamente y de forma magistral en este artículo de opinión.

Inicia su recorrido en la entrada del pueblo de Alhama con la visión de un hermoso edificio en cuya fachada se leía "La Salmeroniana" Fábrica de Luz eléctrica. Es interesante destacar el simil utilizado por el autor para establecer la comparación entre la Logia masónica alhameña [14]   y una gran fábrica de luz, entendida ésta como la luz de la sabiduría y del conocimiento que surge a partir del entendimiento, la igualdad y la solidaridad entre los hombres.

Sus pasos lo llevan ante hermosos edificios que, con los rótulos de "Escuela laica", "Universidad popular", "Casa de inválidos del trabajo", ocupan la plaza del pueblo. La enseñanza laica, alejada del control de la Iglesia, gratuita y para todos los sectores sociales del país, pilar básico del programa de los republicanos, tiene un lugar privilegiado en el sueño del autor: por el pueblo se comenta "el gran número de escuelas gratuitas que fundó el nuevo régimen y la enorme reducción de los presupuestos de guerra y clero". Los talleres y fábricas de altas chimeneas humeantes, encarnando los deseos de regeneración por el trabajo, ocupan tambien su lugar en el mundo de los deseos de Francisco Artés.

La realidad se impuso materializada en la "tambora de las ánimas que despertaba a los fieles con su tum tum molesto para asistir a la misa del alba", arráncandolo así de los brazos de la utopía. Triste final para su sueño, se queja el autor, "soñaba en la nueva Grecia de la civilización y me encontraba más de lleno en la España torera, en la sierva del Vaticano".

Han tenido que transcurrir noventa y cinco años desde su nacimiento para que El Eco de Alhama rompa el largo silencio en el que se ha visto sumido. Hoy, casi un siglo después, El Eco con sus cuatro páginas amarillentas, nos muestra un soplo del espíritu que animaba a los alhameños de principios de siglo, sus "sueños" e ilusiones y desde ellas, parecen invitarnos a sentir la necesidad de seguir soñando.

[1]   BALSELLS FERNANDEZ, J. y LENTISCO PUCHE, J. D. Catálogo de Prensa Almeriense 1823/1939. Almería, Diputación Provincial, 1982

[2]   Crónica Meridional. 15 de Marzo de 1903

[3]   El Regional. 14 de Marzo de 1903

[4]   Referencias orales recogidas en Alhama nos hacen suponer que El Eco tuvo una duración de varios años y la edición de unos cuarenta ejemplares aproximadamente.

[5]   Cándido MONZON ARRIBAS, La opinión pública. Teorías, concepto y métodos, Madrid, Tecnos 1990

[6]   Carta reproducida en el Suplemento de El País, 08-05-1983 y citada por Cruz Seoane 1996: 63

[7]   A.D.P.A. Libro de Actas de Sesiones de la Comisión Provincial, N. 393, sesión de 5 de Agosto de 1919

[8]   Fue miembro del Círculo de Amigos, sociedad constituida en los años finales del siglo XIX con un marcado carácter republicano y masón, a la luz de la trayectoria política de sus componentes. La Crónica Meridional de 22 de Noviembre de 1917 recoge un telegrama del Grupo de Cosecheros Alhameño, encabezado por Antonio Delgado, apoyando la huelga general de ese año y convocada por la Asociación Uvera de Almería.

[9]   José Mª MUÑOZ. Guía de Almería 1923. Almería Imp. Pelaez, 1923

[10]   El Eco de Alhama. 13 de Abril de 1903, p. 1

[11]   El Popular: Diario Republicano. 28 de Noviembre de 1918

[12]   Surge en el año 1912 y, ante la imposibilidad de implantar la república, optan por un acercamiento al sistema de la Restauración integrándose en las filas del Partido Liberal. Sin embargo, pronto fueron "domesticados" por el Régimen y los intelectuales que integraban sus filas sufrieron una amarga decepción.

[13]   En las elecciones celebradas en Julio de este mismo año, los republicanos obtuvieron un estimulante resultado con 35 diputados en la Cámara.

[14]   La logia masónica Salmeroniana con el nº 206 se fundó en Alhama de Almería en Agosto de 1882. Integran su cuadro lógico 66 miembros de reconocido prestigio personal y profesional en Alhama.