EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 4 VENTANA ABIERTA

Mis recuerdos de la guerra

GUILLERMO LOPEZ GUTIERREZ

Durante los años 1936/41 mi familia y yo vivimos en Alhama precedentes de nuestra tierra natal de Almería, huyendo de los bombardeos de la triste guerra civil entre hermanos.

Los primeros años habitamos en la casa del Paseo de Salmerón, que por entonces pertenecía a D. Diego rodríguez, cuya vivienda tenía innumerables habitaciones y una huerta bellísima, con una bolsa circular para riego y otra de grandes dimensiones, con galería, que apenas se utilizó. La extensión de terreno agrícola calculo -con la mentalidad de mis pocos años- en unos 100 metros de longitud por 30 m de ancho. Acompaño una foto del año 1936 donde aparecen: mi padre, Manuel López, mis tíos, Guillermo Gutiérrez y Rita, y mis hermanos, Carmen, Manolo y yo. Hoy día este caserón con gran historia sentimental para mi familia que nos reunimos aquí para vivir, además de mis padres y hermanos, mis tíos y primos, no existe en la actualidad y en todo el solar se ha edificado una urbanización de dúplex y casas unifamiliares.

Nuestro recuerdo de Alhama fue grandísimo. Fuímos queridos y respetados por todos. Mi madre, Carmen Gutiérrez, adoraba a los alhameños y el cariño de todos fue recíproco.

Mi primera escuela fue la de D. Emilio Soriano, donde conservo grandes recuerdos de mis compañeros de colegio: Juanico el de la Calera, los hermanos Mazo, Gaspar Alonso, Manolo Díaz, Paquito Segura, Porfirio y Juan Marín, Félix, manolo Rodríguez García, Angel Barquero, Emilio y Manuel López Rodríguez, y sin fin de etc. que tardaría en relatar.

Visitábamos con frecuencia la casa de D. Nicolás Salmerón, donde mi familia era bien recibida por Dª Margarita y Dª Esmeriee, educadísimas y exquisitas señoras.

Nuestros juegos infantiles iban desde los partidos de pelota delante de la escuela hasta dejarnos descender en una patineta que tenía (me fue regalada por Pepe Diegares) hasta el empalme de Santa Fe. La subida al pueblo lo hacíamos enganchados en las caballerías que regresaban de sus faenas desde Huéchar.

Mi familia emigró o desapareció y sólo quedé en Almería para recordar con nostalgia aquellos tiempos después de más de 60 años. Vivo en Almería, jubilado, y algunas veces visito la tierra que tantos recuerdos me produjo.