EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 2 VENTANA ABIERTA

Ventana abierta
Ventana abierta surge no el ánimo de constituirse en el medio que canalice vuestras opiniones, sugerencias, críticas... que nos ayuden a engrandecer en interés y calidad la "revista de Alhama", como ya se la conoce fuera de nuestro pueblo. Una publicación cultural, como el El Eco de Alhama, será cada vez más rica, no sólo en función de sus contenidos, sino también del número de personas en ella involucradas, en la participación activa del mayor número posible de alhameños.
El Eco de Alhama será lo que los alhameños queramos que sea. Ánimo y adelante con vuestras colaboraciones.

A mis Maestros
ANTONIO MORENO SORIANO
Un alhameño en la lejanía

Emilio Soriano Miranda,
maestro nacional

Ha llegado a mi poder el número uno de la nueva etapa de "EL ECO DE ALHAMA", cuya intención primera parece ser la de constituirse en vehículo donde plasmar la historia, leyendas, homenajes a las personas cuyos hechos así lo merezcan y tengan relevancia para nuestro pueblo y, en fin, que pueda quedar un testimonio de todo lo pasado y presente para futuras generaciones.
Llegado a este punto, se me ha ocurrido rendirle un modesto homenaje a las personas que sembraron en mi mente la semilla que hizo brotar las flores del saber y que tanto me han servido a lo largo de mi ya longeva vida.
Corría el año 1937 cuando mi primera maestra, Dña. Ángeles, empezó a adentrarme por los caminos de la cultura, o sea, iniciarme en el conocimiento -a través de aquella "cartilla" de letras grandes y separadas para su mejor comprensión, y más tarde con el "Catón" -en el local del viejo cuartel de la Guardia Civil.
Pasé después a la escuela de Dña. Micaela -dos o tres años-, donde se fue arraigando la semilla y al mismo tiempo crecía la planta del saber. Po 1000 r aquellos años también impartían su saber Dña. Laureana, D. José y D. Eduardo, con niñas la primera y niños los segundos.


Grupo de alumnos del maestro D. Gaspar López Mercader.
Año 1925

Mis últimos años de colegio, y a los que más les debo, los pasé en la escuela de D. Emilio, persona de una gran influencia y saber hacer para la enseñanza (casi todos los que él preparaba para bachiller solían sacar buenas notas, salvo los "calabazas" de siempre). Recuerdo su figura de hombre afable y bonachón, que nunca castigaba con dureza (salvo algún "palmetazo" en la palma de la mano, que era más testimonial que castigo real). Recuerdo sus lecciones de Geografía, Historia, Matemáticas, etc.; nos entregaba el "puntero" y nos hacía "cantar" cualquiera de los mapas que pendían de la pared, las capitales, ríos, lagos, golfos, mares, cabos, etc.; y nos hacía salir a la pizarra para resolver sede la suma hasta la regla de compañía... Paseando entre las dos filas de pupitres (para que no pudiésemos copiar) iba desgranando D. Emilio aquellos dictados llenos de B-V-H-J y G que después corregía con bastante benevolencia. Tantos y tantos recuerdos bullen en mi ya lejana memoria, que seguiría llenando folios con sumo agrado, pero...

Si hago este escrito, como pequeño homenaje, pero muy sincero, en primera persona es porque estoy convencido de que todos los que quieran dedicar un poco de su tiempo a leer estas letras se sentirán tan identificados con estos recuerdos como si fueran ellos mismos los autores, sobre todo, los que tuvimos, para mí, la gran suerte de ser alumnos de D. Emilio, aunque dando por sentado que igualmente pensarán los de los otros maestros y escuelas.
A modo de despedida, aunque pocos días son los que por mi memoria no cesan de pasar muchos recuerdos de nuestro pueblo-lejanos y más recientes, ya que llevo unos años acudiendo a las fiestas de San Nicolás-, por circunstancias de la vida no estoy con mi presencia física -como sería mi deseo- en todas las ocasiones que yo lo desearía, pero ¡Cuánto me agradaría poder estar algún día en que nos pudiéramos reunir los antiguos compañeros de escuela, sobre todo los de D. Emilio!.
Si Dios quiere, hasta San Nicolás. Un abrazo.


Carta de Las Mayordomas de la Cruz de Mayo

Alhama de Almería, 22-07-96

Ante todo, daros nuestra más sincera felicitación por el gran proyecto hecho realidad que suponemos habrá sido la publicación del primer número de la revista cultural El Eco de Alhama.
El motivo de dirigirnos a vosotras es principalmente motivado por el artículo de las fiestas de la Cruz de Mayo que habéis incluido en la sección de actividades culturales, en el cuál no se ha hecho para nada alusión a la labor que año tras año realizamos las mayordomas que organizamos esta fiesta, no menos importante e97 que las demás para el pueblo de Alhama.
La celebración del día de la Cruz se había reducido a la realización de la procesión de subida al Cerro de la Cruz y al reparto de los tradicionales roscos, puesto que al frene de esta fiesta estaban personas de avanzada edad, aunque con unas ganas impresionantes (algunas de ellas ya han fallecido). En el año 1980 se reunieron y decidieron nombrar a las actuales mayordomas (Elena, Nieves, Violeta y María Mercader), quienes, no sólo continuaron con los actos tradicionales, sino que también hemos intentado que cada año se hiciera algo más; a modo de ejemplo citar la verbena musical la noche del velatorio de la Cruz o los actos celebrados este año con participación de niños y mayores, el reparto de sangría, etc. En el año1981 se restauró la Cruz "de abajo", haciendo una especie de Ermita.
Esta fiesta del pueblo está financiada con el dinero que se recolecta de todos los vecinos, a base de pedir varias semanas "casa por casa", además de la contribución económica y los medios, que dentro de sus posibilidades, aporta el Ayuntamiento.
Nos gustaría que, a ser posible, en vuestro próximo número hicierais un llamamiento para obtener de nuestro Ayuntamiento colaboración al objeto de restaurar la "Cruz de arriba" (actualmente en ruinas). También deciros que nos gustaría se hiciera una reseña histórica de esta fiesta que año tras año preparamos con tanto esfuerzo abandonando nuestro hogares y dedicándonos por completo ha intentar que todo salga, por lo menos igual que la fiesta anterior.
Sin otro particular, y en espera de que solicitéis nuestra colaboración, os saludamos.